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La vida más allá del 15M en Andalucía

eldiario.es/andalucia

Han pasado dos años, y en Andalucía el 15M continúa su camino diversificado en distintos movimientos que se centran en reivindicaciones concretas, acción directa en barrios, y unos objetivos de marcado carácter social y participativos. Siguiendo el sendero iniciado en las concentraciones en la Puerta del Sol de Madrid en mayo de 2011. Los objetivos de los indignados andaluces, en cualquier caso, parecen intactos: una democracia participativa y social, que no siga las directrices del mercado económico.

Así, dependiendo del lugar, el 15-M ha evolucionado en un sentido u otro. En Almería el movimiento se ha diversificado mucho, mientras que en Huelva se ha centrado en denunciar que los ayuntamientos impiden grabar los plenos municipales. Córdoba está representada en pequeñas asambleas, que trabajan a pie de barrio y colaboran con otros colectivos surgidos del original, fundamentalmente la plataforma Stop Desahucios, al igual que en Granada. El 15M Málaga también ha migrado a los barrios, con iniciativas sociales como ‘Er Banco Güeno’.

Esta es la vida más allá del 15M que se reparte por Andalucía

Almería

El 15M continúa vivo en Almería. Metódicos en su logística organizativa, se reúnen todos los domingos a las 19.00 horas en la Plaza Juan Cassinello de la capital, más conocida como Plaza del Educador. Allí celebran asambleas con el mismo objetivo con el que arrancaron hace ya dos años: intentar cambiar el sistema.

Bien es cierto que los integrantes del grupo original se han diversificado en nuevas asociaciones. “El 15M es hoy algo más que las míticas asambleas. Hemos abierto una puerta a otras muchas actividades”, aclara Raúl Quinto, escritor y activista del 15M.

La PAH, las distintas mareas ciudadanas ( Verde, Blanca, Naranja, Roja, Violeta), el Grupo de Acción y Reflexión, la Asamblea Ciudadana Constituyente y asociaciones culturales o ecológicas como La Oficina - Producciones culturales, Retama y la Cooperativa integral en Cabo de Gata, son otros movimientos sociales surgidos a partir del 15M.

“Todos nosotros colaboramos día a día con las diferentes grupos de Almería”, señala Miguel Ángel Marín, quien apunta que “el objetivo es que los ciudadanos luchen por el cambio desde el movimiento más afín a cada persona”.

Estas nuevas asociaciones están impregnadas de los conocimientos adquiridos durante los días de acampada, y trabajan de forma activa en la idea de 'un mundo mejor es posible'. “En el caso de la PAH, fuimos los propios miembros del 15M en Almería los que empezamos la recogida de firmas para la ILP”, explica Raúl Quinto. La participación con esta asociación es total. “Acompañamos a los afectados por las hipotecas a los bancos y los apoyamos día a día, en su lucha”, cuenta Miguel Ángel Marín.

“El proceso es largo, pero es cuestión de tiempo que el sistema cambie. El 15M ha sido como una escuela para todos. Ahora solo falta una fuerza política que vaya en esta dirección para poder poner estos conocimientos en práctica”, apunta Raúl Quinto.

Cádiz

El 15M llegó a Cádiz puntual. Unas 3.000 personas se sumaron en la capital de forma espontánea a la movilización general del país hace justo dos años. Mientras cientos de personas acampaban en Sol, varias decenas lo hacían en la Plaza del Palillero, en el casco antiguo gaditano. Como los primeros, fueron desalojados algunos días después.

Superada la euforia inicial, el movimiento derivó hacia las asambleas de pueblos y barrios. Sólo en Cádiz llegó a haber siete en otros tantos barrios. Hoy, según explica el activista Juan Cejudo, los esfuerzos se han concentrado en dos asambleas, la de San Mateo y la del Casco Histórico.

La primera cuenta con alrededor de 15 personas activas y la segunda, con unas 10. Ambas organizan reuniones semanales y ha concentrado sus esfuerzos en la reivindicación del derecho constitucional a la vivienda digna, a través de la oposición a procesos de desahucio y la denuncia constante de las fincas y solares propiedad de las administraciones que están vacíos, sin uso. “Son más de 100”, contabiliza Cejudo. Además de la comisión de vivienda, el movimiento 15M gaditano mantiene operativa otra comisión de comunicación, que mantiene conectadas a alrededor de 300 personas.

“El 15M es un espíritu que ha contagiado a personas de todo el país que hoy siguen trabajando”, sostiene Lorenzo Jiménez, activista del 15M y conocido en las últimas semanas por dos hechos: su discurso de espaldas al Pleno del Ayuntamiento de Cádiz mientras una concejala del PP hacía muecas y le grababa en el móvil; y su condena a quince días de localización permanente justo por negarse a pagar una multa impuesta por varios agentes de la Policía Local que le pidieron que retirara unos carteles informativos de la campaña de vivienda del 15M en la plaza de El Palillero.

Jiménez valora que el movimiento haya sido capaz de “romper la pasividad y la inactividad de muchas personas”. Defiende que las alrededor de treinta personas que participan de forma activa en el movimiento 15M gaditano le han enseñado a “trabajar concienzudamente” en las reivindicaciones sociales, y en el desarrollo de proyectos concretos, como por ejemplo el caso de viviendas y fincas públicas sin uso en la capital.

Córdoba

En Córdoba, el corazón del movimiento 15M latió hace dos años en pleno centro de la ciudad, en el bulevar del Gran Capitán. Allí se concentraban centenares de personas para celebrar asambleas y muchas de ellas permanecieron acampadas como se hizo en muchas otras ciudades del país. Ahora, el movimiento sigue vivo, pero de forma distinta. Han pasado del centro, a trabajar más en los barrios con seis asambleas (Axerquía norte, bulevar, distrito sur, norte, poniente sur y santuario) que gozan de una independencia absoluta para programar actividades, reuniones, talleres, debates o actos de protesta.

Todas las asambleas tienen su propia página web y una general, en la que se puede seguir el día a día de las asambleas, sus actas y todas las actividades que se celebran. El 15M de Córdoba también tiene en la ciudad grupos de trabajo inter asambleas de sanidad, foro social, una auditoría de deuda y el más relevante y activo: la plataforma Stop desahucios.

Ana Rueda es miembro de la asamblea Bulevar detalla que sus miembros se reúnen todos los jueves de la semana. Unos jueves se celebra asamblea,y otros suelen organizar talleres, como algunos de soberanía jurídica, sobre deuda o sobre no violencia. En la asamblea Axerquía norte están promocionando el comercio de barrio, han luchado para evitar que se cerrara una escuela municipal y ahora quieren poner en marcha un banco del tiempo.

Asimismo, hay un grupo denominado 'Barrios despiertos', una “organización política nacida al calor del 15M, con sede en los barrios. Su propósito es reactivar y potenciar un tejido asociativo fuerte y valiente, que sea la base para una resistencia popular verdadera”, dicen de si mismos. Barrios despiertos se alejó del movimiento asambleario que se creó en el centro de la ciudad hace dos años al surgir ciertas diferencias en las prácticas que había que ejecutar para continuar con el movimiento de los 'indignados'.

Granada

El derecho a una vivienda y la lucha contra la represión son los dos principales movimientos incluidos en la plataforma del 15M de Granada. La llamada Acampadagranada ha centrado su trabajo principalmente, explican sus componentes, “en el drama de los desahucios y el terror de los desahuciados”, quienes “están abocados a vivir en la marginalidad el resto de sus vidas”. Stop Desahucios se ha convertido en uno de los puntos fuertes de Granada, con una lucha para ayudar a los amenazados por lo que denominan “gran crimen amparado por la legalidad y perpetrado por los bancos”.

El otro gran movimiento representado en Granada es Stop Represión, surgido para luchar contra las multas puestas a los diferentes miembros de este movimiento a lo largo de estos dos años. Según aseguran, “en este tiempo los participantes del 15M se han enfrentado a multas por un valor conjunto que ronda los 50.000 euros”. Además, dicen que muchas de estas sanciones son impuestas utilizando sólamente “la identificación visual, sin pedir la documentación, algo que no siempre es legal”.

El resto de componentes del 15M está integrado en asambleas de barrio como las del Realejo y el Zaidín, así como los grupos de Inmigración y Medio Ambiente.

El 15M granadino mantiene la misma filosofía con la que nació: luchar “contra el sistema y sus intermediarios políticos que no representan los intereses de la sociedad”. Para los componentes de Granada, “estamos subyugados a los deseos de los mercados financieros, donde solamente tienen poder de decisión las grandes empresas y el poder económico”.

Huelva

Huelva y el 15-M ha centrado sus esfuerzos en los últimos meses en garantizarse el derecho a grabar los plenos, sobre todo después del incidente del pasado 22 de marzo, cuando intentaron tomar imágenes de la asamblea municipal y fueron expulsados del Salón de Plenos de la capital. De nada sirvieron las reclamaciones y la amenaza de denuncia, porque en los plenos posteriores volvieron a toparse con la negativa en sus repetidos intentos. Adheridos a la iniciativa nacional 'Graba tu pleno', el 15M onubense está dispuesto a llegar hasta las últimas consecuencias, incluso a los juzgados, y observan como el fenómeno se extiende, en este caso a Valverde del Camino.

Su actividad también se mantiene especialmente viva en las redes sociales para asuntos de ámbito nacional como los desahucios, la insumisión fiscal o la corrupción. Otra cosa es la calle. La última llamada apenas tuvo respuesta, el pasado 2 de febrero. La Plaza de la Constitución, pórtico del Ayuntamiento, fue una vez más el lugar elegido, esta vez para protestar por la corrupción a raíz del ‘caso Bárcenas’. No se pasó de la decena de indignados.

Jaén

El movimiento 15M en Jaén fue un poco a remolque del resto de Andalucía. La acampada se mantuvo durante varios días en la Plaza de la Constitución y finalmente se disolvió. Después, secundaron una movilización de ámbito nacional, meses más tarde. El 12 de mayo del año pasado volvieron a convocar y a reunir a unas 2.000 personas en una manifestación por el centro de Jaén. En las últimas semanas, Democracia Real Ya Jaén se ha reordenado, ha celebrado un encuentro y de ahí han partido nuevas iniciativas.

Málaga

En la ciudad de Málaga el 15M ha migrado a los barrios. Allí tienen distintas iniciativas sociales, trabajan con Stop Desahucios y la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, y ayudan, en la medida de sus posibilidades, a las personas que requieren del movimiento para solventar sus problemas.

Entre las iniciativas más destacadas que ha apoyado el 15M está el denominado 'Er Banco Güeno'. Situado en una de las zonas más castigadas por la pobreza de la capital malagueña, la barriada de La Palmilla, un grupo de vecinos encabezados por 'El Chule' tomó el pasado mes de diciembre una oficina vacía de Unicaja. En poco tiempo lograron habilitarla para que en vez de gestionar el dinero de los vecinos que allí tenían sus cuentas, pudiese ofrecer comidas a todos aquellos que lo necesitaban de forma auto gestionada.

José Cosín es abogado. Coordina la Oficina de Derechos Sociales y Civiles de 'Er Banco Güeno' y destaca que esta iniciativa funciona porque “a todos los que vienen por aquí les pedimos que se involucren y lo hacen”. Los alimentos llegan de donaciones privadas y del Banco Público de Alimentos. En la actualidad reparten unos 30 desayunos, 500 almuerzos y 100 cenas cada día.

Curro es una de las personas que trabajan como voluntario en el 'Er Banco Güeno'. En paro, desde hace dos meses, está detrás de la barra sirviendo comidas. Su padre, también en desempleo, es otro de los voluntarios. Juan acudió a ayudar cuando se quedó parado. “Me voy contento todos los días pese a ser duro lo que veo”, asegura mientras se prepara para servir las primeras cenas de la tarde. Su mujer también acude cada jornada, aunque lo hace por las mañanas para preparar la comida junto a las demás cocineras.

En la actualidad, están en contacto con Unicaja para que les permita seguir ocupando esta oficina situada en el corazón de La Palmilla.

Sevilla

Desde que hace dos años las setas de la Plaza de la Encarnación albergaran las primeras concentraciones que alumbraron el 15M, el movimiento ha tenido vida propia en varias vertientes.

Quizás, la más activa venía definida por una necesidad social acuciante: el problema de la vivienda. De las asambleas de barrio del 15M surgió la Intercomisión de Vivienda de Sevilla. Y de ahí, la creación por distritos de Puntos de Información de Vivienda y Encuentro (PIVE), que sirven para prestar asesoría jurídica, apoyo, y buscar soluciones a familias desahuciadas o a punto de estarlo.

Una de las iniciativas clave llegó con el nacimiento de las corralas. Familias que se organizan para ocupar edificios abandonados o en desuso. Desde que en mayo de 2012 naciera la Corrala la Utopía, Sevilla ha visto brotar cinco más y también han comenzado a extenderse fuera de la capital: Alcalá de Guadaira, Villanueva del Río y Minas, Mairena del Alcor,El Viso del Alcor y Tocina Los Rosales

Más allá de la vivienda, hay voluntad de llenar de actividad los barrios, y facilitar la participación a la gente. Así, ha nacido recientemente el Centro Social La Soleá, en el barrio de San Pablo, ocupado, desalojado, y vuelto a ocupar en tan solo dos semanas y que desde hace escasos días ha comenzado a programar actividades. Ayer mismo se ocupó en San José de la Rinconada el Centro Social Hay Futuro (http://twitpic.com/cpscat).

El año pasado hubo también otro intento de ocupar el antiguo mercado de la Encarnación para sacar adelante un centro social, pero fue desalojado por la Policía y tapiado. Asimismo, otras reivindicaciones importantes como la lucha contra las desigualdades de género cristalizó en la creación del colectivo Setas Feministas, que ha mantenido viva su actividad hasta la fecha. Otras comisiones como las dedicada a asuntos laborales, autoempleo, de personal investigador, o de mejoras urbanísticas, han mantenido un perfil bajo

Por otro lado, el movimiento de la Plataforma de afectados por la Hipoteca, Stop Desahucios, las luchas sectoriales de las mareas de Educación o Sanidad, “si bien no surgen directamente del 15M, está claro que están impregnadas de ese espíritu”, explica Juanjo, activista del movimiento. En su opinión, “es la sociedad desde abajo la que se organiza y de ahí surgen iniciativas interesantes”, como es la Auditoría Ciudadana de la Deuda, o las candidaturas ciudadanas. Respecto a este último punto, Juanjo cree que “aquí el 15M se enfrenta a sus propias contradicciones”.

En estos dos años, el 15M supone un antes y un después en representación de los movimientos sociales, marcado con una respuesta masiva en las calles. “Antes del 15M había muchas luchas que de repente parecen converger ,y el 15M las retroalimenta, proyectándolas al futuro con un nuevo prisma”, explica. En su opinión, el 15M ha servido para poner sobre la mesa de una manera evidente que “hay movimientos ciudadanos en la calle que piensan y trabajan por una alternativa social, compartida por una mayoría, pero no se ha planteado como dar ese salto para cambiar el sistema”. Eso es lo que Juanjo se pregunta: “Se ha denunciado que éste es un sistema cerrado, antidemocrático, que no permite la participación... pero esto, ¿Cómo lo subvertimos?”

Para elaborar este artículo han colaborado con sus informaciones: Mónica León (Almería), Jorge Garret (Cádiz), Juan Javier Ríos (Córdoba), Ángeles Huertas (Granada), José Carlos Galván (Huelva), Concha Araujo (Jaén), Álvaro López Millán (Málaga), y Ramiro Navarro (Sevilla).