La Junta de Andalucía pretende que el gasto en I+D+i en la región llegue hasta el 2,2% del PIB (producto interior bruto) en 2020, cuando en estos momentos supone apenas el 1,1%. Es el gran objetivo recogido en la Estrategia de Innovación 2020, aprobada este martes por el Consejo de Gobierno y donde se establecen los criterios para priorizar la investigación en la comunidad autónoma y caminar hacia “un sistema productivo más moderno y capaz de generar empleo”.
El consejero de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo, José Sánchez Maldonado, ha destacado la importancia de esta estrategia porque “el conocimiento es la única ventaja que tienen los territorios para competir”. Este plan se ha aprobado en un contexto generalizado de reducción del gasto en I+D+i en el país y se respalda en el marco de financiación de la UE. De hecho, la dotación vendrá fijada en junio cuando la UE decida el reparto de fondos, pero se espera que supere los 1.000 millones de euros.
Otros objetivos
El consejero ha reconocido que para llegar a ese 2,2% del PIB en gasto en I+D+i en cinco años, “todavía queda un buen trecho”, pero se quiere hacer posible gracias a este marco. No es el único objetivo de la planificación, sino que recogen otros, como que el sector privado represente el 50% de la inversión en este campo, cuando en estos momentos supone un tercio. Igualmente se quiere incrementar el número de personas dedicadas a la innovación en Andalucía en un 20%, y hasta un 50% la cifra de producción de patentes, así como llegar hasta un 100% de cobertura de banda ancha rápida, que un 50% de los hogares estén conectados a redes con velocidad de más de 50 megabytes por segundo y que el 100% de las empresas interactúen con la administración a través de internet.
Con ello, los retos son mejorar la capacidad de innovar de Andalucía; lograr que el conocimiento sea un signo de identidad de la región; que sea el verdadero motor del crecimiento; que el sector privado lidere estos procesos; conseguir que la comunidad autónoma sea referente internacional en I+D+i; lograr pleno acceso de las empresas y la ciudadanía a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC); captar recursos externos que propicien un desarrollo más rápido; y que las administraciones sean altamente innovadoras.
El documento ha sido elaborado por un grupo de expertos y ha sido sometido luego a exposición pública para recibir aportaciones. “Por primera vez en la historia de la planificación en Andalucía (...) el comité de dirección no ha estado compuesto sólo por personas del gobierno sino por empresarios y otros agentes implicados”, ha precisado el consejero.
En paralelo se ha aprobado la orden de incentivos de la agencia de Innovación y Desarrollo de Andalucía (IDEA) para pymes y autónomos. La primera convocatoria, vigente hasta el 31 de diciembre de 2015, cuenta con una dotación e 112 millones de euros hasta 2018. Para elegir los proyectos se valorarán variables como la generación de empleo y que éstos planteen el retorno de talentos que hayan tenido que emigrar.