El consejero de Economía y Conocimiento, Antonio Ramírez de Arellano, ha celebrado que el Parlamento de Andalucía haya apoyado esta tarde por unanimidad de todos los grupos la aplicación de la bonificación al 99 por ciento de las matrículas universitarias a partir del curso 2017/18.
Asimismo, todos los grupos parlamentarios se han mostrado favorables a que la medida se ejecute con cargo a los presupuestos autonómicos, de forma adicional a la partida que ya reciben las universidades andaluzas.
Según indica la Consejería de Economía y Conocimiento en una nota, la medida, anunciada el pasado miércoles por la presidenta de la Junta en su comparecencia ante el Pleno en el debate sobre la situación política autonómica, consiste en la bonificación del 99 por ciento del coste de la matrícula universitaria para todos los alumnos que aprueben asignaturas en primera matrícula, tanto en grados como en másteres, habilitantes y no habilitantes.
De esta forma, según ha explicado, el primer año de carrera el estudiante pagará todos los créditos de los que se matricule, salvo que sea becario del Ministerio, y el resto de sus estudios podrá resultar prácticamente gratis si aprueba todas las asignaturas en primera matrícula, pues por cada crédito aprobado por curso en primera matrícula se abonará sólo el uno por ciento al año siguiente.
La medida se incluirá en el decreto de precios públicos del próximo curso universitario, y se desvincula de cualquier condicionante relacionado con la renta familiar, pues el foco de la bonificación radica en el esfuerzo y los resultados académicos del estudiantado. “Andalucía diseña un modelo de educación universitaria que blinda al alumnado capaz, evitando así el abandono de estudios por razones económicas y por problemas para afrontar el pago de los mismos”, ha subrayado Ramírez de Arellano.
“Habría que avanzar, como otros países de Europa, hacia las matrículas simbólicas o gratuitas”, ha expuesto el titular autonómico de Economía y Conocimiento, quien subraya la apuesta de la Presidenta por igualar la educación superior al resto de servicios públicos básicos esenciales, como la sanidad.
Esta medida, que terminará ahora de definirse a través del diálogo con las universidades públicas andaluzas, “es un paso más que da nuestra comunidad dentro de una estrategia diferenciada y propia, que se puso en pie en 2012 cuando el Gobierno Rajoy impulsó la subida de las tasas de matriculación universitaria”, ha continuado Arellano.
El consejero ha recordado que, tal como anunció la presidenta de la Junta, Susana Díaz, en el pleno, “las matrículas universitarias deben ser gratuitas para el que se esfuerza y cumple, y las becas deben ser un sustento a la renta de los estudiantes con menos recursos. El camino de la excelencia es el compromiso y los medios que lo acompañen”, ha manifestado.