Así ha respondido Bravo a las críticas surgidas en el seno de su partido después de que la secretaría general del Podemos confirmara la candidatura del abogado sevillano, lo que ha provocado la renuncia de cinco de los siete integrantes de la segunda lista más votada y cierto malestar por la aprobación de un representante de fuera de la provincia.
“Elegí Almería porque mi perfil era muy concreto, no tenía raíces en ninguna ciudad y era una pieza que fácilmente podía llevar de un sitio a otro”, ha explicado Bravo, quien ha asegurado que él no ha desarrollado una política local “ni en Sevilla ni en otra ciudad”, sino que su labor ha estado ligadas a la defensa de la cultura libre y la libertad de expresión en internet, con lo que si entra en el Congreso formará parte de la Comisión de Cultura, según ha adelantado.
Bravo ha reconocido la “mala fama” que se atribuye a los “cuneros”, si bien ha apuntado que esta cuestión se debe a la “distorsión” que crea el sistema de circunscripciones. “El no haber nacido en Almería no me incapacita para trasladar sus cuestiones al Congreso”, ha asegurado el aspirante de Podemos, quien ha reiterado que la formación trata de conformar una lista en el ámbito nacional.
El candidato ha garantizado además que está “capacitado” para “plantear las demandas” que le traslade la organización de su partido en la provincia, por lo que ha invitado a dejar de lado los “personalismos” con respecto a este asunto. “No son unas elecciones municipales, creo que la ciudadanía va a entender que hay una lista de país que puede cambiar el mapa político a nivel estatal”, ha añadido.
En cuanto a la renuncia de los miembros de la lista 'Utopía y dignidad', Bravo ha calificado de “honorable” y “muy honesta” su acción, movida por una “cuestión de principios” al tiempo que ha incidido en que las primarias contaban con “un reglamento claro” para que los candidatos eligiera su puesto en función de los votos. “Quedé el número 11 a nivel nacional y el tercero a nivel andaluz”, ha recordado.