El presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, ha anunciado este jueves cortes generalizados en el consumo de agua para este verano en tres de las ocho capitales de la región: Sevilla, Córdoba y Málaga. Los cortes llegarán a los grifos de los sevillanos, cordobeses y malagueños, ha subrayado, si antes no hay “30 días de lluvia continuada como mínimo”.
Moreno ha presidido este jueves en el Palacio de San Telmo, sede de la Junta, la reunión del comité de expertos para el seguimiento de la sequía, uno de los grandes problemas asumidos por el Gobierno andaluz en esta legislatura. La falta de lluvias está lastrando la economía autonómica, muy dependiente del sector agroalimentario y del turismo.
La sequía es un problema estructural de Andalucía -hay cinco millones de habitantes ya afectados por restricciones- pero no está impactando igual a todo el territorio. Málaga es la capital turística de la comunidad y su déficit hídrico es superior al de otras ciudades. Moreno ha incluido por primera vez en el grupo de cortes de agua a la ciudad de Córdoba, que jamás ha sufrido restricciones en los grifos como los que se anuncian ahora.
En Sevilla capital, según la previsión del presidente andaluz, será la primera vez que sufra cortes de suministro desde la gran sequía de 1995, hace casi 30 años (fueron aún mayores y más prolongadas a principios de los ochenta). En el vaticinio del Ejecutivo andaluz se mezcla la lectura política: la gestión del agua en Málaga es competencia de la Junta en coordinación con los ayuntamientos, mientras que el abastecimiento en Córdoba y Sevilla depende de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, dependiente del Gobierno central, en coordinación con los municipios.
“Estamos en una situación extrema y no se trata de alarmar, sino de ser realistas. Todos tenemos que hacer un enorme esfuerzo de contención en el consumo de agua”, ha advertido Moreno en una intervención abierta a los medios antes de la reunión con el comité de expertos.
El presidente andaluz ha anunciado que su Ejecutivo aprobará, el próximo 29 de enero, el cuarto decreto de sequía, con una dotación de casi 200 millones de euros, de los que 50 irán destinados a medidas de ayuda al campo andaluz.
La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Medio Ambiente, Teresa Ribera, ha mostrado su preocupación por la sequía en Andalucía y ha recordado que se ha invertido 1.200 millones para garantizar el acceso a agua potable, no solamente en la sierra del norte de Córdoba, en Los Pedroches o en el litoral andaluz, y en “cuencas interiores que son competencia de la Junta, y donde nos han pedido ayuda”.
Andalucía sufre la sequía más prolongada e intensa desde la que atravesó en los 60, con casi cinco millones de habitantes ya afectados por restricciones de distinto grado, y subiendo. El Ejecutivo de Moreno está barajando ya un paquete de medidas a corto, medio y largo plazo para afrontar un problema que se ha convertido en estructural. “Andalucía es la región de Europa más afectada por el cambio climático”, reitera el presidente de la Junta, que ha reclamado a la Comisión Europea una financiación “singular” para hacer frente a la sequía.
Hay obras previstas para instalar desaladoras portátiles, sondeos, reapertura de pozos, captación de ríos subterráneos y dos opciones extremas, que necesitan la colaboración del Gobierno central, los ayuntamientos e incluso el Ejecutivo portugués: el abastecimiento de las grandes ciudades a través de grandes barcos que transporten agua, y un convenio con el país vecino para trasvasar desde un embalse del Alqueva en la región del Alentejo, próximo a la frontera, hasta los cauces de Huelva. El 42% de la obra pública programada ahora mismo en Andalucía son infraestructuras hidráulicas.
El Gobierno central ya ha ofrecido ayuda a Andalucía para la operación de traslado de agua en buques, como también ha previsto la Generalitat catalana para abastecer a Barcelona este verano. Se trata de barcos capaces de transportar 40.000 metros cúbicos de agua potable, o buques con capacidad para 100.000 metros cúbicos, que luego deberían ser tratados a los puertos de Málaga o Algeciras.
El coste sería de 10 millones de euros mensuales, más cinco por la desalación. Málaga destina a consumo urbano unos 63 millones de metros cúbicos cada año, con una merma de entre el 20 y el 30%, según fuentes de EMASA. Se necesitarían 1.575 barcos de 40.000 metros cúbicos o 630 de 100.000 para cubrir esa cantidad.
Este periódico publicó en octubre de 2022 que gran parte de sistemas de abastecimiento (mancomunidades y municipios) dependientes de la Junta de Andalucía incumplían la obligación legal de disponer de un plan para situaciones de sequía.
La portavoz de Por Andalucía, Inmaculada Nieto, ha reprochado a Moreno su “preocupación” por la sequía y el anuncio de cortes en el suministro, a la par que su Gobierno “autoriza macrourbanizaciones en zonas donde el agua escasea, autoriza riegos en zonas de sequía y macrogranjas”. “Su preocupación por el gravísimo problema de sequía es poco creíble y contradictoria”, ha asegurado.