Luis y Ricardo de Frutos (53 y 70 años) residen en la provincia de Almería desde hace trece años. El pasado sábado, el mismo día que se celebraba el Orgullo Gay, decidieron pasar la mañana en la playa de Torregarcía, a la cual acuden a menudo. Sin embargo, vivieron una experiencia “muy desagradable”, tal y como ellos mismos han explicado este lunes en rueda de prensa.
Practicaban nudismo “como tantas veces, en una parte donde la gente suele hacerlo” y de repente tres individuos se les “echaron encima, diciendo: ¡Ni un paso más, maricones!”.
“Nos quedamos perplejos y atónitos”, ha asegurado Ricardo, quien les replicó diciéndoles que la playa “es de todos y no hay ninguna prohibición de hacer nudismo”, aunque, según su testimonio, la respuesta que recibió fue “un puñetazo en la cabeza”. Ricardo asegura que a partir de ese momento recibió patadas, hasta que su compañero Luis, con el que lleva ocho años casado, intervino para intentar disuadirlos. Les gritó que lo dejaran, que está muy enfermo, (Ricardo padece una esclerosis múltiple) y la respuesta que recibió fue otro golpe que le ha costado cuatro puntos de sutura en la cara. De hecho, la pareja tuvo que ser atendida por una ambulancia y posteriormente en el centro de alta resolución de El Toyo ante las heridas que presentaban.
“Lo más triste es que si nos ven desnudos en una playa, evidentemente te das cuenta de que Ricardo es una persona enferma. Lo que más me duele es que encima de que te insulten y que te empiecen a patear, no respeten las canas de la gente”, ha explicado Luis, quien dice sentirse impotente después de la situación vivida.
“La misma hostia que hace sesenta años y por las mismas razones”
Para Ricardo, el sentimiento tras los hechos es similar al que vivió sesenta años atrás, cuando tenía nueve años y sus padres lo enviaron a un colegio interno. “Era un niño debilucho”, asegura, y “el macho de la clase me pegó un hostión en la cara que era el mismo hostión que me pegaron antes de ayer”. Ricardo dice sentirse como “si en sesenta años no se hubiera avanzado nada. Era la misma hostia por las mismas razones y para mí eso lo explica todo”.
Seguidamente acudieron al hospital y más tarde a la comisaría, donde denunciaron los hechos. La Policía Nacional ha tomado declaración este lunes a uno de los supuestos agresores, a quien se le acusa de una infracción de lesiones. Asimismo han declarado a lo largo del día más testigos de lo ocurrido. “Será el fiscal quien diga si es un caso de agresión callejera o de homofobia, pero vamos a luchar para que se demuestre como un caso claro de homofobia”, ha recalcado Luis, que no ve como “una casualidad” el hecho de que entre los bañistas desnudos que había en la misma playa “a los únicos que pillaron y zurraron fue a los dos más viejos y más débiles”.
Esta pareja ha reclamado la necesidad de luchar “por las libertades. Pedimos que se haga justicia real”, han expresado en varias ocasiones.
Sensibilización “como lluvia fina”
Por su parte, el Colectivo de Lesbianas, Gais, Bisexuales y Transexuales (Colega) de Almería ha asegurado que también va a interponer una denuncia pues resulta “lamentable que celebramos el día del Orgullo porque se ha avanzado en derechos, leyes, igualdad, y todavía se dan estos casos de homofobia”. “Pedimos a las instituciones públicas que hagan más hincapié en la lucha contra la homofobia e impongan sanciones más duras”. Asimismo han apelado a la necesidad de educar en la sensibilización, para que desde las edades más tempranas el mensaje “vaya calando como lluvia fina”.
Ricardo lamenta que a sus 70 años “todavía” no se haya ganado “el derecho a poder bañarme desnudo en una playa”. “Soy una persona absolutamente normal”, ha repetido en varias ocasiones. Sin embargo, tras la experiencia vivida, asegura tener miedo. “No sé si voy a seguir yendo a esa playa. De pronto, te quitan el derecho a ser normal”.