Un remake de Bienvenido Mister Marshall: la nueva Estrategia frente al Desafío Demográfico en Andalucía

El Decreto 206/2006, de 28 de noviembre, tras más de una década de trabajos previos, aprobó el Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía (POTA). Desoídas las demandas ciudadanas para su actualización, duerme desde entonces en el olvido. Y aún más desde que en el año 2019 el entonces principal partido de la oposición política gobierna en Andalucía, y hace gala de un preocupante “cainismo” político.

Todo lo anterior viene a cuento porque el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía aprobó hace unos meses, la formulación del documento “Estrategia frente al Desafío Demográfico en Andalucía”, que redactará la Fundación Pública Centro de Estudios Andaluces y coordinará la Consejería de Justicia, Administración Local y Función Pública.

Haciendo caso omiso del aún vigente Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía, este nuevo documento se presenta como “el instrumento general de planificación para diseñar políticas destinadas a un reparto equilibrado de la población en el territorio, principal reto que afronta Andalucía”. Desafortunadamente, ya desde sus planteamientos iniciales se observa que sus redactores ni siquiera se han leído el documento del Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía (año 2006).

La citada Estrategia no diferencia entre la preocupante situación de riesgo de despoblación que presentan las áreas rurales de la montaña y zonas semiáridas andaluzas, y la relativa estabilidad o estancamiento demográfico de las campiñas interiores andaluzas o el dinamismo de sus campiñas litorales. A todas las engloba en un mismo saco.

Documento 1. Las áreas con riesgo de despoblación en Andalucía

Según el POTA año 2006

Según la Estrategia frente al cambio demográfico año 2023

Áreas rurales de montaña

Provincias interiores

Áreas rurales semiáridas

Áreas rurales

 

 

De manera confusa y genérica, solamente es capaz de atisbar que “conviven comarcas de interior que llevan años perdiendo habitantes con zonas costeras y grandes ciudades cuyo crecimiento provoca una demanda de servicios cada vez mayor.” Y esta delimitación del ámbito territorial de la “Estrategia frente al Desafío Demográfico en Andalucía”· se vuelve un batiburrillo aún mayor cuando señala que se trata de lograr “un equilibrio entre espacios rurales, provincias del interior, montaña y zonas costeras.”. Es decir, mezcla erróneamente provincias delimitadas con criterios administrativos con ámbitos supramunicipales en riesgo de despoblación como “la montaña”, olvidándose de nuevo de mencionar a las zonas semiáridas andaluzas.

En segundo lugar, la Estrategia para nada menciona las posibilidades de desarrollo local o endógeno de las áreas rurales en riesgo de despoblación en Andalucía, sino que, dando un salto acrobático de escala se olvida de las diferentes realidades internas existentes y plantea que a través de esta Estrategia, “Andalucía sea vista como el mejor sitio para trabajar y emprender, aprovechando las oportunidades de las nuevas tecnologías” en una especie de remake de la película de Luis García Berlanga Bienvenido Mister Marshall (año 1952).

Un mayor acierto tiene la estrategia en materia de gobernanza, donde se busca su coordinación con otras iniciativas similares europeas y españolas: “La estrategia debe estar alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030…”. Y lo mismo se puede decir de su condición de estrategia o programa transversal “contará con la implicación de todas las políticas públicas de la Junta de Andalucía. De hecho, el pasado 19 de abril se reunió el Comité Coordinador con representantes de todas las consejerías.”

Por ahora, los numerosos programas sectoriales que se le asignan a la “Estrategia frente al Desafío Demográfico en Andalucía” no dejan de ser un brindis al sol, hasta que tengan mayor concreción: “implica políticas tan variadas como las de vivienda, empleo, educación, socio sanitarias, salud, migración, prestaciones sociales, ayudas o apoyo al desarrollo de capacidades…” “se abordarán objetivos específicos centrados en el apoyo a las familias y la conciliación; el bienestar y la calidad de vida de las personas mayores; la ordenación del territorio, urbanismo y vivienda; las TIC y la conectividad digital; el entorno natural y el cambio climático; el emprendimiento y la formación de jóvenes y mujeres; la generación de oportunidades en el mundo rural y el afianzamiento de la población al territorio (con medidas de discriminación positiva, instrumentos fiscales y respaldo público); la cohesión territorial y la igualdad de oportunidades; el desarrollo de infraestructuras, transporte y movilidad; el sector agrario y alimentario; y la perspectiva demográfica en las acciones públicas.”

Artículos relacionados: PAREJO DELGADO, CARLOS. De la Andalucía desigual a la Andalucía Vaciada (1996-2021). El Diario. 2 de noviembre de 2021.