Cuando finalizó el estado de alarma, el pasado 9 de mayo, la Junta de Andalucía inició su propio plan de desescalada. Pero la Covid-19 no entiende de calendarios. El Gobierno andaluz ha ido prorrogando las medidas sanitarias vigentes y el avance hacia la nueva normalidad, fijada para el pasado 21 de junio, se ha visto estancado.
Pero después de más de dos meses, el aumento de los contagios ha llevado al Ejecutivo andaluz a adoptar nuevas restricciones. Este martes, y con el asesoramiento del Consejo Asesor de Alertas de Salud Pública de Alto Impacto, se ha propuesto el toque de queda entre las 2:00 y las 7:00 horas en aquellos municipios con más de 5.000 habitantes y cuya incidencia acumulada supere los 1.000 casos por 100.000 habitantes. Para el resto de municipios, la evolución se hará de forma específica. Esta limitación de movilidad tiene que ser ratificada por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. No es la única iniciativa para surfear esta quinta ola donde la variante 'Delta' de la Covid-19 es ya “mayoritaria” en Andalucía, según el consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre.
Nuevos aforos en hostelería y en el ocio nocturno
En la reunión con el conocido como 'comité de expertos' se ha acordado modificar los aforos de los establecimientos hosteleros y de ocio nocturno en función del nivel de alerta sanitaria -el nivel 1 es el de menor incidencia y el 4 el de mayor-. Con respecto a la hostelería, el interior tendrá un máximo permitido de 4 personas por mesa en cualquier nivel. En exterior este número se amplía de la siguiente forma: 10 comensales como máximo en nivel 1, 8 comensales como máximo en nivel 2, 6 comensales como máximo en nivel 3 y 4 comensales como máximo en nivel 4. El servicio y consumo en barra exterior sólo está permitido en los niveles 1, 2 y 3.
También, dependiendo de los niveles, cambia el aforo en los locales de ocio nocturno: es del 75% en interior en nivel 1 y de un 50% en nivel 2. El servicio en barra no estará permitido en interior y las mesas estarán ocupadas por un máximo de 4 personas. En los exteriores, sólo estará permitido el servicio en barra en los niveles 1, 2 y 3, siendo el consumo en mesas. La Junta ha pedido a estos establecimientos un registro de entrada para controlar la trazabilidad de posibles contagios.
Recomendaciones
El Ejecutivo andaluz ha vuelto pedir a las policías locales un mayor control para evitar las concentraciones de jóvenes para consumir alcohol. Las 'botellonas' son uno de los principales focos de contagio y por ello ya se instó a limitar la venta de alcohol o el cierre de los parques municipales. Ahora también se recomienda cerrar las playas de 23:00 a 7:00 horas en aquellas localidades costeras en niveles 2, 3 y 4 de alerta sanitaria. El 'comité de expertos' ha destacado “el rápido ascenso del indicador de la incidencia acumulada con especial relevancia en población joven”, como ha expresado al término de la reunión Aguirre.
Este mismo martes ya se conocía la suspensión de la Feria de Málaga. En esa línea se ha recomendado que “no se celebren fiestas, verbenas, romerías ni otras actividades festivas populares mientras continúe la situación epidemiológica actual”. Otra de las advertencias es evitar las reuniones o fiestas privadas donde se agrupen más de 10 personas.
Las medidas, que entrarán en vigor a las 00.00 horas del próximo jueves 22 de julio, se producen en una jornada donde Andalucía ha registrado una tasa de incidencia acumulada de 418,5 casos por cada 100.000 habitantes, la más alta desde el 17 de febrero cuando se alcanzaron los 411,2 puntos, según los datos de la Consejería de Salud y Familias. Ha sido la decimonovena subida consecutiva en un día en el que además se han contabilizado 3.687 casos positivos y 9 fallecimientos.
Mucha “prudencia”, pocas medidas
El empeoramiento de la situación epidemiológica en Andalucía impide continuar con el plan de desescalada. La variante 'Delta' tiene “una mayor capacidad de transmisión” por lo que “si bien las actuales coberturas de vacunación continúan en ascenso, no se puede descartar que el mayor número de casos pueda empezar a influir en los indicadores de presión asistencial”, ha expresado Aguirre. Este martes se han registrado 858 personas ingresadas, 160 más que este lunes. De estas hospitalizaciones, 147 están en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI).
La Junta sigue atrapada en su propia fase de “estabilización” cuyas fechas originales estaban fijadas del 9 al 31 de mayo. Los llamamientos a la “prudencia” se han repetido en las intervenciones de los dirigentes andaluces, pero las restricciones sanitarias para frenar la multiplicación de los casos en las últimas semanas han sido mínimas. La estrategia autonómica es la de “seguir intentando compatibilizar lo que es la actividad económica con la situación sanitaria”, como afirmó el vicepresidente de la Junta de Andalucía, Juan Marín.
Tras el estado de alarma Andalucía amplió hasta la medianoche el horario de bares y restaurantes siendo la primera comunidad autónoma en abrir el ocio nocturno, y hasta las 2:00 de la mañana. Cuando se acercó la fase de “avance”, prevista entre el 1 y el 21 de junio, el aumento de los contagios congeló cualquier atisbo aperturista. Llegó el “stanby” debido a la pausada evolución de la pandemia en Andalucía. Ahora, queda lejos la fase de “normalización”.
A la propuesta del toque de queda y a la limitación de los aforos en la hostelería y en el ocio nocturno le han precedido dos ampliaciones horarias hasta la 1:00 de la madrugada: la de las heladerías (15 de junio) y la de los establecimientos de hostelería al aire libre (6 de julio). Además, Aguirre reconoció que los objetivos marcados por su consejería para el plan de la desescalada no se habían cumplido antes de posponer la reunión del 'comité de expertos' del pasado 29 de junio.
La vacunación es “la obsesión” del Ejecutivo andaluz, único parámetro con el que cumple según su hoja de ruta. En Andalucía se han administrado más de 9,3 millones de vacunas. El 73% de la población mayor de 16 años ya tiene una dosis puesta mientras que el 63% cuenta con la pauta completa.