La cuesta de septiembre que trae la vuelta al cole no es igual para todos los padres. Las ayudas y el esfuerzo de los gobiernos autonómicos varían dependiendo de sus prioridades y eso se nota en los bolsillos de los españoles que tienen niños en edad escolar. En nombre de la necesaria austeridad provocada por la crisis, de las 15 comunidades autónomas que ofrecían de una u otra manera un programa de gratuidad de libros sólo quedan Andalucía y Navarra.
Estas regiones son, tras la suspensión de este plan hace dos años en Aragón, La Rioja, Canarias y Castilla-La Mancha, las únicas en las que los padres no tienen la obligación de comprar libros y pueden destinar este gasto a cubrir otro tipo de necesidades. “Y esto, en los tiempos en los que vivimos, supone un mundo porque los 200 euros aproximadamente que cuestan los libros por niño, en familias con dos o tres hijos se traslada a 600 euros sólo en libros de texto, a lo que hay que sumar material escolar”, apunta José Antonio Puertas, presidente de FAPA-Alhambra.
La llegada del curso académico para los hogares españoles cobra aún más significado si se le añade que el Gobierno central parece seguir restando. Este curso escolar las becas para libros de texto han descendido, según los datos ofrecidos esta semana por el propio Ministerio de Educación, un 59,3% En total, 578.549 familias se han quedado sin estas ayudas. “Una barbaridad”, denuncia el representante de los padres.
La Junta de Andalucía, por su parte, invertirá este año algo más de 42 millones de euros en su programa de Gratuidad de Libros para atender a los más de 900.000 alumnos de la enseñanza obligatoria (entre los 6 y los 16 años). Esta cifra, sin embargo, es la mitad a la gastada el curso anterior, cuando la Administración destinó 85 millones de euros a este concepto. “No se ha recortado”, explican fuentes de la Consejería de Educación, “simplemente se ha decidido no renovar los libros escolares y sólo destinar el dinero a la adquisición de los de 1º y 2º de Primaria, que siempre se compran”. La Junta remplaza los libros de los cursos de forma rotativa cada cuatro años. De este modo, el curso anterior (2012/2013) se repusieron los textos de 3º y 4º de Primaria y 2º de la ESO y este año les tocaba a los de 5º y 6º de Primaria y 4º de la ESO, pero no se ha hecho. La medida viene provocada, aseguran, porque la puesta en marcha de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) hará que los currículos educativos cambien, y por lógica, también los libros. “No tiene sentido”, aseguran, “adquirir libros de texto que van a ser utilizados sólo durante un curso escolar. Así que cuando se modifique el plan de estudios se procederá a la renovación del material didáctico de los cursos que correspondan”.
Esta decisión también ha recibido críticas, sobre todo por parte de los libreros, quienes apuntaban hace unos días que las perspectivas de ventas no eran nada buenas. Algunos grupos de padres aislados, según José Manuel Nieto, presidente de Confedampa, se han mostrado molestos por la medida. Pero la inmensa mayoría destacan la importancia de la gratuidad de los libros. “Se puede mejorar, pero hay que apoyar el esfuerzo realizado”, añade José Antonio Puertas. “Debemos usar el sentido común y optimizar los recursos porque contar con un plan como este es una de las bases de una verdadera Educación universal”. Por eso este curso, Educación asegura que ha optado por ahorrar en compra y aumentar dentro del presupuesto de los 42 millones la tasa destinada a la reposición de los libros. “Para garantizar”, fundamentan, “la idoneidad del material utilizado”.
Otras ayudas
Asumir este tipo de políticas educativas no es barato. La Junta de Andalucía ha invertido desde que se inició el programa de Gratuidad de los Libros de Texto, en 2005, más de 510 millones de euros con 5,9 millones de alumnos atendidos. Además, como medida de apoyo, desde hace dos cursos la normativa prohíbe a los centros recomendar a las familias que adquieran otros libros de textos o materiales que no estén incluidos en el programa. El respiro para las casas es importante. Amalia Suárez, que tiene dos niñas en edad escolar y un marido en paro desde hace 18 meses, no tiene que preocuparse por los libros. “Desde que hace tres años entraron en Primaria, libros no compramos”, relata. El material escolar es otra cosa, apostilla. “Aquí sí hemos tenido que acudir al fondo solidario de la escuela porque no llegábamos”. Las niñas, además, desayunan y comen en el colegio, “otra cosa menos”. Y es que en Andalucía el comedor gratuito ya llega al 50% de los alumnos y el aula matinal sin cargos al 34%.
“El esfuerzo es importante también en otros campos”, destaca la Administración autonómica. “Se ha aumentado la plantilla en 850 maestros, la ratio no ha crecido y las actividades extraescolares son gratuitas para el 51% de los alumnos”. Andalucía también es la única comunidad española que ofrece transporte gratis para el alumnado de bachillerato y ciclos formativos. En total, este año gastará 70,12 millones de euros para garantizar este servicio a más de 98.000 estudiantes.