La Junta de Andalucía encargó el primer estudio de casos de listeriosis ante la acumulación de enfermos el pasado 8 de julio. Hasta 38 días después, el pasado 15 de agosto, la Junta de Andalucía no decretó la alerta sanitaria para que se dejase de consumir el foco principal que se señala como huésped de la bacteria: la carne mechada de la empresa sevillana Magrudis.
La fecha del 8 de julio está reflejada en el Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos de la Unión Europa (RASFF en sus siglas en inglés). Oficialmente, el brote ya está informado a nivel europeo en este registro oficial después de que se subiera a la web oficial en la tarde de este martes 20 de agosto y, entre los datos que refleja, cita cuándo se comenzó a investigar el asunto en Andalucía. Este miércoles trascendía que un informe de la Dirección General de Salud Pública de la Junta admite que “desde la segunda quincena de julio” se observó un aumento de casos en base a los datos de años anteriores.
Inicialmente, según la información del RASFF, el origen está “en un pastel de carne refrigerado de España”. Así se refiere este registro a la carne mechada, aunque un dato más que llamativo que ha confirmado eldiario.es/andalucia habla de que de las ocho personas hospitalizadas en Huelva solo dos comieron carne mechada. Las otras seis, según la encuesta epidemiológica realizada en el hospital, no saben cómo se contagiaron.
De esta forma, los médicos se plantean dos opciones: o ha habido contaminación cruzada -traspaso de la bacteria de la carne a otro alimento- o se trata de los casos “normales” de cada verano, es decir, los que son atendidos en los centros de salud y no dejan rastro de brote epidémico.
Fuentes médicas inciden en la posibilidad de que la segunda opción sea la más viable, sobre todo por aumento poblacional de la comunidad andaluza en los meses de verano. La listeria mata a 70 personas todos los años en España. No es de las peores en cuestión de enfermedades, pero sí de las derivadas de procesos alimenticios.
Acudir al médico
De todas formas, las fuentes médicas discrepan del “consejo” de la Junta a la hora de no acudir al médico si se tienen síntomas y no se ha consumido carne mechada: “hablamos de un proceso que puede tardar hasta 70 días en manifestarse. Una persona puede comer una lechuga contaminada por cruce el 1 de julio y comenzar a desarrollar síntomas el 1 de septiembre. O no ha comido carne mechada o no se acuerda, con lo que ir al centro de salud más cercano es indispensable”.
Por eso, los médicos piden que se distinga entre manifestación endémica y epidémica. La epidémica se ha decretado porque los médicos han alertado de varios casos provenientes de una hipotética fuente común -la carne mechada-, pero no por números reales de casos, sino en función de los datos del verano de 2018. Y es que para decretar una alerta sanitaria hay que comparar los casos del mismo mes en el año anterior en la misma zona geográfica. Una vez se tienen los datos, se hace una media ponderada de los últimos ocho años. Fuera de esa línea “no hay crisis alguna”, y si se ha decretado la alerta es que se está por encima. Un dato: en Cataluña se produce el triple de casos de Listeriosis que en la Unión Europea, un total de 91 en 2017 y 99 el año anterior. Si esos casos no van a más, son una enfermedad normal, no una epidemia.
Por su parte, el doctor en Ciencias Biomédicas por Universidad Complutense de Madrid (UCM), Alfredo Fernández, que participa esta semana en un curso de Bienestar Animal en la sede de Baeza de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA), cree que es muy complicado acceder al foco concreto, e incluso existe la posibilidad de que nunca se sepa donde se contaminó la partida concreta de la carne señalada como huésped de la bacteria.
Fernández recuerda los controles que se hacen en mataderos o fábricas, pero “luego entran en juego otras cosas, como la manipulación en los centros de venta, las pautas de frío, la venta… Incluso podríamos hablar de falta de higiene en algunas de las personas que han manejado la carne. Es un proceso de investigación complejo que requiere su tiempo”.
Datos de la UE
El portal del RASFF concreta que todo se ha originado por un “brote de origen alimentario causado por Listeria monocytogenes (é 1.5x10E4 CFU / g)”, y que la acción tomada ha sido “la retirada del mercado”, con la premisa de que la distribución estaba restringida “al país notificante”, sin que haya prevista una “fecha de caducidad” para desactivar la alerta. Es decir, la carne mechada de La Mechá no ha salido de territorio nacional, al menos por distribución de la empresa. Si un particular lo ha llevado a algún lugar distinto a las 52 provincias españolas, no ha trascendido.
Creado en 1979, el RASFF permite que la información se comparta de manera eficiente entre sus miembros. Para hacer oficial el acta de la alerta, el Gobierno del país que la activa “utiliza un formulario de notificación RASFF para proporcionar detalles de los hallazgos y medidas tomadas y agrega documentos relevantes como facturas, listas de compañías que han recibido los productos, informes analíticos, etc.”.