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¿Pudo evitarse el último asesinato machista en Andalucía?

Numerosos antecedentes penales (nueve condenas entre 2007 y 2016), prohibiciones de comunicarse con parejas anteriores en vigor (por amenazas en el ámbito familiar) y una orden de busca y captura dictada hace ya seis meses. ¿Nadie pudo hacer nada para evitar la última muerte machista en Andalucía, ocurrida en Huércal de Almería, la tercera víctima de este año en España? ¿Pone el Estado de Derecho todas las herramientas posibles al servicio de posibles víctimas? ¿Dónde falla el sistema policial o judicial?

Según la información facilitada a este periódico por el TSJA, el hombre de 30 años acusado de asesinar a Antonia, de 33, con quien mantuvo una relación hasta el pasado diciembre, tenía una larga trayectoria delictiva. Incluso, según adelantaba este miércoles La Voz de Almería, pesaba sobre él una orden de busca y captura del Juzgado de lo Penal número 1 tras ser condenado por un delito de falsedad al apropiarse de dinero de una tía suya. Aquella condena se hizo firme el 6 de julio de 2016, fecha en la que se dictó orden de busca y captura para el cumplimiento de la misma e ingreso en prisión.

Pero la orden no se ejecutó, la captura no se produjo y a Antonia la asesinaron. Los datos dicen que el presunto culpable, cuando ha pasado por los tribunales, se le ha juzgado, condenado y ha cumplido la condena, excepto en las tres últimas sentencias: una del Penal 1 de 2015 por falsificación y estafa, y dos del Penal 4 por coacciones leves en el ámbito de la violencia de género, resistencia y contra la seguridad vial.

Fuentes oficiales aclaran que sobre el presunto asesino de Huércal de Almería no pesaban órdenes de alejamiento de otras exparejas como tales sino que, al haber sentencias, lo que se aplican son medidas cautelares como la prohibición de comunicarse, etc, junto con la propia condena. En cualquier caso, ocurrió con mujeres distintas, por lo que parece que no se pudo atajar la situación al empezar una relación nueva, como la que mantuvo con Antonia. “Esta señora con la que inicia una nueva relación no tiene por qué ser conocedora de esa realidad, por tanto hay que establecer unos mecanismos que no lesionen los derechos de ninguna persona pero que nos garanticen que ese tipo de temas se controlan”, dijo la consejera.

¿Sus antecedentes en violencia machista no fueron suficientes para que las autoridades evitaran de algún modo que reincidiera, y de esa manera? Según se desprende de las palabras de la consejera de Igualdad, parece que el sistema es aún mejorable. “Existe una propuesta de control de estas situaciones”, dijo el otro día, considerando “vital” el cruce de datos “para evitar la impunidad de este tipo de asesinos, puesto que finalmente hubo otras parejas de las que tuvo que tener orden de alejamiento porque estaba poniendo en riesgo la vida de estas otras mujeres”.

“Tenemos que poner todos los instrumentos”

Hay “muchísimas cosas que hacer y muy poco tiempo”, dijo la propia presidenta de Andalucía, Susana Díaz, quien considera que “hay que mejorar bastante la formación en determinados cuerpos que acceden y que trabajan e intervienen” con estas mujeres. “Tenemos que poner todos los instrumentos que tenemos a nuestro alcance y mejorar la coordinación y también la parte judicial, de manera que se aceleren muchísimo los procedimientos que afectan a violencia de género”, apuntaba.

Sánchez Rubio recordaba que se ha abierto un grupo de trabajo “para hacerle un seguimiento a todas las mujeres asesinadas y ver qué ocurrió en todo el proceso para que finalmente ocurrieran estos hechos, incluso en algunos casos habiendo órdenes de protección”. “Esas son las fisuras que tenemos que evitar que se produzcan; cuanto más se afine ahí, más evitaremos situaciones de riesgo para la vida de las mujeres”, dijo.

La ministra, Dolors Montserrat, tendía este jueves mano al “diálogo” para llegar a “consensos” y celebraba el “buen acuerdo” en materia de violencia de género alcanzado esta semana en la Conferencia de Presidentes. Del encuentro salió la convocatoria de la comisión general de las comunidades autónomas del Senado para un debate monográfico sobre violencia.

Las aportaciones se incorporarán a los trabajos del Pacto de Estado contra la Violencia de Género, que se va a debatir en la Subcomisión del Congreso de los Diputados. “Espero que el Pacto contra la Violencia de Género sea una realidad cuanto antes y que, a partir de ese momento, todo el mundo se comprometa y entienda que están siendo asesinadas por el mero hecho solo de ser mujeres”, dijo este jueves al respecto la presidenta de la Junta.

No sabemos a ciencia cierta si se pudo haber evitado de alguna forma el asesinato de Antonia, pero lo que parece claro, y en eso coinciden políticos de uno y otro lado, es que hay cuestiones que se pueden mejorar en la lucha contra la violencia de género y elementos concretos que abordar para tratar de evitar nuevas agresiones y asesinatos contra las mujeres por el hecho de serlo.