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El cese de dos profesores de la Escuela Andaluza de Salud Pública abre otra brecha entre la Junta de Andalucía y la institución académica

Álvaro López

Granada —
8 de abril de 2021 20:12 h

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La destitución de dos profesores de la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP) ha abierto un nuevo cisma entre la institución académica y la Junta de Andalucía. La gerente, Blanca Fernández-Capel, designada en 2019 por el Gobierno de Juan Manuel Moreno e histórica diputada del Congreso por el Partido Popular, ha decidido prescindir de Emilio Sánchez-Cantalejo, uno de los docentes más prestigiosos de la escuela, y ha apartado a Joan Carles March de la coordinación del Diploma de Gestión de Servicios, puesto en el que llevaba solo un año.

Ambos ceses han provocado una cascada de reacciones en contra en el seno de la EASP que han abierto más la brecha que hay con la Junta por los planes del Gobierno andaluz de disolverla e integrarla en el futuro Instituto Andaluz de Salud (IAS). Aunque las fuentes citadas evitan pronunciarse abiertamente al respecto y dicen no saber si hay relación directa entre las dos destituciones y los planes del Gobierno andaluz con la escuela, lo cierto es que los ceses de Sánchez-Cantalejo y de March se han producido en el mismo lapso de tiempo y justo cuando ambos habían participado en una mesa redonda sobre la utilidad y el futuro de la EASP.

La cita, celebrada en el Ateneo de Granada, tenía como lema “Por qué y para qué una Escuela de Salud Pública” y fue ideada por los dos profesores hoy cesados. Según explica March a este medio, “a la gerente no le sentó nada bien que hubiese esa mesa para hablar de la escuela y al cabo de pocos días le envió una carta a Emilio diciéndole que ya no contaba con él”. Poniendo fin así a más de 35 años de relación entre este docente y la EASP. Emilio Sánchez-Cantalejo ha sido, hasta la fecha, profesor en diferentes ámbitos de la escuela y uno de los impulsores de la institución desde que se fundó.

Un ataque contra la “libertad de opinión”

El propio Emilio asume que su cese se ha producido por la realización de esa mesa redonda y explica, a través de un comunicado enviado a su entorno más cercano, que la gerente de la EASP no solo le ha destituido de su puesto docente, sino que le prohíbe cualquier tipo de colaboración. Una marcha a la que hay sumar la de Joan Carles March como coordinador del Diploma de Gestión de Servicios de la Escuela Andaluza de Salud Pública y que fuentes de la escuela califican como un ataque a la “libertad de opinión”.

Se da la circunstancia de que Joan Carles March es una de las caras más visibles de la institución académica granadina por su presencia habitual en los medios de comunicación. Además de haber sido director de la escuela durante dos años, entre 2015 y 2017, March es también una de las personas que más se está enfrentando a la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía para evitar que se lleven a cabo los planes de cierre de la institución que planean sobre ella desde más de un año.

Por eso, su relación con Emilio Sánchez-Cantalejo, al que le une una amistad desde hace décadas, ha instalado en la Escuela Andaluza de Salud Pública la sensación de que la decisión de la gerencia de cesarlos a ambos tiene más de “purga” que de decisión académica. Las destituciones, especialmente la de Sánchez-Cantalejo, han sido acogidas con sorpresa y molestia entre el profesorado y los alumnos de la escuela que destacan la valía profesional del docente y ponen de relieve su trayectoria contrastada.

Desconcierto general

Las formas elegidas tampoco han resultado ser las más “decorosas”, según Joan Carles March: “Me quitan de la coordinación de un diploma. Lo hacen el último día en el que se presentaba a la Universidad de Granada como renovación del curso y me dicen que el motivo es que no innovo y que el alumnado está cabreado”. Sin embargo, tras consultar los motivos de su cese con su alumnado la valoración fue todo lo contrario a lo expuesto por la gerencia. No solo eso, sino que entre los argumentos esgrimidos para la destitución estaban que lo solicitaba el Servicio Andaluz de Salud.

“Yo llamé a la encargada con la que decían que habían hablado y me dijo que ni mucho menos había dicho nada sobre mi gestión”, añade el exdirector de la EASP. Para Joan Carles March es tal el “despropósito” de su cese que la nueva persona a la que han puesto a coordinar el Diploma era profesora durante su etapa por lo que la coordinación “no podía ser mala precisamente”. Motivo por el que no duda de que la gerente le tiene “ganas”. “Me vetaron en el programa directivo, ahora me quitan esto y si pudieran me echarían de la escuela”.

El comité de empresa de la EASP ha evitado pronunciarse sobre estas destituciones alegando que se encuentran centrados en salvaguardar el futuro de la institución. Sobre ello, está prevista una primera reunión con la Secretaría General de Investigación, Desarrollo e Innovación de la Junta de Andalucía la próxima semana. Por otro lado, la gerente de la escuela ha declinado hacer declaraciones al respecto a este medio.