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Sobre este blog

ANDALUCÍA es, según la constitución, una nacionalidad histórica que vivió momentos de esplendor en el pasado y luego pasó a jugar un papel de cuartel, granero y mano de obra. Esta degradación llega a su punto álgido con el fascismo que deja a los andaluces en el imaginario popular como pobres analfabetos alegres y vagos -valga la contradicción- Ahora, hijas e hijos de Andalucía, intentamos contar nuestra historia con la dignidad, igualdad y justicia que esta se merece. (Columna coordinada por Juan Antonio Pavón Losada y Grecia Mallorca). Más en https://www.instagram.com/unrelatoandaluz/

El viaje entretenido: cómicos de la legua en la Andalucía del siglo XXI o la herencia de la precariedad

Un Relato Andaluz: un viaje entretenido

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Y entonces dice Solano: “… Pues sabed que hay ocho maneras de compañías y representantes, y todas diferentes”. A lo que Ramírez contesta que no tiene ni idea y tras, la insistencia de Rojas, Solano prosigue: “Habéis de saber que hay bululú, ñaque, gangarilla, cambaleo, garnacha, bojiganga, farándula y compañía”. Agustín de Rojas: El viaje entretenido, Libro I, 1603

Este fin de semana tenemos doble función, viernes y sábado, con dos obras diferentes. Hemos entrado en dos Circuitos de Diputación, ALABADO SEA. El circuito de Diputación, grosso modo, es una iniciativa del Área de Cultura de la Diputación donde puedes presentar tu espectáculo y esta (observando varios criterios) te da funciones pagadas en la red de teatros públicos de tu provincia atendiendo al presupuesto solicitado, con lo que estás tranquila de que tu trabajo será pagado. La única oportunidad que tienen las compañías teatrales (humildes y no tanto) de poder alargar la vida de sus espectáculos. Espectáculos que llevan detrás un trabajo aderezado con sudor y lágrimas, y cuando digo trabajo no me refiero solo al escénico con todos sus avíos (de eso ya hablaremos en otro artículo). Pienso en los segundos trabajos que hay que tener para poder ver tu espectáculo estrenado.

Pero volvamos a la parte feliz: las dos funciones del fin de semana. El viernes, San Juan de Aznalfarache: 5 actrices, un técnico y producción. 7 personas en nómina. Podríamos decir que nos parecemos al Cambaleo, que es una mujer que canta y cinco hombres que lloran (aunque aquí más bien la que llora es producción). El sábado nos vamos a El Cuervo con 2 actores, el técnico y producción. 4 personas en nómina. En número nos acercamos a la Gangarilla, donde iban tres o cuatro hombres y un muchacho. Mucho más económico, ¡dónde va a parar!

¿Quién lleva coche? Mejor, ¿alguien tiene coche? ¿Alquilar furgoneta? Terror. No hay dinero para dietas, comemos en casa. Ya si eso nos echamos una cerveza después. ¿Esto quién lo paga? Factura para producción. Producción somos Marta y yo, dos mujeres trabajadoras y valientes, porque lo somos. Lo repito: dos mujeres valientes (¿o inconscientes?). La función es a las 9, a las 3 nos vemos que hay que montar y ver qué tal es el espacio. Un día larguísimo. A las 11 para Sevilla. Contentas, agradecidas. El espectáculo está creciendo. Había una señora en la fila tres que ha sacado el móvil y se ha puesto a charlar con su hija. Qué bien ha estado la escena dos. Ha entrado gente media hora tarde. Qué lindo detalle la fruta en “el camerino”, pero vaya frío que hacía.

Aunque entrar en Diputación es casi un sueño, la realidad de estos circuitos es otra. A veces los ayuntamientos no se preocupan demasiado en convocar a sus parroquianos. No hay publicidad o no se programa en consonancia a las otras actividades del pueblo

Aunque entrar en Diputación es casi un sueño, la realidad de estos circuitos es otra. A veces los ayuntamientos no se preocupan demasiado en convocar a sus parroquianos. No hay publicidad suficiente o no se programa en consonancia a las otras actividades del pueblo y, el pueblo, desgraciadamente, no va al teatro todo lo que debería. Otras veces hay voluntad, pero los espacios escénicos no son los soñados. Pero no importa, estamos aquí y estamos trabajando. “Menos mal que no vamos a taquilla”. Eso pensamos muchas veces cuando salimos a escena y contamos los espectadores a dedo. Menos mal. No hace falta que repita que más de la mitad de los actores (un terrorífico 57%) no encuentra trabajo en el sector y que sólo un 8,17% cobra más de 1.000 euros al mes, todo esto según el Informe Sociolaboral sobre el colectivo de actores y bailarines en Andalucía. Qué fantasía.

Sin embargo, somos esas pequeñas compañías las que copamos la mayor parte de la cartelera de nuestra ciudad. Ir a taquilla. Eso significa que de todo lo que ganes con las entradas, la sala, que también tiene que vivir, se queda con un 30 (en el mejor de los casos) o un 40% de lo recaudado. Caso práctico: una vez me ofrecieron ir a Madrid con Las Banderas no dan calor, obra escrita, dirigida y producida por una servidora (merecedora de 4 nominaciones en los Premios Escenarios de Sevilla este 2023, y galardonada con el Premio al Mejor Actor, mi queridísimo José Carlos Pérez). Magnífico: MADRID. La sala, de 70 butacas, ofrecía una función el miércoles y otra el viernes. La entrada, 12€. Teniendo que darle a la sala el 50% de la taquilla, más una parte para cubrir gastos de gestión, más viajar a Madrid, más que 4 personas sobrevivan allí cuatro días hace un total de… Huelga decir que no salen las cuentas. Teatro y precariedad.

Fue esta precariedad y esta lucha por querer vivir de nuestra profesión lo que me llevó, junto con mi compañera Marina, a fundar la Zentralita. Este proyecto nació hace tres años después de muchas charlas y muchas frustraciones. La Zentralita con Z, porque la “Z” es la última letra del alfabeto. Porque compañías como la nuestra no reciben ayuda de ningún tipo; porque no podemos competir con los grandes, porque dependemos de los benditos Centros Cívicos para poder ensayar (eso, si tienes una asociación o alguien te cede su CIF para poder solicitar un aula); porque pensar en una escenografía que no quepa debajo de la cama es inviable; porque a veces, plantearse invertir en cosas tan básicas como un gobo (un foco de esos que crean siluetas) es un dilema. La Zentralita nació para dar espacio a esas compañías pequeñas que no tienen donde compartir sus progresos, sus estrenos, sus dudas, sus satisfacciones. Se nutre de nuestro tiempo personal y del de muchos colaboradores que comparten el suyo con nosotras. La Zentralita quiere conectar a los profesionales de las Artes Escénicas para que dejemos de ser islas y seamos un archipiélago.

La Zentralita se ha metido en un follón: organizar los Primeros Premios Zentradas de las Artes Escénicas de Andalucía, donde sólo han podido concurrir compañías que no hayan recibido ningún tipo de ayuda económica del sector público. Ojo, no es porque no nos gusten esas ayudas, es porque realmente es muy difícil acceder a esas subvenciones (y no sólo por lo enrevesado de cumplimentar los formularios). El 1 de febrero, en una gala de premios con espíritu revolucionario y reivindicativo, nos vamos a ZELEBRAR, a nosotras y a Juan Palomo, ese fiel amigo. Porque amamos nuestra profesión, porque siendo más, somos mejores y porque el espectáculo, sin nosotras, no podrá continuar.  Y como decimos por estos lares: Vayan al Teatro, Zéntrense.

“En las compañías hay todo género de gusarapas y baratijas: entrevan cualquiera costura, saben de mucha cortesía; hay gente muy discreta, hombres muy estimados, personas bien nacidas y aun mujeres muy honradas (…) Son sus trabajos excesivos, por ser los estudios tantos, los ensayos tan continuos y los gustos tan diversos...” . Agustín de Rojas: El viaje entretenido, Libro I, 1603.

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ANDALUCÍA es, según la constitución, una nacionalidad histórica que vivió momentos de esplendor en el pasado y luego pasó a jugar un papel de cuartel, granero y mano de obra. Esta degradación llega a su punto álgido con el fascismo que deja a los andaluces en el imaginario popular como pobres analfabetos alegres y vagos -valga la contradicción- Ahora, hijas e hijos de Andalucía, intentamos contar nuestra historia con la dignidad, igualdad y justicia que esta se merece. (Columna coordinada por Juan Antonio Pavón Losada y Grecia Mallorca). Más en https://www.instagram.com/unrelatoandaluz/

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