“Kümmern”, ésta es la palabra alemana que Angelika Röhrich, directora del proyecto, utiliza para describir cómo se tratará a los profesionales del sector sanitario andaluz que finalmente sean seleccionados y se decidan a emigrar a Alemania para trabajar allí durante, al menos, un año. Ese verbo, traducido, viene a significar “cuidar personalmente”. La responsable de esta empresa de recursos humanos quiere que quede claro que no sólo vienen a Andalucía a reclutar personal, sino que una vez allí estarán acompañados y debidamente tutorizados, “como si de un amigo o una madre se tratase”.
Lo cierto es que las charlas informativas y de asesoramiento de este tipo de empresas se han convertido en algo habitual en la comunidad. Tan sólo hay que preguntar a los asistentes. Antonio Núñez obtuvo el grado de Enfermería hace tres años y se quedó en paro en enero. Desde entonces se ha inscrito y ha asistido a varias charlas para trabajar en Bélgica, en Francia y con otra empresa alemana. “En mayo estuve informándome de las condiciones de otro proyecto y nos dicen si estamos seleccionados en septiembre. La diferencia con éste es que el curso intensivo de alemán, de 8 hora al día, se realiza allí”, cuenta.
“Alemania nunca fue más joven y más In”
Desde GFZ dan muchas facilidades. Desde el mismo vídeo de presentación que proyectan al inicio del encuentro. “Alemania nunca fue más jóven y más 'In'”, dice la voz en off, mientras se encadena un rótulo que pone “Alemania, tierra de experiencias. Alemania, tierra de futuro”. Tras una sucesión de imágenes de las ciudades, de sus paisajes, de fiestas tradicionales, de turistas y oficinas de grandes empresas, la locutora recuerda que Alemania es el centro de los mercados europeos y apostilla “Alemania convierte los negocios en un éxito”. La delegación de esta empresa de recursos humanos viene acompañada por un representante de la Seguridad Social del país que explica a los interesados todas las dudas respecto a cómo funciona el sistema social allí. Curiosamente, el experto en seguros médicos es emigrante español de segunda generación de padres malagueños y aún conserva el acento andaluz.
Pilar Sanabría terminó en 2003. Hasta agosto no le había faltado el trabajo. “He estado en el sector privado, en el Servicio Andaluz de Salud y he sido formadora de enfermeras”, asegura. Ella está seleccionada por una empresa belga y, si se decide por esa opción, comenzará el curso de idiomas la próxima semana. “Se llevan a la gente y, mientras, Andalucía sigue siendo una de las regiones menos desarrolladas de Europa”, afirma.
La mayor parte de los asistentes a esta reunión son conscientes de que su principal problema es el idioma. Ni Pilar, ni Antonio, por ejemplo, tienen conocimientos de alemán. Röhrich explica que buscan enfermeros y médicos andaluces por la calidad de su formación. Los representantes de la empresa, que ya han estado en Huelva y Córdoba, destacan la motivación y la rápida capacidad de adaptación de los profesionales andaluces, “más en estos tiempos”.
Desde que la oferta se lanzara en Infojobs y, tras las primeras sesiones informativas, ya cuentan con 300 solicitudes. Y esta reunión, que se ha celebrado en el Aula Magna de la Facultad de Enfermería de Sevilla, no será la última. “También realizamos campañas de reclutamiento en Gran Bretaña y próximamente en Portugal y Grecia, aunque los profesionales de aquí tienen muy buena formación en comparación”, asegura. Los sueldos oscilan entre los 1.800 y los 3.500 euros.
“Hay que irse. Aquí no hay opciones”
Olga Méndez, es directora gerente de OC Languages, la empresa andaluza responsable de los cursos de idiomas a los candidatos. “Nosotros nos encargaremos de dar cursos adaptados al alemán sanitario. Habrá una parte de alemán genérico y módulos prácticos sobre vocabulario propio de un hospital, cómo presentarse o cómo relacionarse con el paciente”, cuenta. Según Méndez, la enfermería en Alemania no es una disciplina universitaria, sino un equivalente a la formación profesional en España.
“Vienen a Andalucía por la formación, por la tasa de paro de esta región, u otras como Galicia y Extremadura, y por la tradicional relación de simpatía existente entre los países”. Méndez, además, explica que los profesionales que obtengan un B1 podrán trabajar como auxiliares de enfermería hasta que consigan el B2, ya en Alemania, puedan homologar el título y trabajar como enfermeros. “Por ejemplo, para los recién licenciados es una buena oportunidad. Al no tener experiencia laboral, ese tiempo de auxiliar de enfermería les sirve como práctica para soltarse”, sostiene.
Eva Martínez, alumna de 4º de Enfermería, se gradua esta misma semana y no comparte esa visión. “Estamos como en los 60 y los 70. Se les jubila la gente y aquí, con tanto recorte, con la pérdida de derechos sociales como la educación pública o la sanidad, encuentran a profesionales buenos a los que pagar menos. Volvemos a ser su mano de obra barata”, afirma tajante. Su compañera Marta tiene dudas. “Tengo una amiga que no consiguió el título de alemán y se tuvo que volver”. El grupo de estudiantes llega a la misma conclusión: “Hay que irse. Aquí no hay opciones”. Su cara se transforma cuando escuchan la pregunta de si volverán. No lo saben.