Un joven de 18 años de origen marroquí falleció este pasado lunes en el interior del centro de reforma juvenil Tierras de Oria de Almería después de aplicársele medidas de contención y de sujeción mecánica en una cama, similares a las grabadas por exempleados del mismo centro hace unos años y por cuya difusión están camino de juicio. “Aquí se demuestra que el trato degradante puede acabar en muerte de un menor. Horrible”, dicen a este periódico fuentes de la defensa de aquellos extrabajadores. La calificación del trato no sólo es una opinión de parte, sino que el propio Consejo de Europa comprobó y denunció en 2017 que el uso de medios de sujeción en este centro “podría considerarse trato degradante o inhumano”.
La Fiscalía de Menores de Almería, que reconoció la veracidad de aquellas imágenes, archivó el caso en septiembre de 2015 al no apreciar infracción por parte del centro ni de ningún trabajador en la aplicación de las medidas inmovilizantes sobre los menores. Ahora, un juzgado de Purchena se ha hecho cargo de este nuevo caso, que ha terminado en la muerte del joven dentro del centro, cuya titularidad ostenta la Junta de Andalucía pero que dirige la Asociación para la Gestión de la Integración Social (GINSO). Será la justicia la que determine si la aplicación de la inmovilización tuvo que ver con el fallecimiento del joven.
“El centro ya ha concluido su informe por escrito que ha remitido al juzgado, que es el que tiene abiertas diligencias informativas”, dicen a este medio fuentes de la administración andaluza, que aluden a “una situación violenta y de agresividad del joven” por la cual “se activó el protocolo de actuación, que implica una respuesta que debe ser siempre proporcional y en función del grado de riesgo”, añaden las fuentes que traslada el centro. “El juzgado se ha hecho cargo, ya tiene el informe y recibirá también la autopsia”, señala la Junta.
Según la versión de la administración, a la que se remite en conversación telefónica con este medio el director del centro, Manuel Madrid, los hechos ocurrieron “en presencia del médico del centro” y, ante “los primeros síntomas”, se inició “de forma inmediata la reanimación y se dio aviso a los servicios de emergencias médicos”, que trataron sin éxito de reanimar al joven. A partir de aquí, se dió aviso a la Guardia Civil y acudió la comisión judicial para el levantamiento del cadáver. “Siempre sin interferir la investigación judicial, la Consejería también está investigando lo sucedido”, dice la Junta.
Un “brote de violencia”
Por su parte, fuentes cercanas al caso niegan la versión oficial de que hubiera un médico en aquellos momentos en los que se le practicó al joven marroquí la inmovilización, una maniobra que, por otro lado, suelen llevar a cabo los jefes de equipo y los vigilantes del centro, bajo la supervisión del subdirector, en esta ocasión. Las fuentes también aluden a un “brote de violencia” por parte del chico, y que “la muerte se produjo repentinamente”. Según apuntan, podría habérsele dejado de administrar una medicación, lo que podría haber provocado “nerviosismo” previo en el joven. “Le inmovilizaron y le dejaron solo”, apuntan otras fuentes.
“En Tierras de Oria se les sujetaba a una cama, boca abajo, con los tobillos y muñecas (y a veces el torso) atados a los lados de la cama con correas (...) Los menores no podían utilizar el baño mientras estaban sujetos (a pesar de pedirlo) y en algunos casos se veían obligados a orinarse encima. El Comité para la Prevención de la Tortura (CPT) considera que, tal como se describe en el informe, el uso de medios de sujeción podría considerarse trato degradante o inhumano y recomienda que las autoridades pongan fin a esta práctica”, advirtió el CPT del Consejo de Europa en 2017 en un informe comprobado por eldiario.es Andalucía.
Como ya informó este periódico el pasado mes de noviembre, la práctica de la inmovilización de pies y manos en las camas fue corroborada por dos de los extrabajadores acusados por la difusión de aquellas imágenes y una educadora social que trabajó durante doce años en el centro. “El vídeo lo grabé para denunciar lo que allí pasaba. No hay que llegar a esos extremos. Si es un centro para reeducar, con violencia no se reeduca. Hay otros métodos. Yo sé lo que pasaba y lo que supongo seguirá pasando. El problema es que allí se les da todo a los chavales y llega un momento en que no se les puede dar más. Simplemente queríamos denunciar un hecho que pensamos delictivo y ahora los delincuentes somos nosotros. En el centro, si no eres su bufón, te largan”.
Otro de los acusados, jefe de equipo de seguridad en el centro, donde trabajó trece años, indicó a este periódico que “los vídeos hablan por sí solos. Quisimos denunciar cosas que vimos presuntamente ilegales. He tenido que realizar informes que no respondían a la realidad, diciendo que las inmovilizaciones duraban un par de horas cuando realmente duraban cinco o seis. Imagínese escuchando gritos de dolor durante cinco o seis horas. Pero lo que decían los mandos era lo que se hacía”, relataba este antiguo trabajador de Tierras de Oria.
Piden “una investigación exhaustiva”
La autopsia, junto con el resto de informes, permitirán determinar lo que originó la muerte del joven, que había ingresado en el centro ante unas medidas dictadas por un juez de Menores de la provincia de Cádiz. El joven murió sobre las 16,22 horas del lunes después de que se movilizara un helicóptero desde el Hospital Comarcal de Guadix, que no llegó a efectuar el traslado, según fuentes de la Guardia Civil citadas por Europa Press.
Por su parte, Adelante Andalucía ha lamentado este miércoles el fallecimiento del joven y ha exigido una “investigación exhaustiva” a la Junta, así como ha anunciado que solicitará la comparecencia en el Parlamento del vicepresidente del Gobierno andaluz y consejero de Turismo, Regeneración, Justicia y Administración Local, Juan Marín, para que “explique lo sucedido” en tanto que “responsable de la consejería que controla estos centros”.
“Este caso se suma a las numerosas denuncias por malos tratos que han ido saliendo a la luz durante varios años, así como a las numerosas voces, de antiguos trabajadores e internos, que han pedido a la Junta que se investigue en profundidad sobre las actuaciones en el centro”, dice en un comunicado el parlamentario andaluz de Adelante por Almería Diego Crespo.
El propio Juan Marín se ha referido a lo sucedido señalando que espera el resultado de la autopsia al cuerpo del joven “para ver realmente los motivos y las causas” de su muerte, que simplemente apuntan por el momento a “una parada cardiorrespiratoria”. Marín ha trasladado el pésame a la familia del joven, lamentando que este tipo de sucesos “son cuestiones que en el día a día también ocurren”.