“La Unión Europea (UE) mira para otro lado”. Con tristeza, indignación y escasa esperanza de que el Viejo Continente cambie su política respecto a los flujos migratorios de personas de África hacia Europa. Así se ha celebrado la rueda de prensa que anualmente convoca por estas fechas la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA) para trasladar a la opinión pública su informe anual 'Derechos Humanos en la Frontera Sur'. En esta ocasión, más allá de las causas y consecuencias a las que trata de dsar respuesta el estudio, el encuentro con los medios se ha centrado, inevitablemente, en el naufragio este fin de semana de un pesquero con aproximadamente un millar de personas al norte de Llibia.
Rafael Lara, coordinador del área de solidaridad internacional de APDHA, no confía en que otra “masacre” de estas características haga variar demasiado el posicionamiento de las políticas migratorias europeas. “A nosotros nos empieza a dar vergüenza ser de la Unión Europea”, ha sentenciado, apuntando que el balance migratorio 2014, entre otras cuestiones, ha registrado una cifra de muertos o desaparecidos muy similar a la del año 2013 en l oque respecta a las fronteras marítimas españolas (131 personas).
Respecto a la actitud que tome el Gobierno de España en el encuentro de ministros de Asuntos Exteriores y de Interior de la UE este lunes en Luxemburgo, los representantes de APDHA tampoco esperan que el Ejecutivo de Rajoy “vea la luz” o “le entre un ataque de humanidad” al presidente del Gobierno después de que, hace escasamente un mes, nuestro país no apoyara en Europa la propuesta para que la Agencia Europea de Control de Fronteras (Frontex) tenga también encomendado el objetivo de búsqueda y rescate de inmigrantes.
'Las políticas migratorias europeas han convertido el Mediterráneo en una enorme fosa común: un año dramático para los inmigrantes' es el premonitorio título de uno de los primeros capítulos del informe anual de APDHA, donde se denuncia que los estados miembros “intentan cerrar herméticamente las fronteras de un espacio considerado por los inmigrantes como su única esperanza de supervivencia”. En ese punto ha insistido Rafael Lara durante su comparecencia, resumido en su afirmación de que “el leitmotiv de la política europea es impedir que las personas inmigrantes salgan de su país de origen”, criticando su “cinismo e hipocresía” al prever de la reunión de Luxemburgo “una declaración grandilocuente” que ofrecerá “las mismas medidas con idéntico resultado”.
España, Grecia o Italia, “al servicio de los países del norte de Europa”
Carlos Arce, coordinador del área de inmigración de APDHA, ha recordado en este sentido las cuatro propuestas ante el drama de la inmigración para implicar al Gobierno de España y a la Unión Europea. A juicio de los representantes de APDHA, los países del norte de Europa dejan en manos de los del sur los mecanismos de control de la inmigración procedente del norte de África, independientemente de cómo y aun a costa de la “vulneración de derechos fundamentales”.
Según ha explicado Arce, estados como Italia, España o Grecia son “países de paso” pero ejercen un papel de “segunda barrera de control al servicio del norte de Europa”. Y el mensaje es claro: “parar a los flujos migratorios subsaharianos”. Es también, según Lara, “un resquebrajamiento de la UE”, porque “los países del norte no se sienten concernidos. ”Insisten en que hay que impedir que lleguen, y si se mueren por el camino, pues que no se suban a los barcos“, ha comentado Lara.
APDHA ha recordado en ese sentido, como hace también en el estudio, los episodios de las muertes en El Tarajal o la concentración de barcos llegados a Tarifa (Cádiz) a mediados del último agosto, que están teniendo “alguna respuesta judicial gracias a la labor de colectivos sociales”. Arce, en esa línea, ha hecho “una llamada”, principalmente al Defensor del Pueblo español, a recurrir constitucionalmente el “engendro jurídico” y “aberración contra los derechos humanos” el “intento burdo” de España de legalizar las denominadas 'devoluciones en caliente'.
En uno de los capítulos del informe se analiza con mayor detalle el papel que viene jugando Marruecos en la contención y rechazo de la inmigración subsahariana y las consiguientes violaciones de derechos humanos provocadas. Excepto en el corto período del 10 al 13 de agosto, el control de las costas marroquíes dificultan de forma extrema la salida de pateras y balsas hacia las costas españolas, señala el informe.
Incremento destacado de las entradas en Melilla
“¿Y qué Europa estamos construyendo si culpamos a las mafias y dejamos en sus manos polìticas de protección internacional?”, se ha preguntado retóricamente el coordinador del área de inmigración, lamentando “el enorme coste humano de las políticas de cierre de fronteras”. El informe completo de este año de APDHA también pone el foco en la situación de las personas inmigrantes en las fronteras de Ceuta y Melilla, en las “vulneraciones de derechos humanos” que se están produciendo en Marruecos y en las políticas migratorias y de control de fronteras europeas.
También se incluye un balance migratorio de 2014, año durante el cual se ha producido un notable incremento de inmigrantes interceptados en la frontera sur de España. En concreto, según el seguimiento de la APDHA, un total de 11.146 inmigrantes fueron interceptados por las fuerzas españolas en Ceuta y Melilla, peñones, costas peninsulares, Baleares y Canarias, frente a las 7.550 del año 2013, lo que supone un incremento de casi un 50%.
En relación a las ciudades de Ceuta y Melilla, es por Melilla donde se ha producido el incremento más importante de entradas durante el año 2014 (de 2.508 a 4.952), ya que en Ceuta la cantidad de personas fue similar a la de 2013. El estudio detalla que el uso de neumáticas de juguete sigue incrementándose como método para llegar a la
península.
APDHA ha criticado también que el Ministerio del Interior no haya ofrecido aún su balance de inmigración, lamentando que los esté “cocinando” de algún modo o que aproveche el momento político más oportuno para informar de los datos, criticando en su conjunto la gestión del “católico” Fernández Díaz, “el mismo ministro de las concertinas, de las alambradas, de las devoluciones en caliente”.