“Moderación y entendimiento”. La primera frase con la que el presidente de la Junta de Andalucía ha reaccionado a la investidura de Pedro Sánchez no iba dirigida al candidato socialista. En cuanto ha sido elegido presidente por una mayoría simple de votos en el Congreso, Juan Manuel Moreno ha abandonado el belicismo dialéctico en el que está instalado su partido, el PP, y ha hecho un llamamiento institucional. “España ha logrado sus mayores éxitos desde la moderación y el entendimiento”, ha escrito en su cuenta personal de Twitter. “Esperamos del nuevo Gobierno la misma lealtad institucional y compromiso con este proyecto común que ha demostrado siempre Andalucía”, ha rematado el mensaje.
La llamada a la “moderación” va implícita en la personalidad política del presidente de la Junta. Moreno se la reclama a Sánchez, porque abomina de sus socios en el Gobierno de coalición -Unidas Podemos- y de los grupos que han facilitado su investidura, en especial los independentistas catalanes de ERC y los vascos de Bildu. Pero el presidente andaluz del PP también ha reclamado “moderación” al líder nacional de su partido, Pablo Casado, convencido de que si su discurso y su estrategia se asimila a Vox, perderá los votos del centro derecha que han hecho de su formación un partido de Gobierno. Es la misma advertencia que comparte el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, que será el próximo en medirse en las urnas autonómicas con sus adversarios políticos.
La legislatura que arranca ahora, con un Gobierno de izquierdas en España y un Gobierno de centro derechas en Andalucía, estará marcada por la confrontación entre ambas administraciones. Ya viene precedida por las tensiones entre el Ministerio de Hacienda y la Junta a cuenta de los déficit en la financiación autonómica y los incumplimientos de los objetivos de estabilidad por parte del Ejecutivo andaluz, computables al anterior Gobierno socialista.
PP, Ciudadanos y Vox, los partidos que sustentan al gabinete de Moreno Bonilla, han reaccionado al unísono contra la futura Administración de Sánchez. El vicepresidente de la Junta, Juan Marín, ha condenado el “gobierno puzzle” del socialista, antes incluso de que se hubiera confirmado su investidura. Lo hizo en declaraciones a los medios en los pasillos del Parlamento andaluz, cuando apenas se había iniciado la votación en el Congreso. “Será un gobierno puzzle con ocho fuerzas, además de otras dos que han dicho claramente que la legislatura dependerá de ellos, del independentismo y del radicalismo de extrema izquierda”. “Es triste, es una mala noticia para el conjunto de España porque no da credibilidad ninguna, ni estabilidad al gobierno”, ha proseguido el dirigente del partido naranja, que ha considerado “altamente preocupante” que durante el debate de investidura “Andalucía no ha aparecido en ninguna intervención”.
La otra cara de la moneda es la reacción de la izquierda andaluza tras la investidura. Susana Díaz, ex presidenta de la Junta y secretaria general del PSOE andaluz, es de las pocas líderes territoriales socialistas que ha estado presente en el Congreso para seguir la votación. También ha sido de las primeras en reaccionar para congratularse del resultado y de que se haya “roto el bloqueo político”. “Esto se tiene que traducir en que suban las pensiones y se revaloricen, en que suba el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), en que se atienda a quien más lo necesite y que se ponga a las personas en el centro de la política”, subraya Díaz.
Menos entusiasta, pero también en positivo, ha reaccionado la coordinadora general de Podemos Andalucía, Teresa Rodríguez, que ha admitido su “alivio” tras la investidura exitosa de Sánchez. La gaditana rechazó desde el principio la fórmula de un Gobierno de coalición impulsada por el socialista y el líder de su partido, Pablo Iglesias, pero finalmente ha defendido la propuesta frente a “la derecha tramontana”. “Estas derechas autorretroalimentadas, golpistas, dan mucho miedo. Al gobierno hay que pedirle que trate de cumplir las muchas y buenas expectativas que genera, sin complejos, sin miedo y sin medias tintas o la alternativa solo será la derecha tramontana”, ha escrito en Twitter.
La secretaria general del PP andaluz, Dolores López, ha sido más dura que Moreno Bonilla y ha acusado a Pedro Sánchez de lograr la investidura “engañando a los españoles”, además ha criticado a Susana Díaz por haber “roto con Andalucía”. El portavoz de Vox en el Parlamento andaluz, Alejandro Hernández, asegura temer “lo peor” para Andalucía tras la formación del Gobierno de coalición entre PSOE y Unidas Podemos, porque depende “de los que quieren romper España”.
En el ángulo contrario, el líder andaluz de IU y miembro de Adelante Andalucía, Toni Valero, sostiene que la investidura exitosa de Sánchez es “la mejor noticia para Andalucía” frente al Gobierno “antisocial de las derechas”.