La sanidad privada sigue ganando peso en Andalucía, a costa de “los presupuestos de salud más elevados de la historia”, como defiende el Gobierno del PP. Y es que si crecen las partidas para la sanidad pública -como ocurre en prácticamente todas las comunidades autónomas y año a año, salvo contadas excepciones- también lo hacen las partidas destinadas a conciertos. Según el informe presentado este jueves por el Instituto para el Desarrollo y la Investigación de la Sanidad (IDIS), entre 2021 y 2022 el presupuesto para conciertos creció un 0,6% en Andalucía, sólo superada por la Comunidad de Madrid (0,7%), mientras que en la mayoría se redujo [ver gráfico más abajo].
De hecho, las partidas para conciertos han seguido incrementándose desde entonces, pasando de 558 millones de euros en 2023 a 579 en 2024. No obstante, fue entre 2021 y 2022, superada ya la pandemia, cuando más crecieron estas partidas: de 463 a 540 millones de euros.
La evolución, como se ha indicado, es al alza. elDiario.es Andalucía ya publicó que el presupuesto estimado por el Gobierno de Andalucía para reducir las listas de espera en la sanidad a través de contratos a dedo con clínicas privadas –sin publicidad ni concurrencia competitiva– es más del doble de lo previsto, hasta 275 millones de euros.
En cualquier caso, Andalucía sigue lejos de Cataluña, la de mayor porcentaje de gasto en conciertos sobre su total, con un 22,7%, cuatro veces y media más que Andalucía (4,4%), seguida de la Comunidad de Madrid y las Islas Canarias con un 12,4% y 7,2%, respectivamente. En el resto de las comunidades autónomas, el gasto en conciertos representa un 4,8% de media. ¿Y a qué se destina? En el caso de Andalucía, según el mismo informe, en 2024 más del 40% del presupuesto se va en contratos con instituciones privadas; y en segundo lugar, en transporte sanitario, en torno a un tercio; y servicios de diálisis, con cerca de un 14%.
En el conjunto del país, el gasto sanitario privado representa un 3,1% con respecto al PIB, siendo de los más altos de la Unión Europea, sólo superada España por Portugal (4,1%), Grecia (4%) y Malta (3,6), según el Sistema de Cuentas en Salud. En el extremo opuesto, Luxemburgo (0,8%).
En medio del casi siempre cuestionado sistema público de salud, también continúa el auge de los seguros privados. Son ya 1.840.928 los andaluces que cuentan con póliza, con lo que se acercan a la cuarta parte del total. Entre 2018 -último año del PSOE en la Junta de Andalucía- y 2023 se ha registrado un incremento anual del 3,9 en número de asegurados y 6% en el volumen de primas. Destaca especialmente el boom de estos seguros privados con la coyuntura de la pandemia, dado que pasaron de tenerlos 1.670.742 andaluces en 2020 a contratarlos 1.756.661 en 2021.
En el mismo informe se ofrecen también estadísticas sobre el gasto sanitario per cápita, tanto público como privado. El peso del gasto sanitario per cápita se ha reducido porcentualmente en la sanidad pública entre 2021 y 2023, pasando de ser del 72,6% a un 72,2% el pasado año, mientras que en la sanidad privada ha crecido en el mismo periodo de un 27,4% a 27,8%.
Precisamente, el Ministerio de Sanidad acaba de publicar sus estadísticas de gasto sanitario público per cápita, si bien son datos correspondientes a 2022 porque siempre arrastra la espera de las liquidaciones de las comunidades autónomas para este cálculo. En ese informe, Andalucía sigue a la cola, con 1.533 euros por habitantes (la media son 1.769). En 2021 fueron 1.486, por lo que sigue un crecimiento anual muy alejado de la cifra de 2020, cuando con motivo del coronavirus todas las comunidades autónomas inyectaron grandes partidas a la sanidad.
En este contexto, la fundación IDIS destaca también que el sector sanitario privado cuenta en Andalucía con más de la mitad de los hospitales, con un total de 59, aunque por sus menores dimensiones representan la cuarta parte de todas las camas disponibles, en concreto, 5.643. En los mismos se lleva a cabo ya casi el 45% de las intervenciones quirúrgicas.
“El papel del sistema sanitario privado es obvio, como queda demostrado en este informe. El público y el privado son vasos comunicantes entre sí, por lo que si a uno le va mal al otro también, y viceversa. En este sentido, reivindicamos aprovechar las sinergias y recursos de ambos según se puedan necesitar para tener un sistema más accesible, más resiliente y más robusto que permita dar servicio a los pacientes”, ha dicho el presidente de la fundación, Juan Abarca.
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