La Consejería de Fomento de la Junta de Andalucía adjudicó dos contratos para reparar sendas carreteras de la provincia de Cádiz a una empresa sin experiencia en este tipo de obras, sin apenas negocio y sin trabajadores contratados para acometer una tarea de esta envergadura en el momento de la adjudicación. Los dos contratos a Obras Civiles y Edificación Barveal, S.L. (en adelante, Barveal) suman algo más de cuatro millones de euros, y fueron asignados por la vía de emergencia en noviembre de 2021 y marzo de 2023, tal y como adelantó Cadena Ser y ha podido confirmar este medio. El primero por algo más de 1,1 millones de euros y el segundo por 2,9.
Las obras debían servir para arreglar los hundimientos y deformaciones en las carreteras que unen Medina-Sidonia con Chiclana de la Frontera y Sanlúcar de Barrameda con Jerez de la Frontera (esta última está aún en ejecución). La Consejería de Fomento esgrime que suele adjudicar este tipo de obras a pymes locales, que la contratación es legal y que se ha cumplido el encargo en tiempo y forma. Y añade que, aun pudiendo haber adjudicado el contrato de forma verbal y directa, lo hizo en un “procedimiento transparente” e invitando a otros ocho licitantes a presentar sus ofertas.
Sin embargo, la presencia de Barveal en el mundo empresarial es difusa. Nadie parece conocerla y, según fuentes municipales, no se ha presentado a ninguna licitación en el ayuntamiento de Jerez, donde tiene su domicilio social. No tiene teléfono, ni correo electrónico ni ha sido posible contactar con un responsable en su supuesta sede social, una vivienda particular que está alquilada y donde dicen no saber nada de la entidad.
De pérdidas de 8.500 euros a un contrato de 1.185.000
Además, es probable que Barveal no hubiese podido hacerse con estos contratos si Fomento hubiese recurrido a una licitación ordinaria. El artículo 87 de la Ley de Contratos exige acreditar la solvencia económica, generalmente con el volumen anual de negocio, que en este caso era 0 antes de lograr el primer contrato público. En 2020, su primer año de existencia, la empresa había consignado unas pérdidas de 8.597 euros.
La ley prevé la posibilidad de adjudicar contratos de obras por la vía de emergencia cuando la administración “tenga que actuar de manera inmediata a causa de acontecimientos catastróficos, de situaciones que supongan grave peligro o de necesidades que afecten a la defensa nacional”. Fomento explica que desde 2019 ha acometido unas ochenta obras de emergencia en carreteras por “causas sobrevenidas” como lluvias torrenciales o accidentes.
El primer contrato viene acompañado de una memoria justificativa de la urgencia de la obra, debido a los hundimientos y deformidades producidas “de forma inesperada” dos meses antes. “Un fenómeno generalizado e inesperado de hundimiento y deformación del firme y su explanada, generando una gravísima deformación transversal y longitudinal así como grietas en la calzada” que hacían “urgente e ineludible” su reparación. En el segundo también se detallan unas deformaciones graves y peligrosas para la seguridad vial, provocadas en ese caso por la lluvia abundante.
Fuentes del Ayuntamiento de Chiclana señalan que, más allá de algunos badenes, el estado de la carretera con Medina Sidonia no se sale del desgaste común de la primera capa de rodadura, que siempre exige una reposición por el paso del tiempo, y no recuerdan ninguna necesidad excepcional en noviembre de 2021. “Hay alguna zona que puede estar algo más afectada, pero no grandes agujeros ni nada del otro mundo. Nada excepcional debido a un socavón por lluvias ni deslizamiento de tierras”.
De “restaurantes y puestos de comidas” a pavimentar carreteras
Gracias a la adjudicación de emergencia por 1.185.000 euros para reparar los baches de la A-390 entre Chiclana de la Frontera y Medina Sidonia, Barveal, constituida en 2020 y sin experiencia en la construcción de carreteras, pasó de no tener empleados a contratar a más de 20 personas no fijas. Este mes de marzo de 2023 ha logrado su segundo contrato, más cuantioso aún: 2.890.560,25 euros por arreglar ocho kilómetros del firme de la calzada de la A-480 entre Jerez de la Frontera y Chipiona. El primer contrato tenía un plazo de ejecución muy rápido: apenas 20 días. Los trabajos del segundo, en cambio, debían ejecutarse en un máximo de cuatro meses.
Barveal fue constituida por Francisco Javier Ojeda Rodríguez en enero de 2020 en Puerto de Santa María (Cádiz), con una denominación ajena a los trabajos de pavimentación de carreteras: Cristalera Extensión, S.L. Su objeto social era “Restaurantes y puestos de comidas”, que de hecho sigue siendo su actividad principal en el CNAE (el registro de actividades empresariales de la Seguridad Social). Sin embargo, apenas seis meses después trasladó su domicilio social a un piso de Jerez y amplió el objeto social a la construcción, reforma, rehabilitación, promoción, gestión y compraventa de edificios, las reparaciones o las “cimentaciones y pavimentaciones”. En enero, la actual administradora única, Bárbara Veas, sustituyó a Ojeda.
Las cuentas anuales de 2021, últimas que ha depositado ante el Registro Mercantil, reflejan cómo el primer contrato, adjudicado el 29 de noviembre de 2021, cambió la suerte de la empresa, pues supuso casi todos los ingresos de Barveal: de una cifra de negocios de 0 en 2020 pasó a consignar 1.292.938,47 euros. Según las cuentas, destinó la mayor parte al aprovisionamiento, y al final obtuvo un beneficio escueto: apenas 4.900 euros.
“Potenciar la economía local”
Según el perfil del contratante, nueve empresas fueron invitadas a presentar sus ofertas para cada uno de los dos contratos, tramitados ambos por la vía de emergencia regulada en el artículo 120 de la Ley de Contratos. “Para potenciar la economía local, este Gobierno suele adjudicar las obras de emergencias en carreteras a pymes locales”, señalan desde Fomento para explicar cómo una pequeña empresa local sin empleados y sin actividad en este sector pudo lograr dos contratos que suman más de cuatro millones de euros.
La Junta de Andalucía justifica la emergencia en el estado de deterioro en el que se encontraban muchas calzadas de la red de carreteras de Andalucía. Fuentes de Fomento añaden que el Gobierno de Juan Manuel Moreno se encontró al llegar (enero de 2019) con 1.800 kilómetros con el firme muy deteriorado, además de estructuras, puentes y viaductos en mal estado, “algunos de ellos al borde del colapso”. Además, “estaban caducados o a punto de caducar” 32 de los 35 contratos de conservación, según Fomento, que achaca la situación a la progresiva reducción de la partida presupuestaria para la conservación de carreteras.
“En cuatro años se acometieron hasta 80 obras de emergencias para actuar en las carreteras por causas sobrevenidas como tormentas, accidentes, etc.; de ellas más de una docena, relativas a puentes y pasos superiores. Evidentemente, el mal estado de conservación de las carreteras influyó notablemente”, añaden.
En relación al segundo contrato, la Junta de Andalucía informó la semana pasada de que se trataba de arreglar los desperfectos causados por las lluvias de finales de año, que hundieron el terreno y generaron grietas. Ya se ha cerrado la circulación de la calzada derecha. “De no actuar rápido, habría obligado a su cierre total”, señaló el Gobierno autonómico. Las obras consisten en la demolición del firme y la recomposición de la rasante, la colocación de una “geomalla antirremonte de fisuras” y la reposición de las señales horizontales.