Cada año, desde hace ya una década, una ventana se
abre en Andalucía al cine que se hace en África, ese continente del que solo
nos separan 14 kilómetros y, sin embargo, con el que parece mantenerse una
distancia enorme que impide conocerlo a fondo. Con el objetivo de hacer esa
distancia más corta, hace ya diez años que surgió en Tarifa (Cádiz) el Festival
de Cine Africano que miraba de frente al continente del sur y que este octubre
celebra su década con su segunda edición en Córdoba como sede.
“Compartimos
mucha más historia con el norte de África que con el norte de Europa“, pone
sobre la mesa la directora del festival, Mane Cisneros, que en la gala de
apertura reflexionaba sobre ello. “Estos lazos, forjados durante siglos pueden
permitirnos generar riqueza. España tiene que mirar mucho más al sur“ explica a
eldiario.es/andalucia e invita a Córdoba a servirse del festival para hacer de
ella “una ciudad central y no periférica: el centro de un espacio mediterráneo
de cultura y paz“.
El
Festival de Cine Africano, que se celebra entre el 11 y el 19 de octubre en
Córdoba, se ha convertido así en una cita única en su ámbito en España y cabalga
entre la consolidación de sus diez años desde su creación y su renacimiento en
Córdoba desde hace dos ediciones. “Para el equipo de organización del festival
es verdad que ya es un trabajo consolidado, pero a la vez queda mucho recorrido
por hacer“ en su nueva sede, comenta Cisneros. Se trata de ”un trabajo en
equipo con la ciudad“ que, en esta edición ya ha duplicado las cifras de
asistencia a las primeras proyecciones de películas con respecto a 2012.
Educar la mirada hacia África
Educar la mirada hacia África
En
total, el público tiene la oportunidad de asistir a 120 proyecciones de 70
películas, 27 de las cuales entran en concurso. Hasta aquí llegan producciones
de 32 países distintos y una larga lista de actividades paralelas por toda la
ciudad, en los barrios, con público de todas las edades, que pretenden que el
Festival de Cine Africano se inocule en la vida de los ciudadanos.
“Se
trata de educar la mirada hacia nuestros vecinos“, dice Cisneros.
Y su reto es
hacerlo, para que “Córdoba sienta el festival como algo propio”, con acciones
en los colegios durante todo el año, de manera que cuando llegue octubre, la
cita con el encuentro de cine sea ya algo esperado por los niños “que son el
futuro de la sociedad“.
Un presupuesto golpeado por la crisis
Un presupuesto golpeado por la crisis
Multiplicar
esas actividades paralelas del festival es, como dice su directora, un gran
reto. Y más teniendo en cuenta la reducción drástica del presupuesto debida a
la crisis. Esta edición se ha organizado “a golpe de sacrificio”, con un
presupuesto de 200.000 euros y recortando en todas las partidas posibles. “El
mayor montante presupuestario ha sido la generosidad y la solidaridad para
hacer posible el festival“, destaca su directora.
Y es que la crisis ha
hecho que esta edición del décimo cumpleaños del festival se celebre con el
presupuesto más austero. De hecho, han dejado de apoyarlo económicamente la gran mayoría de las administraciones que le
financiaban en años anteriores. El Ministerio de Asuntos Exteriores, la Agencia Española de Cooperación Internacional, el Ministerio de
Cultura, la Casa África, la Junta de Andalucía ya no realizan aportaciones
económicas este año en el Festival. Tan sólo lo hace el Ayuntamiento de Córdoba
como administración pública y dos empresas privadas que han decidido apostar
por esta cita con el cine.
Más allá de eso, el festival y su
alfombra roja se mantienen en distintos lugares de la ciudad. Las proyecciones
y eventos del festival se dan cita desde el Teatro Góngora, a la Casa Árabe, la
Sala Vimcorsa, el Centro Cultural Rey Heredia o el Instituto Andaluz de la
Juventud. “La programación ha tenido muy buena acogida”, señala Mane Cisneros y
explica que “el público se ha involucrado en el recorrido del festival que es
un camino que hay que hacer poco a poco“.
Competición, actividades paralelas y 50 años de cines africanos
Competición, actividades paralelas y 50 años de cines africanos
Para ese público se ha programado la
retrospectiva '10 Fragmentos de un Discurso Amoroso Africano', que ha
organizado este año el festival para revisar más de 50 años de cines
africanos: una selección de diez películas que giran en torno al amor. Esta actividad
tiene mucho que ver con el propio festival y es que este 2013 se cumplen diez
años desde que un colectivo decidiera unir su amor por los cines africanos bajo
la forma de un festival de cine, convirtiéndose así en esta iniciativa única en
nuestro país.
La programación fílmica del festival
se distribuye en ocho secciones oficiales, tres de ellas competitivas: 'El
Sueño Africano' (largometrajes de ficción), 'Al Otro Lado del Estrecho' (largometrajes documentales) y 'África en Corto' (cortometrajes documentales y
de ficción).
Y además, en las no competitivas se puede ver 'La Caja de Pandora', una selección
de películas de temática africana realizadas por cineastas occidentales,
mientras que 'África en Ritmo' reune los mejores títulos sobre danza y música
africanas y la serie 'Carta Blanca al EDOC' acerca al público una muestra
representativa de lo que fue el Festival de Cine Documental de Quito, con
películas de temáticas afro-descendientes.
El X Festival de Cine Africano
propone, además, el 'Espacio Profesional' dedicado a promover el conocimiento
mutuo y la cooperación entre los profesionales de los cines de África, España y
el resto del mundo. En este sentido, la Casa Árabe acoge el V Foro de
Coproducción 'África Produce' y una serie de conferencias y mesas redondas, así
como los Aperitivos de Cine, encuentros entre los cineastas, los periodistas y
el público donde se habla en profundidad de las películas programadas en
competición.
Cabe destacar una de las actividades
paralelas de esta edición, enfocada a jóvenes profesionales:
el Curso-Taller de Crítica de Cine. Con el objetivo de ofrecer una introducción
a la teoría y práctica de la crítica cinematográfica y de la comunicación
cultural, cuenta con la dirección del crítico Alfonso Crespo y con las clases
magistrales de Beatriz Leal Riesco y Olivier Barlet, entre otros.
Y como el Festival de Cine Africano
no se limita a las salas de proyección, su amplio programa de actividades
paralelas incluye cuentacuentos, proyecciones en los barrios, una exposición de
fotografía y encuentros con distintas ONGs de la ciudad. Además, como novedad
de esta edición, el equipo de voluntariado, formado por cerca de ochenta 80 personas ha organizado una serie de actividades previas al desarrollo del
f estival, entre las que destacan las sesiones formativas del voluntariado, la
proyección en el centro de menores o el encuentro entre los voluntarios y
empresarios.