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De defender a trabajadores en Cádiz al juzgado por la Ley Mordaza: “Tengo lesiones de la policía que me denuncia”

Raquel Rodríguez

Francisco J. Jiménez

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La huelga del metal de Cádiz ha marcado un antes y un después en la lucha obrera. El mes de noviembre de 2021 será recordado como el periodo en el que rebosó el vaso de la paciencia de muchos trabajadores. Y fueron muchas las escenas de intervenciones policiales, tanto en las inmediaciones de algunas factorías de la provincia como en barriadas obreras como la del Río San Pedro. De allí es Raquel Rodríguez, una mujer de 45 años que, junto a otras dos personas denunciadas, ha tenido que declarar en el Juzgado de Instrucción Nº 3 de Cádiz por incumplimiento de la Ley de Seguridad Ciudadana y por difundir imágenes de policías mientras trabajaban.

La conocida como Ley Mordaza se ha cruzado en el camino de esta trabajadora, que se hizo famosa durante los disturbios de la huelga al defender a los obreros y criticar la actuación policial. “Ya he ido a declarar, pero no sabré nada hasta que el fiscal no dé una respuesta. De momento me ha denunciado la policía, yo he presentado unas pruebas y ahora estamos a la espera. Me están aplicando la Ley Mordaza. Yo tengo unas lesiones provocadas por la misma policía que me denuncia. Me apalearon en la manifestación de la lucha del metal del 23 de noviembre. Hay un vídeo en el que se ve cómo la policía me empuja y me apalea a mí y a dos compañeros más. Tenemos esas pruebas y hay que esperar a ver qué responden”, explica a este periódico.

Hasta la el momento no han trascendido los plazos para conocer la decisión final de la Fiscalía. Ha sido denunciada por “revelación de datos e intimidación”. Ella ironiza con esto último: “No sé a qué se refieren con intimidar. Soy una mujer que se enfrentó sola a un batallón de antidisturbios y puede ser que los intimide”.

Raquel relata los hechos vividos en su barrio, el Río San Pedro, cuando apareció la tanqueta, tristemente famosa durante la huelga del metal: “Yo me encontraba desayunando en mi casa. Escuché revuelo, me asomé y empecé a grabar porque vi a la gente huyendo despavorida. Me encontré con que la policía estaba disparando pelotas de goma y fue tanta mi indignación que bajé corriendo. Vi una tanqueta y mientras disparaban yo les pedía que salieran del barrio. A los antidisturbios les dije que nuestros hijos estaban aquí, que dejaran de disparar. Es paradójico porque en lugar de traer el orden lo que trajeron fueron disturbios”, sentencia.

También alcanzó la popularidad por aparecer en una cadena televisiva nacional que se hizo viral en las redes sociales. Ella se siente víctima de lo sucedido, a pesar de haber terminado siendo denunciada. “Dije que los policías eran unos sicarios porque son unas personas que están pagadas y que tendrían que estar protegiéndonos y no lo hacen. Yo intervine en la protesta defendiendo a mi barrio contra la ocupación de los señores de la UIP y me encuentro con que me denuncia la policía. Y todo eso después de haber sido apaleada y después de haber probado sus gases lacrimógenos y gas pimienta. He probado todo el surtido que traían”, bromea.

“En mi barrio estuvieron cinco horas disparando de manera ininterrumpida. Yo parecía que me estaba trasladando a un país en guerra, no daba crédito a lo que estaba viendo. Y yo estoy pagando los platos rotos por haber compartido la brutalidad policial. Resulta que yo soy la mala de la película”, lamenta.

El objetivo de “criminalizar la huelga”

En su propio barrio tuvieron lugar detenciones a mediados de diciembre por los altercados de la huelga del metal. Los vivió de cerca y dice sin dudarlo que “esas detenciones se han hecho al estilo franquista, en las casas de la gente o delante del colegio cuando llevaban a sus hijos por la mañana sin seguir el protocolo legal de mandar una citación, como me ha venido a mí. Han ido a por las personas con antecedentes para dar la vuelta a la situación y criminalizar la huelga”.

Su versión está en las Antípodas de lo que dijo recientemente el delegado del Gobierno de España en Andalucía, Pedro Fernández, que ha asegurado que la actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado durante la huelga del metal ocurrida en Cádiz “siempre fue proporcionada”.

“Es para decirle al delegado del Gobierno que viniera y viera cómo estaban atacando a la gente, disparando a bocajarro. Tengo miedo porque ya vienen con las represalias como la denuncia que me han puesto. Quieren darme un escarmiento, pero yo le digo a esos señores que no me van a amedrentar. Yo estoy defendiendo lo que es justo: tener un salario digno, que se cumplan los convenios y que no nos hagan firmar la precariedad laboral que venimos sufriendo la clase trabajadora. Que esto se haya convertido en algo normal me da más miedo que sus pelotas de goma y su represalia policial”.

En este sentido, se ha creado el Comité en defensa de los represaliados en la huelga de Cádiz. El objetivo es que sirva de enlace con sindicatos políticos y políticos para que sean declaradas nulas las actuaciones practicadas contra los represaliados. “Se inicia en Cádiz pero la idea es que se vaya expandiendo a nivel regional y estatal como una herramienta para la clase trabajadora contra las leyes antidemocráticas”, explica.

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