Benito Zambrano: “La lista de Pablo Iglesias necesita complementos porque el proceso ha sido muy rápido”

Comienza el plazo para votar en las primarias de Podemos y en la lista Utopía y Dignidad, que encabezan Diego Cañamero y José Manuel Sánchez Gordillo, aparece un cineasta que cree que la cultura que no es política no es cultura, sino entretenimiento. Benito Zambrano (Lebrija, Sevilla, 1965) ofreció el jueves pasado una charla titulada así (“La cultura que no es política, no es cultura”), dentro de un curso de verano de la Universidad de Málaga, y la ocasión no pudo ser más pintada. En la misma ciudad y a la misma hora, Cañamero presentaba la lista que incluye a Zambrano.

“Si la cultura no se enfrenta al poder, ¿para qué sirve?”, se cuestionó el cineasta durante la charla. Zambrano, director de cine de compromiso reconocido y reconocible (Solas, La Voz Dormida, Habana Blues) es ahora el número tres de una lista con la que sus integrantes aseguran aspirar a llegar al poder para cambiarlo: “La democracia se ha convertido en algo muy hipócrita con la que te roban el poder cuando depositas tu voto”. E insiste: su lista es “complementaria”.

¿Qué aporta la lista Utopía y Dignidad? ¿Es una alternativa a la lista de Pablo Iglesias?

Más que alternativa, es complementaria o de apoyo. Yo la entiendo así. No está para confrontar. Lo fundamental es apoyar un proceso: estamos en un momento clave después de muchísimos años de estancamiento político, ético y moral, de deterioro de todo lo que tiene que ver con la política. La crisis nos ha despertado y ha sacado toda esta mierda a flote. La ciudadanía quiere participar y Podemos ha sido el que mejor ha encauzado esa ansiedad de la gente y es un instrumento para llegar al poder político para intentar cambiarlo.

¿Pero qué hueco pretende cubrir la lista?

A mí me Sergio Pascual me pidió que fuera a las listas del Senado, lo que pasa es que hablé también con Diego Cañamero. Si me voy a meter en un barco quiero saber con qué gente voy a navegar. Y me comentó que iban a presentar una lista complementaria, con la intención de que haya una mayor presencia del ámbito rural, de Andalucía y de otros colectivos que llevan muchos años trabajando. Para que en el abanico de opciones hubiera una que representara a estos colectivos: el SAT, el universo rural… Con una presencia de gente de Andalucía, porque si no al final se convierten en movimientos muy centralizados. Nos concentramos tanto en el centro que nos olvidamos un poco de la periferia.

¿Necesita complementos la lista de Iglesias?

Yo creo que sí, y es lógico porque los procesos son muy rápidos. Podemos ha surgido en apenas un año. Y de pronto es el instrumento adecuado para mucha gente, que pone su confianza en Podemos, obviamente en el equipo directivo que lo lidera. Pero también hay muchos que querían utilizar esa herramienta… Y no han encontrado tiempo para debatirla, para decidir qué gente va a representar Cádiz, Huelva, Málaga, Murcia, Extremadura… Y qué función vamos a cumplir todos, desde el individuo al colectivo. Se está construyendo algo muy grande muy rápido y eso tiene sus peligros. Lo que puede ocurrir es que se tomen decisiones precipitadas y se puede olvidar que hay gente que lleva muchos años luchando, grupos y colectivos que no han sido cómplices del poder, gente honrada y honesta, que creo que tienen que estar, referentes a nivel local o de una provincia o de un colectivo.

¿Cuándo se incorporó a la lista?

Hace tres o cuatro días, no mucho. Me encuentro amigos que van a ir en la candidatura de Pablo Iglesias y también con Diego, que me dice “nosotros vamos a presentar una con la gente del SAT y CUT”. Me parece estupendo que haya 40 listas porque eso es que la gente quiere participar. Yo confío en Diego, es una de las personas más válidas e íntegras que conozco, y lo conozco desde que yo era un chavalillo. Un año coincidimos en Trajano, un poblado de colonos en Los Palacios. Íbamos muchas familias de los pueblos a coger algodón, y su familia estaba con un colono y la nuestra al lado. Eran los años duros de la entrada de las máquinas en el campo para coger algodón. Las máquinas quitaban el pan sin que hubiera otra alternativa para la gente. Fueron años de lucha. Y luego ya lo conozco de manera directa cuando hago Solas.

Hace un par de años, a raíz de la creación de Asamblea de Andalucía, decía en una entrevista a eldiario.es/Andalucía que consideraba que los partidos estaban agotados: ¿qué cambia?entrevista a eldiario.es/Andalucía

A raíz del 15M se están cambiando cosas: se empiezan a crear partidos políticos de otra manera y en eso sí creo. Yo no creo que los partidos no sirvan, sino que hay que buscar otra fórmula de participación ciudadana, de hacer una democracia de verdad y hacer sentir que este país no es de los políticos o la gente que tiene el dinero. Es nuestro y todos tenemos que ir lo mejor posible en este barco, ricos y pobres. La gente se ha dado cuenta de que no puede confiar en los mismos partidos que llevan 30 años gobernando y en una manera de hacer política, esa manera en que intentan acapararlo todo para perpetuarse en el poder. ¿Qué uso habéis hecho del poder? ¿Para enriqueceros? ¿Qué aportáis a la vida ética, moral de este país?

Podemos aún está surgiendo. Puede caer en lo mismo, porque no ha habido un cambio en la educación política de la ciudadanía y eso necesita años y un compromiso de Estado. Cuando la gente tiene el concepto de la política de que se viene a robar… al final roba. Hay que romper muchas cosas. Pero para romper eso, alguien tiene que llegar a las instituciones y cambiar la manera de hacer política. Yo creo que esto lo piensa muchísima gente y Podemos lo ha aprovechado. Eso hay que fortalecerlo y convertirlo en una herramienta, pero no puede ser esa nada más, porque un partido sólo no vale. Si no hay toda una ciudadanía consciente…