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“Fui a salvar vidas y puedo verme veinte años entre rejas”

María Iglesias

Miguel Roldán Espinosa nació hace 32 años en Cuevas Bajas (Málaga), pero hizo Ciencias de la Actividad Física y el Deporte (INEF) en Granada para convertirse en bombero. En 2013 sacó su plaza, por oposición, en Sevilla. “Soy bombero por mi vocación de rescatar. Y como, además, mi especialidad es el rescate en agua, en 2016, me lancé con la ONG española Proem-Aid a ayudar a los refugiados en Lesbos y, en junio de 2017, con la alemana Jugend Rettet al Mediterráneo central, entre Italia y Libia”, explica.

Por esta tarea en la que, durante veinte días fue uno de los dieciséis miembros de la tripulación del barco IUVENTA, Roldán Espinosa tiene abierto un proceso legal en Italia, en fase de investigación y con parte del sumario bajo secreto, que afecta a otros nueve cooperantes, los IUVENTA10, según se han auto-constituido. Son seis hombres y cuatro mujeres, la mayoría alemanes, él español, un portugués y una escocesa “que afrontan acusaciones con penas de hasta veinte años de prisión”, detalla por teléfono desde Alemania Theresa Leisgang, responsable de comunicación de IUVENTA10.

La ONG Jugend Rettet –traducible como Los jóvenes rescatan- se fundó en Alemania, en 2016. “Comenzó un grupo muy joven, apenas universitarios, incapaz de soportar tantas muertes en el mar y una pareja actuó como mecenas donándoles el barco IUVENTA”, rememora Leisgang cuyo vínculo no es con esa ONG sino con los IUVENTA10. Jugend Rettet estuvo operando hasta que, el 2 de agosto de 2017, las autoridades italianas inmovilizaron su barco, el IUVENTA, en el puerto de Trapani e iniciaron una investigación por supuesto tráfico de personas. Tras lo cual no ha puesto en marcha ninguna misión de rescate marítimo. La historia de la confiscación del barco se cuenta en el documental IUVENTA, en cines, según Leisgang.

Pero en junio de 2018, diez de los voluntarios que colaboraron en sus misiones, “salvando hasta a 14.000 migrantes del ahogamiento”, según sus datos, recibieron de sus respectivas policías nacionales notificación traducida a su idioma y 550 páginas de la justicia italiana sobre la investigación contra ellos por supuestamente promover el tráfico de migrantes de Libia a Italia.

“Gran parte de los extremos de la acusación están aún oscuros”, analiza Leisgang, “por el secreto de sumario. Pero nuestros abogados, Nicola Canestrini y Alessandro Gamberini (que también trabaja en los cases de Sea-Watch y OpenArms) nos dicen que la fase de investigación acabará en verano y que se abrirá juicio oral, si no contra todos, contra algunos de los IUVENTA10”, declara la portavoz, que baraja costes legales de 500.000 € en un proceso de años.

“Por lo que se alegó el 2 de agosto de 2017 al inmovilizar el IUVENTA, suponemos que se parte del testimonio de un tal Pietro Gallo que iba, como oficial de seguridad, en uno de los doce barcos de ONGs que entonces rescataban en el Mediterráneo, el Vos Hestia de Save the Children y dijo haber visto ”cosas raras“, refiriéndose a que lanchas de migrantes que quedaban a la deriva luego volvían, se reutilizaban, o complicidad con traficantes. Cosas que yo desmiento categóricamente. Las acusaciones a la tripulación del IUVENTA, son falsas”.

Miguel Roldán estaba, en junio de 2018, de baja laboral por una severa enfermedad y había vuelto a la casa familiar en Cuevas Bajas (Málaga) para reponerse cuando le llamaron los compañeros del Parque de Bomberos de Sevilla para comunicarle la visita de la Policía Nacional. “Como aún estaba convaleciente de esta enfermedad tremenda, incluso la grave acusación era menos importante”, justifica que la noticia no haya salido a la luz. “Además”, aporta Leisgang, “a diferencia de grandes ONGs como Médicos Sin Fronteras o Safe de Children, que quizá puedan verse afectadas porque los denunciados pueden subir a veinticuatro, aquí no hay una entidad con empleados, sino un grupo internacional de voluntarios no remunerados y ha sido difícil reunirnos y poner en marcha la respuesta legal y de comunicación”.

Al fin, hace dos semanas, tuvo lugar el encuentro en Berlín de los IUVENTA10, entre ellos, Miguel Roldán. Que no era el único español de aquella misión de junio de 2017, en la que también se embarcaron los hoy no acusados Roberto Hurtado, médico, y el también bombero sevillano, co-fundador y ex miembro de Proem-Aid, José Pastor. El compañero, de hecho, con quien todo empezó.

- ¿Por qué decide embarcarse en el IUVENTA de Jugend Rettet?

Soy amigo de Enrique Rodríguez –bombero como Manuel Blanco y Julio Latorre acusado en Lesbos de tráfico de personas en 2016 y absueltos en mayo de 2018-. Un mes después de su arresto yo fui a rescatar a Lebsos y conocí a José Pastor. Y en enero de 2017, cuando Pastor ya colaboraba con Jugend Rettet, me explicó que lo del Mediterráneo central era peor a Lesbos y me uní. Esa tragedia, lo que he ayudado no lo superarán, aquí, salvo catástrofe, mis próximos treinta y cinco años de carrera.

- ¿A qué se refiere? ¿En qué fue tan diferente a Lesbos?

Allí, el riesgo de los rescates se podía solventar. Cada barca traía de treinta y sesenta personas. Pero en el Mediterráneo central, hablamos de doscientas a trescientas con balsas de la misma pésima calidad, cuyas costuras saltaban. La gente que caía al agua no duraba un minuto viva, supiera o no nadar. No tenían ni fuerza de abrazarse a los safety float, unos rulos salvavidas.

¿Cuántos náufragos rescataría esos veinte días?

Por mi misión pasaron 5.000 personas. No tuvimos que rescatar a todos del agua. Pero sí que hubo jornadas… Una no se me va... Estuve en el agua desde las cuatro de la madrugada a las ocho de la tarde, reponiéndome a base de barritas energéticas. Y acabó fatal. Porque todos los rescates los hacíamos previa comunicación al Centro coordinación de Roma y ante una balsa cerca con gente gritando Roma tardó un cuarto de hora en comunicar con Libia y devolvernos la llamada diciendo que estaban en aguas territoriales libias. Así que la gente gritaba y moriría, cuarenta o más, sin que les pudiéramos rescatar. Y pese a haber hecho las cosas según el protocolo, ahora me veo acusado de lo que me veo.

¿Vio algo sospechoso de la ONG o algún voluntario?

En ningún momento.

¿Tuvieron algún encuentro con los traficantes libios? La investigación siembra la duda de colaboración y hay ONGs a los que los libios han amenazado?

Nosotros, contacto con esa gente ninguno. En el mar te encuentras con barcas de madera, con dos o tres personas y redes de pesca. ¿Pescadores o traficantes? Yo, soy un profesional del rescate que dedico mis vacaciones a salvar náufragos.

La acusación es muy seria, ¿qué responde a quienes duden?

Yo tengo hasta amigos, que saben que soy funcionario, que voy en mis descansos, que saben que no soy traficante, pero me hablan de que, de modo indirecto, al rescatar fomento el tráfico. Y digo: si los gobiernos no hacen nada, no ponen medios materiales, ni humanos, ¿Dejamos morir? La política europea es el “Ojos que no ven, corazón que no siente”. Se busca que los europeos piensen que aquí no pasa nada, que estamos todo bien. Pues no estamos bien. Pasan cosas terribles. La gente muere. Sigue muriendo. Los he visto, no me lo han contado. Quienes cruzan están desesperados, sin otra oportunidad. Hasta que la ciudadanía sea consciente y reaccione, seguiremos en este mundo de mierda. Trump horrible porque dice que no quiere migrantes. Europa, peor, porque no se atreve ni a decir lo que ya hace: que quiere que personas mueran en el Mediterráneo.

¿Se arrepiente de haber ido o seguirá en rescates humanitarios?

Sigo implicado con Bomberos Unidos sin Fronteras y me encantaría ayudar en la misión que Proem-Aid está iniciando en el Mediterráneo central –la operación de Proem-Aid y la alemana Sea-Eye, en el barco Alan Kurdi, que zarpó la segunda semana de febrero de Mallorca es la única en el Mediterráneo central-. Por cierto, que Onio Reina, presidente de Proem-Aid- me ha dado su apoyo y lo agradezco.

Siendo o de Enrique Rodríguez, ¿imaginó ser acusado del mismo delito?

No, en absoluto. Además, su caso me ha servido para ser especialmente cuidadoso con buscar una ONG seria en las obligaciones como la de comunicación con el centro de coordinación de Roma.

Los arrestados de Proem-Aid tuvieron masivo respaldo ciudadano e institucional, de la Junta de Andalucía, presidida por Susana Díaz (PSOE) y el gobierno central de Rajoy (PP) y ayuntamientos de todos los partidos. ¿Teme la repercusión de los cambios porla irrupción de Vox tan hostil a la migración?

Yo lo que espero, como ciudadano español, profesional del rescate que, además, trabajo en la administración, es tener el apoyo institucional que tuvieron mis compañeros. Me consta que el alcalde de Cuevas Bajas (Málaga), Manolo Lara (PSOE) y la oposición, liderada por Juan Cabrillana (IU) están promoviendo una Declaración institucional respaldándome que se extienda desde la comarca.

¿Cómo se encuentra la familia, el entorno cercano?

Mis madre, Carmen, empresaria de turismo rural y mi padre, Miguel, agricultor, mis tres hermanas y mi pareja están preocupados, claro. Pero tienen la tranquilidad de que yo no he hecho nada malo para que me metan en la cárcel. Esa es su baza. Mi padre me repite: “Tú no te preocupes, siéntete orgulloso de lo que has hecho. Salvar vidas no puede estar penado”.

¿Y personalmente, cómo lo lleva?

Psicológicamente me siento agobiado, con ansiedad. Porque fui a salvar vidas y puedo verme veinte años entre rejas. Y hasta por tener que exponerme a la gente y la prensa porque necesito dar a conocer esta injusticia a la opinión pública.

¿Qué espera de ella?

Es fundamental el apoyo no sólo el apoyo institucional, sino también de la población . España tiene que presionar a Italia por mi libertad, como Alemania ya lo está haciendo con sus cooperantes. Todos los países juntos de los rescatadores injustamente acusados tienen que ayudarnos.

La portavoz de IUVENTA10 nos ha informado de que buscan testigos incluso entre migrantes a los salvados, ¿cómo sería reencontrarles?

¡Qué habrá sido de ellos! Yo, cuando les recogían ya los barcos que les llevaban a costa , no podía dejar de pensar en el proceso que les quedaba, centros de internamiento, campamentos, meses o años hasta lograr la residencia si es que no eran deportados.

Max Adam y Martina Mastrantoni, abogados en España

Max Adam y Martina Mastrantoni, abogados en EspañaLos representantes legales de Miguel Roldán en España son los abogados Max Adam y Martina Mastrantoni, español e italiana, colegiados en Sevilla. El primero de ellos nos contextualiza el caso.

¿Cuál es la situación judicial ahora?

Estamos en fase de instrucción esperando una acusación formal, aún con gran parte de la investigación bajo secreto de sumario, y probablemente hasta después de verano no sepamos la imputación concreta. Pero Miguel Roldán es un acreditado profesional del rescate acuático, que en sus vacaciones de funcionario, ha ido a salvar vidas y afronta una imputación injusta.

¿Pesa más el optimismo por los precedentes de absolución o archivo a ProemAid en Lesbos y Proactiva en Italia o la alarma por efectos jurídicos del auge de partidos antiinmigrantes en Europa?ProemAid en LesbosProactiva en Italia

Preocupa algo que el caso sea en Italia y que la línea de actuación del gobierno italiano (Liga y 5 Estrellas) nada tenga que ver con la del Gobierno griego (Syriza) en su día. Pero Miguel es un experto rescatador que, en Lesbos y el Mediterráneo central, ha salvado muchas vidas. Si bien es cierto que la política anti inmigrantes del Gobierno Salvini nos alerta, buscaremos apoyo institucional suficiente.

¿En qué sentido?

La investigación está en curso hasta el verano por lo que ahora es el momento de sensibilizar a toda la opinión pública y buscar el acercamiento institucional a todos los niveles, del local al gubernamental. Tantas elecciones de todo tipo en el calendario primaveral hacen las fechas complicadas. Pero con paciencia y paso firme, a medida que las instituciones se constituyan, buscaremos su respaldo a este rescatador de vidas humanas. Porque es de justicia.

Enrique Rodríguez, amigo antes acusado de igual delito

Enrique Rodríguez, amigo antes acusado de igual delitoJosé Enrique Rodríguez, uno de los tres bomberos de la ONG Proem-Aid que fueron detenidos el 14 de enero de 2016 en Lesbos, y juzgados y absueltos el 7 de mayo de 2018, gran amigo de Miguel Roldán, está siendo uno de sus grandes apoyos.

¿Desde cuándo son amigos y qué papel jugó en su labor humanitaria?

Miguel y yo nos encontramos en 2013, en la academia de oposición. Él Roldán y yo Rodríguez… Luego, al aprobar y trabajar, nos conocimos más y no sólo somos compañeros, sino amigos. Yo le hablé de Proem-Aid y al principio iba a venir en aquel retén 3, en que nos detuvieron. Pero formó parte del 5. Él fue un gran apoyo tras mi arresto en la espera de dos años del juicio. Se habría preocupado incluso si yo hubiera sido menos allegado porque hay es alguien implicado frente a toda injusticia. No podíamos imaginar que se encontraría en situación tan similar.

Sabiendo que siguió rescatando, ¿temía por él?

El riesgo siempre existe, y los arrestos siguieron ocurriendo a otros. Pero sinceramente, como yo pensaba que nuestra acusación fue un error, no creía que a él le pasara. Miguel se entrega al cien por cien en la ayuda humanitaria y yo le apoyo también al cien por cien. Pero es verdad que uno siente más miedo por los otros que por sí mismo. Por eso le insistía y sé que ha extremado la prudencia en el tema de permisos de rescate y desembarcos.

Ahora, ¿le da consejos? ¿Cuáles?

El primero contactar con quienes son sus abogados. Y luego mantener la calma para afrontar cada etapa lo mejor posible. Y recabar la ayuda institucional y ciudadana.

¿Cree que contará con el apoyo institucional que ustedes tuvieron con los cambios políticos recientes?

Es una pena no poder contestar de inmediato y a cien por cien seguro. Porque a Proem-Aid nos ayudó mucho el testimonio a nuestro favor, en el juicio, de la que era consejera de Justicia e Interior, Rosa Aguilar. Yo, que no tengo favoritismos políticos, tengo que reconocer que el respaldo de la presidenta Susana Díaz (PSOE) fue clave hasta para conectarnos con el Gobierno de Rajoy (PP). Ellos también nos apoyaron y los ayuntamientos de todos los partidos. Ahora espero que todo el mundo apoye a Miguel, como a nosotros. Pero lo tenemos que ver.

¿Por qué se siguen sumando casos judiciales contra rescatadores de migrantes?

Lo nuestro fue un escarmiento y lo de Miguel igual. Para que no vayan ONGs a rescatar. Coger de cabeza de turco para asustar y que los cooperantes no sigan. Porque realmente nadie puede pensar que Miguel sea un traficante, como no podían pensarlo de nosotros. Es un tema político que acabamos pagando los rescatadores profesionales. Porque incluso aunque te absuelvan, como tienen que absolver a Miguel, este sufrimiento ya no te lo quita nadie.