Este lunes se cumplirán cien días desde que José María González, Kichi, fuera investido como alcalde de Cádiz. La medida de los cien días se utiliza para tantear los primeros movimientos de un Gobierno, en este caso, municipal. Resulta interesante valorar cómo le han ido las cosas al líder de 'Por Cádiz sí se puede', que fue capaz de desbancar a Teófila Martínez tras dos décadas en el poder con el apoyo de los socialistas.
El alcalde afirma que han cumplido con el 85% de los proyectos previstos para estos cien primeros días, pero se está encontrando con una dura oposición y una inferioridad numérica que es crucial para sacar adelante sus propuestas en los plenos. Muchas trabas y muestras de falta de experiencia han complicado sus primeros días.
“Más que de los 100 primeros días deberíamos hablar de los 60 primeros días, porque este Equipo de Gobierno estuvo bloqueado casi un mes hasta el primer pleno de organización que rechazó la oposición y casi otro mes hasta que se aprobó definitivamente la propuesta de organización y funcionamiento de este Ayuntamiento. Pese a ello y pese a algunos palos en las ruedas en el inicio de la andadura, por suerte, en estos momentos, el PSOE se muestra colaborativo y estamos trabajando por darle continuidad a este clima de entendimiento”, valora González sobre sus primeros días en el cargo.
El balance que hacen desde el Partido Popular, sin embargo, poco tiene que ver. Ignacio Romaní, portavoz del partido, afirma que “ha quedado demostrada la capacidad del equipo de Gobierno para excluir, en lugar de unir, a distintos colectivos de la ciudad. Es la forma que tiene el alcalde de expresar esa dictadura popular en que se están convirtiendo todas sus intervenciones, tomando decisiones con el nombre del pueblo pero sin el pueblo”.
Las promesas
Las promesasProyectos sociales. Uno de los grandes objetivos de campaña era el de que ningún niño se quedara sin alimento por el cierre de los comedores escolares y, realmente, se puso en marcha un Plan de Continuidad alimentaria. Pero en otros campos dentro de este apartado, se tiene la impresión por parte de los colectivos sociales de ser recibidos y escuchados, aunque no del todo atendidos en la resolución de los problemas. El Ayuntamiento facilita la labor de los colectivos sociales, aunque son estos y las asociaciones los que están realmente resolviendo la mayoría de las tragedias familiares y las enormes carencias de la población, aunque sea de manera inmediata.
La transparencia. José María González siempre defendió que los representantes públicos no podían vivir alejados de la realidad, con sueldos estratosféricos, y presume de que “ahorramos 300.000 euros con nuestra propuesta al Pleno de Organización”. La transparencia era una de sus grandes metas después de haber criticado duramente el oscurantismo de la etapa anterior y ha creado una auditoría ciudadana “para que los gaditanos tuvieran conocimiento de lo que se ha hecho con su dinero, evitando caer en los mismos errores; los técnicos del Ayuntamiento se pasan todo el día con la boca abierta de lo que estamos descubriendo. Dijimos que queríamos un Ayuntamiento de paredes de cristal y puertas abiertas, y la próxima semana presentaremos un Portal con el que poner a Cádiz entre las ciudades más transparentes de todo el Estado”.
Sin embargo, se le ha criticado duramente por sus decisiones para la elección de asesores, que supuestamente estaba abierta a cualquier candidato, y que al final se ha visto que recaía en algún caso en personas cercanas al partido, como ocurre con la trabajadora social contratada de manera sorprendente para el gabinete de comunicación.
La vivienda. Era uno de los puntos calientes de su programa. De hecho, una de sus primeras actuaciones públicas fue personarse junto a otros ediles para frenar un desahucio, algo que fue criticado por parecer un acto de cara a la galería. Sobre este tema dice González que “ya comentamos que tomaríamos contacto con quien hiciera falta para buscar soluciones al drama de la vivienda, o que pararan los cortes de luz y agua; y nos hemos sentado con ellos para mirarles a los ojos y dejarles claro del lado de quiénes estamos. Sin embargo, el problema de las viviendas vacías y la gente en la calle o a punto de ser desahuciadas sigue ahí. Las Corralas de la Bahía obtuvieron del alcalde la promesa de luz y agua y aún están esperando. Hace unos días, sin ir más lejos, murió otro indigente en las calles de la ciudad. Se da la circunstancia de que algunas de las personas de los colectivos que antes se manifestaban y protagonizaban una gran protesta contra el Ayuntamiento y autoridades cuando ocurría una de estas desgracias, ya no se concentran para no parecer que están boicoteando al nuevo Ayuntamiento. Hay un margen de confianza que todavía está vigente.
Trabajo. En este apartado defiende José María González que “dijmos que impulsaríamos el encuentro y la confluencia entre los municipios de la Bahía, y nos hemos reunido en diversas ocasiones para favorecer soluciones comunes a problemas compartidos; como en el caso del sector naval. Además, la semana próxima presentaremos nuestra propuesta de Plan de Empleo Digno Municipal, en el que enfrentamos el problema del paro desde una perspectiva estructural, y apostando directamente por un cambio de modelo productivo basado en la sostenibilidad, fomentando las energías renovables y un turismo construido sobre la cultura, el patrimonio y la comunidad, no sobre un lujo desproporcionado al alcance de sólo unos pocos”. De momento, el número de parados en la ciudad sigue siendo dramático y desde el sector naval se comenta que estos movimientos que están realizando tanto este Ayuntamiento como otros en el entorno de la Bahía parecen más destinados a la propaganda electoral para las generales que producto de un firme compromiso real con la Bahía.
Las polémicas
Las polémicas
Han sido muchos los episodios protagonizados por el alcalde gaditano en este tiempo. El último, su decisión de intervenir políticamente en las dos fiestas más importantes para los gaditanos: la Semana Santa y el Carnaval. Ha aclarado que no tiene ninguna intención de suprimir la Semana Santa, pero sí “mejorarla, pero aplicando un sentido de época” y bajando la subvención que se daba anteriormente. En cuanto al Concurso Oficial de Agrupaciones, los ediles han decidido con sus votos el desarrollo del concurso, cuando anteriormente sólo intervenían los colectivos de las agrupaciones.
No ha gustado tampoco la imagen que da de Cádiz a nivel nacional en sus habituales apariciones en los platós de televisión o en las conexiones que se hacen con la Tacita en programas de contenido político. La oposición y también colectivos de la ciudad dicen que no es bueno que proyecte una imagen de ciudad sumida en la pobreza porque hace daño para el turismo, un pilar de la economía.
Ha sido a partes iguales criticada y alabada su decisión de no subir al buque chileno Esmeralda porque se entiende que o bien demostraba sensibilidad para con las víctimas de la dictadura chilena, o denotaba desconsideración hacia un país que vive en la democracia desde hace ya muchos años. Se le ha mirado con lupa y por eso se ha elevado a la categoría de noticia que se comprara un traje y una corbata y, por supuesto, que desplazara un retrato del Rey en su despacho por uno del alcalde gaditano Fermín Salvochea. Fue chocante también verlo recibir la medalla del Cristo del Nazareno cuando en más de una ocasión se ha definido como ateo. “Lo hago por respeto a los gaditanos”, señaló, pero muchos entienden que se trata de un gesto populista.
La oposición: más forma que fondo
La oposición ha sacado tajada de ello y el regidor gaditano responde que “parece que el PP nos pide que hagamos en 100 días lo que ellos no han querido hacer en 20 años. Nos queda mucho camino que recorrer, mucho trabajo por delante y algunos tropiezos de los que levantarnos. Nos equivocaremos de vez en cuando, pero nunca vamos a dudar de con quién está nuestra lealtad”, resume.
El problema es que es también su supuesto socio en el camino, el PSOE, el que critica con dureza sus fondos y sus formas. “En estos 100 días ha habido mucho estudio, mucho análisis, mucha polémica y muy poca concreción, pero se han tomado muy pocas decisiones. Se han querido generar, a nuestro juicio, demasiadas polémicas y, comparativamente con otros municipios donde gobierna Podemos, lo que estamos viendo es que se están dejando llevar más por cuestiones de cara a la galería que por el fondo”, señala el portavoz del partido socialista, Fran González.
En general, no se puede valorar negativamente al gobierno municipal ni a la alcaldía por estos 100 días porque no ha tenido tiempo de decepcionar abiertamente, pero tiene que empezar a llevar a la práctica los puntos que figuran en su programa para no pasar a la posteridad como el alcalde que se quedó en la simple teoría.