El Gobierno de Andalucía va a llevar dos propuestas nuevas al próximo Consejo Interterritorial de Salud para agilizar la vacunación y tratar de “salvar” la campaña de verano. El turismo representa un 14% del PIB andaluz, y el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla, vaticina un “desastre económico” si el 70% de la población no está vacunada hasta finales de agosto, como ha anunciado el presidente Pedro Sánchez. Hasta el 11 de abril (último dato actualizado), Andalucía había administrado 1,87 millones de vacunas -el 92,7% de las recibidas- y 541.171 personas han recibido las dos dosis, esto es, están totalmente inmunizados (6,37% de la población).
El consejero de Salud, Jesús Aguirre, propone a la ministra de Sanidad, Carolina Darias, la vacunación “voluntaria” de AstraZeneca a los menores de 60 años (ahora está limitada para la población de 60 a 69 años), se hayan inyectado ya la primera dosis o no. Y, en segundo lugar, pide ampliar el periodo que dista entre la primera y la segunda dosis Pfizer y Moderna para así llegar a más población vacunada en verano, una estrategia que inauguró Francia y que acaba de continuar Italia.
En lugar de dejar un margen de 21 días entre ambas dosis, como establece ahora el protocolo, ampliar a 42 días, habida cuenta que está constatado que el primer pinchazo ya ofrece un grado de inmunidad próximo al 70%. “Con la primera dosis se consigue una inmunidad muy alta y podríamos tener un verano relativamente tranquilo”, explica Aguirre. Al duplicar los plazos para administrar la segunda dosis de Pfizer y Moderna, se ganarían esas dos o tres semanas para inyectar la primera dosis a más gente, ampliando así el grueso de la población andaluza con algún grado de inmunidad. El objetivo es poner la primera dosis a más personas antes de que empiece la campaña turística de verano, obsesión de la Junta de Andalucía.
Fuentes del Ministerio de Sanidad explican a esta redacción que el Plan nacional de Vacunación es un “documento vivo” y que propuestas como éstas se pueden incorporar “si se demuestra evidencia científica” al respecto, pero advierten de que antes de darle el visto bueno “existen plazos y protocolos”. Ocurrió, por ejemplo, con los viales de Pfizer, aptos para cinco dosis, hasta que algunas comunidades autónomas en España descubrieron que podían apurar una sexta dosis. Para poder hacerlo de forma regular, primero la farmacéutica tuvo que adaptar la ficha del compuesto y especificar que era posible administrar seis dosis de un mismo vial.
De momento, el periodo establecido entre la primera y la segunda dosis de Pfizer y Moderna es de 42 días. En el caso de AstraZeneca es de diez semanas, en torno a tres meses, de ahí que el parón en la administración de esta vacuna provocado por las advertencias de la Agencia Europea del Medicamento sobre los trombos tuviera margen suficiente como para repensar la estrategia para aquellos que ya se habían pinchado con la primera dosis.
El presidente de la Junta ha asegurado este martes que “el segundo verano tras haber perdido ya la Semana Santa, las fiestas de primavera y las ferias”, sería “una catástrofe en términos económicos y sociales”. En una entrevista en Tele 5, Moreno Bonilla ha pedido al Gobierno central que haga “todo lo humanamente posible por llegar a este verano con el mayor número de inmunidad posible”, y por otro lado, propone que se alcancen “acuerdos con Reino Unido, que ya tiene un importante sector de la población vacunada, para que haya corredores seguros” que garanticen la llegada de visitantes de aquel país a España.