Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
Sobre este blog

ANDALUCÍA es, según la constitución, una nacionalidad histórica que vivió momentos de esplendor en el pasado y luego pasó a jugar un papel de cuartel, granero y mano de obra. Esta degradación llega a su punto álgido con el fascismo que deja a los andaluces en el imaginario popular como pobres analfabetos alegres y vagos -valga la contradicción- Ahora, hijas e hijos de Andalucía, intentamos contar nuestra historia con la dignidad, igualdad y justicia que esta se merece. (Columna coordinada por Juan Antonio Pavón Losada y Grecia Mallorca). Más en https://www.instagram.com/unrelatoandaluz/

Andalucía moderna y moderada

Moreno Bonilla celebra su victoria el pasado 19 de junio con militantes.
4 de julio de 2022 21:06 h

0

Si te digo España, en tu mente probablemente visualizarás la bandera rojigualda, fútbol, toros, olé y demás tópicos. Puede que incluyas alguna imagen de dictadura y represión. Si te digo Andalucía, visualizarás la bandera verdiblanca, pan con aceite, Hércules y sus leones, turismo, y tal vez, pobreza, paro, jornaleros y discriminación lingüística.

Asociamos ideas e imágenes constantemente, hasta el punto de converger en símbolos que sustentan nuestros imaginarios e ideologías. Esto en política se sabe perfectamente; de ahí que fácilmente relacionemos una pulsera con la bandera de España con una ideología conservadora o de derechas. En el caso de los símbolos de Andalucía vemos una relación con el andalucismo, con las luchas obreras y jornaleras y el rechazo a la larga sombra de la dictadura. Esto es porque tradicionalmente los partidos andaluces de (centro)izquierda han enarbolado en sus campañas electorales la verdiblanca, a Blas Infante y hasta a Canal Sur, unas veces por convencimiento y otras por conveniencia. Hasta ahora tenía todo el sentido, ya que estas izquierdas lucharon activamente por la Autonomía; pero hoy, con una mínima participación progresista en las urnas andaluzas y una importante carencia de referencias simbólico-políticas actuales (que no culturales, por fortuna estas abundan), la bandera andaluza parece ondear cada vez con menos fuerza. Mucho tiene que ver la monopolización y agotamiento banal que principalmente ha hecho el PSOE-A de los símbolos de Andalucía durante todo su Gobierno autonómico, todo hay que decirlo. Entre eso y el rechazo de partidos como Vox a esos símbolos, pareciera que el PP-A ha visto una rendija por la que colar el brazo y agarrarlos.

Pueden resultar desconcertantes estos episodios, pero debemos tener presente que al contrario de lo que en ciertos contextos sucede con la bandera de España, la de Andalucía no excluye ni oprime

La noche del 19-J, Juan Manuel Moreno Bonilla sale a la puerta de la sede sevillana del PP a celebrar su mayoría absoluta. Le recibe alguna bandera de España, por supuesto, pero la mayoría son andaluzas. Juanma, que ahora gusta de enmarcar su nombre entre unas comillas blanquiverdes, acaba cogiendo una de esas banderas para la foto. Días después reconocerá, en una entrevista para el ABC, que le gusta que Feijóo le apode cariñosamente el califa. Ese era el apodo, no lo olvidemos, del histórico dirigente de izquierdas andaluz Julio Anguita, fallecido hace apenas dos años.

Pueden resultar desconcertantes estos episodios, pero debemos tener presente que al contrario de lo que en ciertos contextos sucede con la bandera de España, la de Andalucía no excluye ni oprime. Realmente representa a toda la población andaluza, aunque la derecha nunca le haya dado prioridad a la hora de autoreferenciarse. De hecho, podríamos decir que hasta no hace mucho prácticamente ha renegado de los símbolos autonómicos.

Es lógico pensar que si lo de siempre no funciona hay que probar fórmulas nuevas. Pero cuidado, los trajes no han mudado y la derecha no es menos derecha

En mayo de 2020, Juanma usa en su atril un escudo que resulta de colocar laureles y una corona al autonómico. La reacción fue tan negativa por todas partes (incluyendo la prensa conservadora), que este escudo se limitó al uso presidencial en alguna ocasión, previa reforma legal para ello. Ya en enero de ese año, alegando querer señalar el cambio de etapa y conmemorar los 40 años de Autonomía andaluza, el gobierno de PP-Ciudadanos modifica el logotipo de la Junta de Andalucía: se sustituye el escudo simplificado que venía usándose desde 1997 por una letra A. Tampoco se recibió bien, ni en términos de diseño, ni de gasto ni de representación colectiva (cosa que indiscutiblemente llevaba de suyo el logotipo anterior, ligado a la memoria andaluza). Pero de esta no se apearon porque, al contrario que en el caso del escudo, esta modificación no suponía una probable violación del Estatuto de Autonomía. Así que nos comimos el logotipo con papas y poco a poco lo vamos viendo en más soportes.

Gobernar una tierra cuyos símbolos no se te asocian es complicado. Ostentar esos símbolos sin darles razón de ser en la práctica, también. Andalucía tiene los mismos problemas de siempre, pero ahora no vota al andalucismo libertador del 4D, sino al andalucismo “moderno y moderado”. Es lógico pensar que si lo de siempre no funciona hay que probar fórmulas nuevas. Pero cuidado, los trajes no han mudado y la derecha no es menos derecha. No podemos permitirnos perder la perspectiva, no conocer el camino u olvidar. Sobre todo, no podemos permitirnos olvidar. Al fin y al cabo, Blas Infante sigue siendo un desaparecido en una fosa común.

Más en https://www.instagram.com/memoriayerbabuena/

Sobre este blog

ANDALUCÍA es, según la constitución, una nacionalidad histórica que vivió momentos de esplendor en el pasado y luego pasó a jugar un papel de cuartel, granero y mano de obra. Esta degradación llega a su punto álgido con el fascismo que deja a los andaluces en el imaginario popular como pobres analfabetos alegres y vagos -valga la contradicción- Ahora, hijas e hijos de Andalucía, intentamos contar nuestra historia con la dignidad, igualdad y justicia que esta se merece. (Columna coordinada por Juan Antonio Pavón Losada y Grecia Mallorca). Más en https://www.instagram.com/unrelatoandaluz/

Etiquetas
stats