Un espacio de servicio público respaldado por el ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra.
La tabla de San Bartolomé, una joya del siglo XVI que regresa a Alcalá de Guadaíra para exhibirse en su Museo
El Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra ha logrado recuperar una valiosa obra pictórica del siglo XVI, la tabla de San Bartolomé, que tras ser adquirida en una subasta ya se encuentra en el Museo de Alcalá. La obra, considerada la pintura más antigua en la colección de la institución museística, se distingue por su excepcional estado de conservación, lo que permitirá que en pocas semanas pueda ser admirada por el público en una nueva sala expositiva que se está preparando especialmente para esta y otras piezas religiosas.
La tabla, que representa a San Bartolomé de cuerpo entero, fue encargada en 1508 por la cofradía de San Bartolomé de Alcalá de Guadaíra a los pintores sevillanos Gonzalo Díaz y Nicolás Carlos. Con unas dimensiones de 214 centímetros de alto y 57 de ancho, la pintura fue originalmente destinada a la iglesia de San Miguel y luego trasladada al santuario del Águila. Realizada sobre tabla de pino dorada y pintada al temple, esta obra se enmarca en la tradición de la pintura gótica sevillana, destacada por su detallismo y expresividad.
De la iglesia al museo: un viaje centenario
Tras su creación, la tabla de San Bartolomé permaneció en la Iglesia de San Miguel hasta que, en el siglo XIX, fue trasladada al Santuario de Santa María del Águila, donde ocupó el retablo principal. A comienzos del siglo XX, la obra fue vendida a un particular, lo que la alejó de su contexto original y del acceso público durante décadas. Ahora, gracias a las gestiones del Ayuntamiento, la obra regresa a Alcalá, donde será parte central de una nueva sala en el Museo de la ciudad.
La recuperación de la pieza ha sido un proceso largo y complejo, que culminó la pasada primavera tras meses de negociaciones y trámites administrativos. El delegado de Cultura, Patrimonio y Museos, Christopher Rivas, ha subrayado que la adquisición es fruto de un esfuerzo conjunto del Ayuntamiento y la Dirección del Museo de Alcalá, “que ha trabajado incansablemente para devolver esta pieza a su lugar de origen”. “Esta adquisición es un hito importante para nuestro patrimonio pictórico y un testimonio de la rica historia de la ciudad”, ha afirmado Rivas, que ha presentado la obra junto al responsable de la institución museística, Francisco Mantecón.
Exposición y acceso público
La expectación generada por la llegada de la tabla ha llevado al Museo de Alcalá a preparar una sala expositiva especial, donde no solo se exhibirá esta obra sino también otras tres piezas religiosas. Dado su buen estado de conservación, podrá ser admirada por el público en unas pocas semanas, una vez finalicen los preparativos de la nueva estancia. El Consistorio anunciará próximamente las fechas y horarios de visita, para que los ciudadanos y visitantes puedan disfrutar de la obra.
Para el Ayuntamiento, la recuperación de la tabla de San Bartolomé refuerza su compromiso con la conservación y valorización del patrimonio local. Según Rivas, la obra es un testimonio ejemplar de la rica tradición artística de la ciudad y su retorno al espacio público permitirá a la comunidad reconectar con una parte fundamental de su historia cultural. “Es nuestro compromiso la puesta en valor y el conocimiento y disfrute por la ciudadanía del patrimonio local desde un amplio punto de vista. Consideramos que esta tabla es un testimonio ejemplar de la pintura gótica sevillana, que además fue encargada para nuestra ciudad y en ella ha estado durante siglos”, ha concluido el delegado.
El Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra ha logrado recuperar una valiosa obra pictórica del siglo XVI, la tabla de San Bartolomé, que tras ser adquirida en una subasta ya se encuentra en el Museo de Alcalá. La obra, considerada la pintura más antigua en la colección de la institución museística, se distingue por su excepcional estado de conservación, lo que permitirá que en pocas semanas pueda ser admirada por el público en una nueva sala expositiva que se está preparando especialmente para esta y otras piezas religiosas.
La tabla, que representa a San Bartolomé de cuerpo entero, fue encargada en 1508 por la cofradía de San Bartolomé de Alcalá de Guadaíra a los pintores sevillanos Gonzalo Díaz y Nicolás Carlos. Con unas dimensiones de 214 centímetros de alto y 57 de ancho, la pintura fue originalmente destinada a la iglesia de San Miguel y luego trasladada al santuario del Águila. Realizada sobre tabla de pino dorada y pintada al temple, esta obra se enmarca en la tradición de la pintura gótica sevillana, destacada por su detallismo y expresividad.