La plaza de Bibatuabín, en Granada, parece estar condenada a albergar una estatua del artista Francisco López Burgos, Premio Nacional de Escultura en 1954 y afín al régimen franquista.
Cuando los familiares de los miles de fusilados tras el alzamiento en armas contra la II República parecían haber ganado la batalla de la retirada del monolito en memoria de José Antonio Primo de Rivera, fundador de la Falange, la historia ha dado un nuevo giro. El Ayuntamiento y la Diputación, ambas instituciones dirigidas por el PP, han acordado la cesión de una estatua del mismo artista llamada 'La Soledad'.
La donación, aprobada este jueves por la Diputación y que podría ser ratificada probablemente este viernes en el Pleno municipal, se realiza horas después de que Juan Antonio Mérida, alcalde de Granada en funciones, anunciara que antes de finalizar el mes de agosto el monolito desaparecería de la céntrica plaza.
Francisco Puentedura, portavoz municipal de IU, ha sido el primero en dar la voz de alarma sobre “la posible jugada de instalar en este lugar la imagen de una virgen obra del mismo autor, en vez de una estatua que llame al consenso”.
La rocambolesca historia se tuerce aún más si se tiene en cuenta que el Consistorio se escudaba, para no retirar el monolito, en un supuesto valor artístico que el TSJA echó por tierra hace tres meses al ordenar su eliminación de la ciudad. Esto, unido a que la institución que realiza la donación está presidida por el también responsable del PP en la provincia, Sebastián Pérez, quién refirió hace unos días que “la Memoria Histórica nace del odio y el rencor”, ha provocado que Puentedura vea “la mano negra de Sebastián Pérez en todo este entresijo”.
La nueva escultura, una incógnita
La nueva escultura, una incógnitaEl rechazo por albergar otro espacio más en recuerdo de López Burgos es compartido por Francisco Cuenca, portavoz municipal del PSOE, quien alude a la “existencia de muchos escultores con gran valor artístico y de concordia que los relacionados con otros tiempos”.
Mientras este acuerdo entre instituciones gobernadas por el PP parece no gustar a nadie más, desde la Diputación dicen no saber qué representa la imagen de 'La Soledad' de López Burgos. “Parece que es una niña, pero no sabemos más”, explicaban fuentes de la institución.
Por su parte, el concejal de Cultura, Juan García Montero, también coincidía en no tener claro qué representa la figura. “Sólo sabemos que es de este escultor”, reiteran fuentes de ambas instituciones. El Consistorio, además, desconoce qué hará con la figura. “Aún no hemos decidido dónde ponerla. Puede ser allí (refiriéndose a Bibataubín), Puerta Real, Plaza Bib-Rambla o Plaza Nueva”, según Montero, quien ha aprovechado para recalcar la valía del artista de las dos obras.
Así, cuando el Ayuntamiento aún no ha hecho efectiva la sentencia de retirar el monolito colocado en los años 70 en la capital granadina, la tensión sigue creciendo. Rafael Gil Bracero, representante de la Asociación Granadina para la Memoria Histórica, ya ha anunciado que los familiares de las víctimas del franquismo están “completamente en contra de que se instale nada que no sea una alegoría a la unión o la Constitución”, además de mostrarse completamente en contra de “colocar otra escultura de López Burgos en la ciudad, que representa unos valores con los que no estamos de acuerdo”.
Para Gil Bracero, la donación y recepción de una imagen de este escultor “parece un gesto con la familia para reparar su posible malestar por quitar el homenaje a Primo de Rivera”. La ciudad de Granada ya cuenta desde 2011 con una calle en su memoria, por decisión del equipo de gobierno del alcalde, José Torres Hurtado.
Hasta ahora, lo que parece seguro que sucederá en los próximos siete días es que la escultura de los cinco brazos extendidos sujetando un águila y con la inscripción 'Granada a José Antonio' será, por decisión del equipo municipal, entregada en depósito durante los próximos 50 años a la familia del artista. No sin el temor de las asociaciones memorialistas de que estos a su vez lo donen a Falange y “convertirse así en un símbolo fascista”.