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Un “equipo casero”, un garaje y el sueño de la cerveza 'deseada'

Es aquello de una buena idea construida desde el garaje de casa, pero hecho realidad y en forma de cerveza artesanal. Así arranca el sueño cumplido que dos hermanos, Enrique y Santiago García-Casarrubios, gestaron en Mairena del Aljarafe (Sevilla) bajo la denominación Desiderata. En menos de un año, el producto ha doblado ventas y se sirve en restaurantes andaluces y madrileños. Pero no se 'emborrachan' de éxito. La idea, por ahora, con la paciencia fermentada en espera de rendimiento económico, es “vender para producir”.

“Empezamos abriendo de dos a tres puntos de venta por semana y en la actualidad poseemos una red comercial de unos 100 puntos y presencia en tiendas on line” que sirve para pasar “de 2.000 litros al mes a más de 4.000 en los últimos meses”. “No ganamos dinero aún”, dicen, pero les ilusiona el incremento de pedidos y la dificultad creciente de cubrir la producción necesaria, cada vez más exigente. Y dan, además, los últimos retoques a “cuatro estilos más de Desiderata”, la cerveza de creación casera, y un nuevo envase de 75 centilitros (el actual es de 33).

Escoger un nombre apropiado fue una decisión “difícil” que tuvo encaje “un día en el que nos encontrábamos lúcidos y serenos”. Recordaron “un poema de un autor americano llamado Max Ehrmann cuyo nombre era 'Desiderata' y que daba una serie de consejos para alcanzar la felicidad y supimos que sería ése”. Desiderata, del latín “cosas deseadas”, es “una cerveza tipo Pils de sabor afrutado, aroma floral y buen cuerpo con el equilibrio de la delicadeza de su malteado y lupulización”. Su baja fermentación y filtrado garantizan “sus características organolépticas y la sobrecarbonatación”.

Una cerveza artesanal alejada “de análogas industriales”

“Me compré un equipo casero y estuve un año elaborando en el garaje de casa hasta que llegó el estilo Desiderata”, cuenta Santiago García-Casarrubios, químico de formación y especializado en Enología. Metió en el sótano “unos pequeños reactores que compré por internet, con una inversión de unos 2.000 euros” y empezó con “las primeras pruebas”. Buscaba un producto “adaptado al consumo local pero con la diferencia de que fuese una cerveza artesanal de calidad” que la alejase del sabor y creación “de las análogas industriales”.

Entre diferentes tipos “de malta, de lúpulos, aromas, sabores con más o menos cuerpo…”, la familia García-Casarrubios entró en “el submundo de la cerveza”. Una vez desechada la intención inicial de “montar una fábrica”, por el elevado coste, optaron “por crear una marca”. De este modo, apuestan por la producción subcontratada a través “del fabricante que ofrecía mayor calidad a nivel nacional”, relatan. Y de ahí a “los mejores restaurantes de Sevilla” y presencia “en Madrid, Granada, Cádiz y en el Club del Gourmet de El Corte Inglés”.

Desiderata se comercializa a través de la “marca nodriza” Beer & Dreams, que se apoya en “un equipo de diseñadores y amigos comprometidos con el producto y su filosofía”. La aventura cervecera, cuentan, tuvo su germen como en la Escuela de Organización Industrial de Sevilla en el año 2013. Crear una “micro cervecería” aunando el líquido fermentado y sueños “que poco a poco se están cumpliendo”. Como “ir a un buen restaurante y ver a Desiderata compartiendo mesa”. Comenzó Ehrmann su poema así: “Camina plácidamente entre el ruido y la prisa, y recuerda que la paz puede hallarse en el silencio…”. ¿Y acompañado de una cerveza, quizás?

Es aquello de una buena idea construida desde el garaje de casa, pero hecho realidad y en forma de cerveza artesanal. Así arranca el sueño cumplido que dos hermanos, Enrique y Santiago García-Casarrubios, gestaron en Mairena del Aljarafe (Sevilla) bajo la denominación Desiderata. En menos de un año, el producto ha doblado ventas y se sirve en restaurantes andaluces y madrileños. Pero no se 'emborrachan' de éxito. La idea, por ahora, con la paciencia fermentada en espera de rendimiento económico, es “vender para producir”.

“Empezamos abriendo de dos a tres puntos de venta por semana y en la actualidad poseemos una red comercial de unos 100 puntos y presencia en tiendas on line” que sirve para pasar “de 2.000 litros al mes a más de 4.000 en los últimos meses”. “No ganamos dinero aún”, dicen, pero les ilusiona el incremento de pedidos y la dificultad creciente de cubrir la producción necesaria, cada vez más exigente. Y dan, además, los últimos retoques a “cuatro estilos más de Desiderata”, la cerveza de creación casera, y un nuevo envase de 75 centilitros (el actual es de 33).