José María Aznar sabe lo que su público espera de él y no está dispuesto a defraudar. Eso es lo que ha hecho el expresidente del Gobierno popular este martes en Sevilla, donde ha reclamado reformas que cambien toda la agenda legislativa del actual Ejecutivo, y ha exigido “volver al rigor económico” porque si no “vamos a pasar apuros”. También ha acusado a Pedro Sánchez de tener un acuerdo ya cerrado con nacionalistas vascos y catalanes para celebrar un referéndum en Euskadi y Catalunya para “acabar con la transición política, la Constitución, la ley, el Estado de derecho y el modelo de España”. “El pacto está ya hecho”, ha subrayado, lo que ha adornado en paralelo con la afirmación de que “en España vale más ser okupa que propietario porque el Gobierno te da más facilidades”.
La ocasión para que Aznar reabra la caja de los truenos ha sido un coloquio de Fórum Europa. Tribuna Andalucía, que en teoría consistía en un diálogo con el vicesecretario general de Economía del PP y cabeza de lista por Sevilla, Juan Bravo, aunque en la práctica todos los focos han apuntado al expresidente, que ha puesto el énfasis en sus fórmulas económicas para apelar al regreso a fórmulas de austeridad. Y todo ello como receta de cara a un 23J ante el que “hay dos estilos políticos muy claros: la arrogancia y el narcisismo inútil que representa Sánchez frente a la competencia útil” que encarna Alberto Núñez Feijóo. “Vamos a ganar por más diferencia de lo que algunos se piensan, Feijóo va a ser presidente y además un buen presidente”, ha sido su vaticinio.
Desde el punto de vista económico, Aznar considera que España está necesitada de tres cuestiones, la primera de las cuales sería acabar con la actual “regla de barra libre” permitida por Europa y el Gobierno central a cuenta de la pandemia. Por eso defiende “volver a la seriedad, la disciplina y el rigor, porque si no vamos a pasar apuros”, porque si no “malgastamos las oportunidades que tenemos”. La segunda protagonista de esta trilogía sería “recuperar el impulso reformista” porque “el país se ha dormido y hacen falta reformas profundas”. “La Unión Europea ha inyectado tal cantidad de dinero que se ha olvidado lo que hay que hacer, el dinero fácil hace que el país no se preocupe”, cuando a su juicio urgen reformas fiscales, laborales y del sistema educativo, esto último para “volver a la meritocracia y a premiar el esfuerzo”.
La tercera y última estación sería la recuperación del criterio de convergencia europea, sentido en el que la entrada masiva de nuevos países nos situó en el 103% y hoy hemos bajado al 85% de renta media en comparación con Europa. Según los números que puso encima de la mesa, su Gobierno dejó a España en 2004 al 89%, después de que entre 1976 y 1996 (cuando llegó a La Moncloa) la cifra estuviese estancada en el 78%. “Muchos no se han dado cuenta de una realidad que es muy preocupante”, ha añadido para reforzar su mensaje.
Feijóo es “la moderación decidida”
En definitiva, que añora “reformas que aumenten la competitividad del país”, y para ello el primer factor es el sistema institucional, que “cuando se toca, se abusa y no se respeta, los países pierden credibilidad”. Incidiendo en la necesidad de una reforma laboral y otra fiscal que elimine la “hiperregulación”, también ha reclamado cambios en el terreno energético, un hilo del que ha seguido tirando para concluir que todo esto “requiere un Gobierno fuerte, enérgico y con capacidad de tomar decisiones desde la moderación”. Por eso, está convencido de que España tiene una gran oportunidad el 23J, porque “en un país tan fragmentado el triunfo de Feijóo será el de la moderación decidida”. Esto, de paso, lanzará el mensaje de que “desde la moderación es posible ganar, gobernar y tomar decisiones” para hacer a España “más fiable”.
La otra cuestión angular en la que ha cargado las tintas ha sido al hablar del modelo de país, donde ha sido rotundo en la existencia de un acuerdo secreto que sería, precisamente, el que habría impedido a Sánchez aceptar el pacto que le ofreció Feijóo en el cara a cara de este lunes. La espita la ha abierto subrayando que no existe en toda Europa el precedente de un Gobierno como el de Pedro Sánchez, “apoyado por los que quieren destruir el país”. “Nos vamos a meter en un lío monumental con esa coalición Frankenstein” si gana en las elecciones del próximo 23J, aunque está convencido de que “el precio está acordado ya” y no es otro que la celebración de unos referéndums en el País Vasco y Cataluña (“que no llamarán referéndums, sino consultas para saber la voluntad del pueblo”.
Esto, en la práctica, “significa que la transición política, la Constitución y el modelo de España que tenemos se ha terminado”, uniéndole a continuación que también supondrá liquidar “la ley y el Estado de derecho”. “Eso es lo que va a pasar en España exactamente si la coalición Frankenstein gobierna, el pacto ya está hecho”.
“Lo más inteligente” es votar al PP
¿Quién puede impedir lo que a su juicio se nos viene encima? Pues el PP, “el único partido constitucionalista centrado y serio”, de ahí que considere “imprescindible” que Feijóo cuente con una mayoría suficiente para poder marcar las reglas del juego. En una intervención en la que en ningún momento ha hecho mención a Vox, ha incidido en que “la falta del pilar constitucional del centro izquierda” hace “muy complicado” llegar a acuerdos, por lo que hace falta un Gobierno “lo menos condicionado posible” para así “volar solo y tomar decisiones”. “Una mayoría suficiente es lo más inteligente que pueden decidir los españoles el 23J”, ha apostillado.
En su somero repaso por la actualidad, el expresidente del Gobierno y del PP ha reivindicado un plan nacional del agua como el que dejó diseñado en 2004 y con el que acabó José Luis Rodríguez Zapatero, insistiendo en una política basada en trasvases por toda España, porque “el agua se comparte y compartiéndola se hace más país”. ¿Y cuál considera que es el hecho político contemporáneo más relevante? Pues la creación del euro, que hoy es “el gran anclaje fundamental” de Europa hasta el punto de que “si le pasa algo, la Unión Europea se disuelve en dos semanas”. Hubo también tiempo para conectar la participación española que él ordenó como presidente en la segunda invasión de Irak con la situación en Ucrania, que “en un futuro próximo debe formar parte de la OTAN”. A la Alianza Atlántica, por cierto, le atribuye poco menos que la salvación de occidente: “Los comunistas hubieran tiranizado Europa si hubieran podido; no pudieron porque existía la OTAN”.
(FE DE ERRATAS. Esta noticia ha sido corregida a las 18.23 horas. En un principio se escribió que Aznar defendía “volver al rigor económico y la disciplina aunque pasemos apuros”, aunque en realidad dijo de forma literal que hay que “volver al rigor económico” porque si no “vamos a pasar apuros”. Lamentamos el error.)
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