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Un brote que causó 25 fallecidos en un centro de mayores cuestiona el cribado con antígenos: “Ha sido desastroso”

Imagen de técnicos de la Diputación de Sevilla en tareas de desinfección de residencias de municipios de la provincia.

Laura Galaup

16 de noviembre de 2020 21:50 h

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108 contagios y 25 fallecidos. Este es el saldo del brote que sufrió la residencia Domus Vi Inmaculada Concepción de Puente Genil (Córdoba) en el mes de octubre. El impacto del virus en ese centro de mayores llegó a situar a ese municipio como el mayor punto negro de la provincia en la primera semana de noviembre. El alcalde, Esteban Morales (PSOE), explica que ha sido “difícil de encajar entre los vecinos” la virulencia de la Covid en esta segunda ola. “Pasamos la primera ola con cinco fallecidos. Ahora, en una semana cada día ha habido tres o cuatro muertos”, explica. 

Con un poco de distancia, y tras hablar con trabajadores, afectados y responsables del centro; Morales cree que el virus afectó a tantos residentes porque los test de antígenos que se realizaron tras detectar un brote pudo arrojar falsos negativos y lamenta las consecuencias. “El resultado que ha dado la práctica con antígenos ha sido desastrosa”, apunta Morales. Esa misma tesis es defendida por dos trabajadoras de la residencia consultadas por elDiario.es y otro concejal del Consistorio.  “La conclusión a la que llegamos es que el problema ha sido la falta de fiabilidad de los test que se han hecho a los trabajadores”, incide Jesús David Sánchez, portavoz del grupo municipal de Izquierda Unida. 

“La dirección nos trasladó que hacían controles rutinarios con test de antígenos tanto a trabajadores como a residentes de manera constante, creen que el margen de error del antígeno ha provocado posiblemente que falsos negativos de trabajadores hayan terminado siendo positivos. Eso ha llevado a que el contagio sea tan progresivo y tan importante”, apunta Morales. La encargada de suministrar esas pruebas fue la Junta de Andalucía (PP y Ciudadanos), tal y como confirman desde la Consejería autonómica y Domus Vi. 

Problemas al sectorizar

En la misma línea se manifiesta Tania Esperanza Romero, psicóloga de la residencia y presidenta del Comité de Empresa, que explica que debido a estos errores se llegaron a juntar en la sectorización a “positivos y negativos” y terminaron contagiando “a toda la residencia”. Y pone un ejemplo para ilustrar el funcionamiento de esas esas pruebas, explicando los resultados de las muestras que sacaron el “mismo día” a varios usuarios: “Hicieron el test de antígenos a un grupo de residentes — que estima en una veintena — y todos dieron negativo. Se les hizo la PCR y más de la mitad dieron positivo”. 

Otra compañera de Romero, que pide preservar su anonimato, aporta dos ejemplos más. “Me hice la de antígenos en la residencia y salió negativa. Me fui a Urgencias, porque me notaba mala, me hice PCR y di positivo”, asegura que los dos resultados se produjeron el mismo día. El segundo ejemplo que narra fue protagonizado por un usuario que volvió a la residencia tras ser derivado al hospital. A la espera de conocer el resultado de PCR que le hicieron en ese centro sanitario, le realizaron el test de antígenos en la puerta de la residencia: “Salió negativo. Luego, nos llamaron del hospital y nos dijeron que había dado positivo. Ese era el problema, que había muchos falsos negativos”.

La Junta de Andalucía se limita a asegurar que los “test de antígenos, al igual que las PCR, pueden ofrecer negativos cuando al par de días puede dar lugar positivo”. “Depende de la carga vírica. De ahí, que puedan hacer referencia a esa situación en la residencia”, aclaran fuentes de la Consejería de Salud, pero no aportan información sobre los falsos negativos citados por las fuentes consultadas. “Si hay algún caso confirmado se activa el protocolo”, añaden. Por su parte, fuentes de Domus Vi tampoco aportan información sobre el cribado y descargan la responsabilidad en el Gobierno andaluz. “La dirección de la residencia siguió en todo momento las indicaciones de la Junta de Andalucía”, apuntan.

El Ejecutivo de Juan Manuel Moreno Bonilla adquirió en septiembre un millón de test de la compañía Abbott. En la nota de prensa difundida por la Consejería de Salud aseguraron que gracias a la llegada de estas pruebas se iba a evitar “la realización de una PCR en caso de obtener un resultado positivo” y argumentaron la decisión asegurando que su fiabilidad “ronda el 100% en los tres primeros días del inicio de los síntomas y del 90% a partir del cuarto”. 

Fuentes de Domus Vi confirman que el cribado se limitó a “tests de antígenos facilitados” por el Sistema Andaluz de Salud. La presidenta del Comité de Empresa asegura que le “consta” que “la dirección pidió PCR en vez de test de antígenos” cuando llegaron para hacer cribados y “no se los dieron”. elDiario.es ha tratado de confirmar este extremo con la responsable del centro, sin haberlo logrado porque la directora “no quiere hacer declaraciones”, apuntan desde la residencia.

En unas declaraciones recogidas por la Organización Mundial de la Salud, Andrea F. Wainer, vicepresidenta ejecutiva del departamento de diagnósticos rápidos y moleculares de Abbott, explicaba que la marca comercial de esa prueba se denomina Panbio. En las indicaciones de este test, publicadas por la empresa sanitaria, se explica que “la prueba proporciona resultados preliminares de análisis”. “Los resultados negativos no descartan la infección por SARS-CoV-2 y no se pueden utilizar como el único fundamento para un tratamiento u otras decisiones de gestión”, se indica en la información detallada que aporta el laboratorio en castellano. Desde el gabinete de prensa de Abbott apuntan que los test “están destinados a ser utilizados en personas que han estado expuestas a la infección por COVID-19 o que han presentado síntomas en los últimos siete días”.

Los expertos ya pusieron en duda los cribados con antígenos

La Asociación Madrileña de Salud Pública ya alertó en un comunicado que “los test de antígenos podrían ser una alternativa futura a las PCR para el diagnóstico de casos y sus contactos, pero no para pruebas de cribado”. Para Ildefonso Hernández, catedrático de Salud Pública y portavoz de la Sociedad Española de Salud Pública (SESPAS), lo sucedido en el centro de mayores de Puente Genil podría ser un caso “que demuestra que la sensibilidad en la realidad es menor que la esperada”.

Las fuentes consultadas explican que a principios de octubre una de las residentes del centro de Puente Genil “empezó a tener síntomas”. En ese momento se realizó un cribado con los test de antígenos y arrojaron “muy pocos positivos”, entre “cuatro o cinco” usuarios, explica Romero.  “Se suponía que todo estaba controlado”, añade la presidenta del Comité de Empresa. Durante esos días sectorizaron el centro de mayores para separar a los usuarios infectados de los que en la práctica estaban limpios de Covid. “A la semana siguiente empezaron a dar síntomas residentes que habían dado negativo. Ahí armamos el follón, si sectorizamos positivos y negativos, y resulta que estamos juntando positivos con negativos porque el test no era fiable, a partir de ahí fue un desastre”, destaca. A partir de ese momento, en el que detectaron que el cribado había fallado, “el siguiente paso fue pedir las PCR a la enfermera de enlace para trabajadores y residentes”, indica la trabajadora.

“Había residentes que daban negativo y presentaban síntomas a las pocas horas”, añade la otra profesional consultada. “Iban saliendo de diferentes grupos burbuja. El foco no sabíamos dónde estaba, ya era incontrolable”, apunta esta fuente. A esos positivos que se iban conociendo, había que sumar los de los trabajadores. Los profesionales consultados explican que la Domus Vi ha tratado de cubrir las bajas y no les achacan responsabilidades. “La empresa ha estado siempre con la prevención y ha intentado hacerlo bien”, explica Romero. 

Para los trabajadores aquellas semanas de virulencia del virus se vivieron con “un estrés brutal”, añade Romero. “Cuando vimos que las cosas habían fallado, muchos se vinieron abajo”, destaca. A esa situación, se sumó que “el pueblo estaba echando la culpa a las trabajadoras”. Una compañera de Romero que había dado positivo y estaba en cuarentena optó por grabarse un vídeo explicando qué había sucedido durante aquellos días, estas imágenes se viralizaron en el municipio y contribuyeron a rebajar las críticas. “Los trabajadores han hecho todo lo posible para que no se les fuese de las manos [el virus]. Se habían limitado a seguir el protocolo que marca la Junta con la empresa”, explica la profesional del centro que difundió su grabación. 

El alcalde espera que la experiencia de la residencia de Puente Genil, donde se ha “sobrevalorado la eficacia de los antígenos y ha dado un resultado tan nefasto”, no se vuelva a repetir. “La experiencia nos ha demostrado que en este sector el tipo de test debe ser PCR y diario. Es la única manera de garantizar que el que entra en la residencia es negativo con una fiabilidad confiable”, sentencia. El grupo Adelante Andalucía llevará la situación de esta residencia al parlamento autonómico para que el consejero del ramo explique qué ha sucedido en este foco de la pandemia en el municipio cordobés.

Si tienes información sobre la situación en las residencias de ancianos durante la pandemia, escríbenos a pistas@eldiario.es.

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