Faltan tres semanas para que arranque la campaña de las elecciones andaluzas del 2 de diciembre, y el debate centrado en Andalucía que esgrimió Susana Díaz para justificar el adelanto electoral ya se ha esfumado. La presidenta de la Junta y candidata a la reelección del PSOE va a apoyarse en el peso del Gobierno de Pedro Sánchez para ganar los comicios, pero también va a soportar la carga de toda la oposición en Madrid y en Catalunya contra el presidente.
El líder nacional del PP, Pablo Casado, ha inaugurado la precampaña este sábado en Sevilla señalando a Susana Díaz como corresponsable de todo lo que Sánchez hace o deja de hacer, sobre todo respecto al problema secesionista catalán. Catalunya, quiera Díaz o no, se abre paso en los discursos de PP y Ciudadanos como uno de los lemas de campaña en las andaluzas. Es una constante en todos los actos de los líderes nacionales en Andalucía, que se baten entre sí por la hegemonía del voto conservador.
Casado ha dicho este sábado en Sevilla que los aliados políticos de Susana Díaz son Pedro Sánchez, pero también el líder de Podemos, Pablo Iglesias, el president de la Generalitat, Quim Torra, o el dirigente independentista vasco de Euskal Erria Bildu, Arnaldo Otegi. “¿Sabéis a quién presenta Susana Díaz en las listas andaluzas?: A Sánchez, a Iglesias, a Torra, a Otegi”, dice el líder nacional del PP, despertando los aplausos de la 23 Interparlamentaria del partido, que reúne en Sevilla a líderes autonómicos, nacionales, alcaldes, diputados del Congreso y senadores. Casado ha acusado a Sánchez de traer el viernes a Sevilla un Consejo de Ministros “en plena precampaña de las andaluzas”. “Luego dice la portavoz del Gobierno que no puede anunciar nada de Andalucía porque estamos en elecciones, pero se hacen la foto en la Plaza de España, un país que no defienden”, remarcó.
La intervención de Casado coincidía con el aniversario de la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Catalunya, una efeméride que el líder del PP ha aprovechado para reivindicar “la herencia” de su partido. “Hay partidos que tenemos que reivindicar nuestra herencia. Aznar paró el plan Ibarretxe y Rajoy paró el plan Puigdemont”, ha afirmado. “Lo decimos con orgullo”.
A pesar de no lograr que Rajoy estuviera en el acto, y eso que el expresidente se encontraba en Sevilla, Casado ha defendido la labor de su predecesor. “Hoy podemos decir que el PP evitó que Catalunya pudiera acabar siendo un Estado independiente. La audacia, fortaleza y firmeza de un Gobierno de Rajoy destituyó y puso orden ante el cúmulo de ilegalidades”, ha asegurado
“Estamos muy orgullosos de lo que hicimos”, ha remarcado Casado, si bien ha matizado que si el 155 “fue tan corto es porque Ciudadanos no dejó de reclamarlo, si no afectó a TV3 fue por la enmienda que el PSOE presentó en el Senado y si no afectó a los Mossos fue por lo que pidió el PSOE no por escrito pero sí de palabra”. Casado ha vuelto a anunciar que si logra gobernar volverá a intervenir Catalunya.
En la apertura de la Interparlamentaria ha intervenido Manfred Weber, presidente del Grupo Popular Europeo, y el propio Casado, mientras que el líder del PP andaluz y candidato a la presidencia de la Junta, Juanma Moreno, ha permanecido de oyente en primera fila. Casado ha sido muy duro con el PSOE andaluz y con el Gobierno autonómico, usando las denuncias de corrupción como principal línea de oposición. “El PSOE se ha servido de los andaluces y de Andalucía. Necesitamos menos Junta y más andaluces. Aquí han estado 40 años gobernando los mismos y hay una democracia clientelar y corrupta en Andalucía”, sentenció.