Movilización contra la concesión del Faro de Trafalgar para instalar un restaurante: “No queremos que se privatice”

El Faro de Trafalgar (Barbate) albergará un restaurante y un centro de interpretación en la edificación. La Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz ha otorgado una concesión administrativa a la empresa Pentágono Colón, S.L, aunque por el momento únicamente se trata del inicio de la tramitación de la concesión, que puede llevar bastante tiempo.

Sin embargo, desde que ha trascendido la noticia se han producido movimientos de varios colectivos para frenar esta iniciativa. Ecologistas en Acción y Podemos han realizado una manifestación para mostrar su desacuerdo con el proyecto. El colectivo ecologista asegura que la concesión pretende ser por 15 años y que se lleva a cabo basándose en al Art. 72 de la Ley de Puertos y la marina mercante, que indica que “se podrán utilizar los faros con usos y actividades distintas de la señalización marítima”.

“Aunque la concesión no es contraria a esta ley, los ciudadanos de la zona quieren que el Faro se mantenga como está hoy, con su sistema dunar limitante bien conservado y con vegetación característica, insertado en el Tómbolo de Trafalgar con sus lagunas temporales y su avifauna y con acceso no motorizado”, explica Ecologistas en Acción.

Este colectivo recuerda que el Tómbolo de Trafalgar es Monumento Natural (Decreto 226/2001, de 2 de octubre, por el que se declaran determinados Monumentos Naturales de Andalucía), es Zona de Especial Conservación (ZEC) de la Red Natura 2000 europea, con su propio Plan de Gestión, y es parte del Parque Natural de La Breña y Marismas del Barbate según ha aprobado hace más de un año su Junta Rectora.

Podemos Conil, por su parte, se opone a la concesión al considerar esta zona como un monumento natural y de especial protección en la Red Natura 2000 Europea, además de estar inmersa en unos estudios arqueológicos por la Universidad de Cádiz (UCA). Aseguran que los que conocen la zona aprecian “el gran valor paisajístico y natural del Tómbolo de Trafalgar, aparte del valor simbólico, rodeado de un sistema dunar y lagunas temporales con su avifauna característica”, por lo que creen que se debe proteger el entorno y su belleza.

Tanto la asociación ecologistas como el partido local van a estar fiscalizando que la empresa que ha sido elegida reciba la licencia de obras por parte del Ayuntamiento de Barbate, que cuente con el informe positivo de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, que habrá de considerar los yacimientos romanos y nuevos descubrimientos arqueológicos que realiza la Universidad de Cádiz, que reciba la aprobación de la Demarcación de Costas de Cádiz, ya que la zona se encuentra en Dominio Público Marítimo Terrestre (DPMT) y el informe positivo de la Consejería de Medio Ambiente al Estudio de Impacto Ambiental.

“No queremos que el Faro se privatice. Queremos que siga siendo lo que es, un sitio no solo precioso y simbólico. Ya está bien de comercializarlo todo, de privatizar todo lo que es público. No queremos que vaya en beneficio de unos pocos o de una empresa en concreto”, explica a este periódico Lola Yllescas, portavoz de Ecologistas en Acción.

Las claves del proyecto

La Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz ha publicado que el proyecto contará con una inversión total de 838.850 euros y que plantea la contratación de 22 personas residentes en el ámbito de influencia del faro para la temporada baja, que en temporada alta puede llegar a 41, así como la posibilidad de contratación de personas mayores de 50 años en situación de riesgo de exclusión social y paridad en la plantilla. Además, entre las mejoras ofrecidas por el concesionario destaca un plan específico de limpieza de arenas en la carretera del faro y mejoras en la torre.

El centro de interpretación se divide en dos espacios: uno interior con una superficie de 10 m², donde se distribuirán varias salas expositivas relativas al propio faro y a la histórica batalla de Trafalgar; y otro exterior complementario, donde también se analizarán la flora y fauna autóctonas, entre otros conceptos.

El proyecto de restauración, por su parte, tiene al frente al chef Germán Franco, fundador de varios restaurantes en Sevilla. Plantea una carta con productos propios de la zona y de Andalucía, con especialidad en arroces y variedad de carnes y pescados. El restaurante dispondrá de terraza exterior, comedor interior y barra para aperitivo. La zona de aparcamiento es exterior a la concesión, por lo que se restringe el acceso de vehículos, a excepción del servicio de traslado en determinadas temporadas que ofrecerá la propia empresa con vehículos en su mayoría eléctricos.

“No se privatiza, se explota”

El inicio de la tramitación de la concesión responde al plan de Puertos del Estado con el Ministerio de Fomento, que en 2015 puso en marcha al proyecto que era Faros de España, donde se instaba a los propietarios, que son las autoridades portuarias a poner en valor y uso estos faros que suelen estar situados en puntos muy emblemáticos.

En la web Puerto del Estado se afirma al respecto que el proyecto Faros de España ya está contribuyendo a “una mayor conservación de estas tradicionales ayudas a la navegación, muchos de ellos auténticos inmuebles históricos, a la par que supone un elemento de atractivo para la inversión y la consiguiente creación de empleo asociada a su explotación, así como la potenciación de sinergias con otras actividades turísticas ya existentes en la zona o que podrán desarrollarse, como rutas turísticas, entre otras alternativas”. Puertos del Estado remarca que no se privatiza nada, que se explota, pero no se vende y sigue siendo público.

El Faro de Trafalgar ya fue objeto de licitación para una concesión administrativa como centro de interpretación, hostería y hostelería acogiéndose al programa del Ministerio de Fomento “Faros de España” en el año 2015, pero por problemas burocráticos con la línea de deslinde marítimo terrestre, la concesión no prosperó y hubo que desestimarla en 2018. En 2019, la Autoridad Portuaria volvió a licitar un concurso de concesión, pero como centro de interpretación y uso hostelero exclusivamente, cuya resolución se ha visto demorada debido al contencioso iniciado por la empresa adjudicataria del primer concurso.