El Ayuntamiento de Málaga y el comité de empresa de Limasa llegaron durante la madrugada del martes a un acuerdo, ratificado por la plantilla de la empresa mixta de limpieza y recogida de residuos este mediodía, poniendo fin a la huelga que mantenía desde el viernes. El pacto tiene un contenido muy parecido a la última oferta puesta sobre la mesa por el alcalde, Francisco de la Torre, el jueves por la noche, con un matiz: su vigencia abarca también 2015, y eso, según el regidor, es bueno para todas las partes, porque ofrece una “estabilidad mayor”.
Los trabajadores mantendrán la quinta de semana de descanso, cuya supresión había provocado el desencuentro. El ERTE (expediente de regulación temporal de empleo) se retira. El pacto contempla también la congelación de los salarios y de todos los complementos (excepto el de antigüedad) durante 2013, 2014 y 2015; la supresión de la paga de productividad desde el año que viene (1.119 euros); y un incremento en la paga de septiembre de 2015 de 277. Tal y como estaba previsto, se elimina la cesta de navidad y la aportación al vestuario queda sustancialmente rebajada. Los trabajadores tendrán 15 días de vacaciones en verano y 21 en invierno (de octubre a mayo), lo que “permitirá dar mejor servicio durante el año”, y especialmente en verano, según el alcalde.
Los trabajadores han criticado al alcalde durante todo el proceso de negociación porque entienden que ha protegido los intereses de los socios privados de Limasa (FCC, Urbaser, Unicaja y Sando). El regidor ha insistido en que su “empeño es llegar al mejor acuerdo posible de la ciudad” y en que intentará reducir los beneficios “comprometidos” del 1%. “He podido asegurar con dificultades un 50% de ese porcentaje”, ha anticipado. Sin embargo, luego ha sido enigmático, como si ese pacto con las grandes empresas no estuviese tan claro: “Yo entiendo que sí, con reticencias, pero yo lo doy por hecho”.
También ha reconocido que el Ayuntamiento de Málaga no ahorrará los seis millones de euros anuales, y que deberá aportar 200.000 euros en 2014 y 700.000 en 2015 respecto a lo inicialmente previsto. Y sin embargo, está satisfecho con el resultado de la reunión, “rápida” y “relativamente fácil en su desarrollo”. ¿Qué ha cambiado? Para el alcalde, que el nuevo pacto garantiza la paz hasta 2015, y eso es mucho en año de elecciones municipales. Los trabajadores también han moderado su postura y su tono al final de un día. Manuel Belmonte, presidente del comité de empresa, se presentó a la reunión con una frase conciliadora: “Esto no puede seguir”.
Durante el lunes, el consistorio había comenzado a contratar empresas externas para recoger basura en zonas críticas y los comerciantes habían anunciado la instalación de cubas en el centro. Sea como sea, acaba de esta forma un paro indefinido que ha paralizado la recogida de limpiezas en el momento más ajetreado del año para comerciantes y hosteleros. Los operarios de Limasa (también los eventuales) deberán recoger ahora las 1.500 toneladas que se acumulan en las calles de la ciudad, que debería recuperar la normalidad en “un par de días”, según el alcalde, “tres o cuatro, como mucho. Lo ha dicho cerca de las tres de la madrugada, en una rueda de prensa en la que compareció acompañado del concejal de Medio Ambiente, Raúl Jiménez, y el gerente de Limasa, Rafael Arjona.