- Uno de los miembros del grupo de presuntos abusadores, el Clan de los Romanones, pertenece a la Curia de Granada y es colaborador directo del arzobispo
Monseñor Javier Martínez, arzobispo de Granada, podría enfrentarse a la destitución si el Vaticano considera que intentó ocultar el caso de abusos sexuales por el que el Juzgado de Instrucción 4 de Granada investiga a 12 personas, tres sacerdotes como presuntos autores y otros siete religiosos y dos seglares como posibles cómplices. De hecho, este mismo miércoles 19 de noviembre Martínez ha dado explicaciones a la Plenaria de la Conferencia Episcopal española, y podría ser llamado a Roma antes de acabar la semana, según adelanta Religión Digital, el primer medio en desvelar el caso.
La actuación de Martínez está en cuestión desde el momento en que el propio Papa Francisco tuvo que llamar a la víctima, apodada 'Daniel' por Religión Digital para ocultar su identidad, para pedirle perdón en nombre de la Iglesia por los hechos recibidos, después de que, tras dirigirse a la diócesis de Granada, la respuesta de Martínez fuese “silencio, abnegación y rezar a la Virgen María”. También afeó a la víctima que contactase directamente con el Santo Padre tras su primera negativa a investigar y le dijo que “no daba crédito” a las acusaciones contra los presuntos encubridores, algo que indignó al joven, según publica Religión Digital.
El arzobispo ha explicado hoy que vive con un “profundo dolor” la investigación y, sobre la posibilidad de presentar su renuncia, ha dicho que su vida está en manos de la Iglesia y del Santo Padre. Lo hizo a la salida de la reunión de la Asamblea Plenaria de los obispos que se celebra en Madrid desde el lunes, y a la que ha acudido hoy por primera vez después de que se conociera la denuncia por abusos sexuales de un joven que ha llevado al Arzobispado a apartar del ejercicio a tres sacerdotes.
Abusos durante años
La denuncia fue interpuesta ante la Fiscalía Superior de Andalucía el pasado mes de octubre por un joven que en la actualidad tiene 24 años y que dice haber sido víctima de abusos sexuales durante varios años, aproximadamente desde los 13 o los 14 y hasta la mayoría de edad.
De confirmarse los hechos, se trataría de “la herida más grande” que podría sufrir “alguien que quiere a la Iglesia”, ha asegurado Martínez. No obstante, ha recalcado que los hechos se están investigando y que ahora son las autoridades judiciales y canónicas las que tienen que pronunciarse sobre la veracidad de la denuncia presentada.
Al conocer la denuncia, el Vaticano pidió al arzobispo que aplicara a los tres sacerdotes implicados en los supuestos abusos las medidas cautelares que establece la disciplina de la Iglesia. En la acusación interpuesta por el joven figuran el nombre de nueve sacerdotes y de dos seglares, de los que tres sacerdotes figuran como presuntos autores materiales de los abusos y el resto como encubridores o conocedores de los hechos.
Martínez ha explicado, asimismo, que aunque ha viajado al Vaticano tras conocer la denuncia, no ha hablado directamente con el papa Francisco sobre estos hechos. “Tiene muchas cosas que hacer y muy importantes y esto se resuelve a nivel de la congregación y el obispo que tiene que actuar de acuerdo con la disciplina de la Iglesia”.
Sin embargo, hay serias dudas sobre que el arzobispo haya actuado con celeridad en este tema. El líder del grupo de supuestos abusadores, el Clan de los Romanones, forma parte de la Curia diocesana de Granada, siendo por tanto colaborador directo de Martínez. Sobre la posibilidad de presentar su renuncia ante estos hechos ha afirmado: “mi vida no es mía, es del Señor a través de la Iglesia y del Santo Padre y lo ha sido siempre y lo seguirá siendo siempre
“Desaparecido” cuando debía dar explicaciones en Madrid
“Desaparecido” cuando debía dar explicaciones en MadridDurante las jornadas del lunes y el martes, Martínez estuvo ilocalizable. Estaba prevista su presencia, entre los días 17 y 21 de este mes, en la Plenaria de la Conferencia Episcopal que se celebra en Madrid. El domingo 16 el arzobispo había acudido a Cartagena, al entierro del obispo emérito, Javier Azagra, pero posteriormente y durante varias horas, la Conferencia Episcopal afirmaba que estaba en Granada y el Arzobispado de Granada que estaba en Madrid.
En realidad estuvo en Granada, reunido con miembros de la curia de su confianza y preparándose para lo que entiende es una inmediata llamada a capítulo a Roma. Se especula con que podría tener que dar explicaciones ante la Congregación para la Doctrina de la Fe, el nombre que recibe la antigua Inquisición y que hasta el comienzo de su pontificado dirigió el Papa emérito Benedicto XVI. No se descarta que Francisco destituye o pida la renuncia de Martínez.
De momento no se han producido detenciones por parte del magistrado titular del Juzgado número 4 de Granada, Antonio Moreno, aunque ha trascendido que los implicados son tres sacerdotes como principales acusados, otros siete religiosos como posibles encubridores y finalmente dos seglares. Según apuntaba el diario local Ideal, el principal acusado es un sacerdote “adinerado” de una congregación granadina. El caso se encuentra actualmente bajo secreto de sumario, aunque ha trascendido que puede haber al menos otras cuatro víctimas que se sumarán a la denuncia en breve plazo.
La Fiscalía Provincial de Granada, que denunció los hechos tras recibir la orden de la Fiscalía Superior de Andalucía ante la que presentó los hechos 'Daniel', emitió un comunicado la mañana de este miércoles recordando que el juzgado “decretó el secreto de las actuaciones para preservar la continuidad de las líneas de la investigación a desarrollar” y considerando que “esta continuidad se ha podido ver gravemente comprometida” por la aparición de datos sobre la investigación en prensa.