Todo por la “chavola”: la Guardia Civil avala una falta ortográfica en unas oposiciones para entrar en el cuerpo
La Guardia Civil ha dado carpetazo a cualquier duda ortográfica en relación con la palabra chabola. Para el instituto armado es igualmente correcto escribirlo así, con “b”, que “chavola”, con v. Una forma, esta última, que apenas se encuentra en una veintena de textos escritos en español en el siglo XX, pero que el Diccionario de la Real Academia Española admite advirtiendo de que se trata de una variante “poco usada”. El General Jefe de Enseñanza de la Guardia Civil concluye que la RAE admite “chabola” y “chavola” “en idénticos términos”, por lo que ambas son válidas.
La cuestión de si es un error ortográfico, o no, tiene una relevancia vital para algunos aspirantes a entrar en la Guardia Civil. Tal y como informó elDiario.es, al menos cinco opositores fueron descartados el pasado noviembre al señalar que chavola estaba mal escrita. Recurrieron en alzada, aportando un informe pericial que concluye que chavola es incorrecto, pero de momento no les ha valido de nada.
Una resolución firmada por Antonio José Rodríguez-Medel, General Jefe de Enseñanza, desestima su recurso y les abre la puerta a recurrir a los tribunales. Al menos uno de los opositores asegura que lo hará.
Sin criterio en las bases
La resolución está fechada el 15 de enero, y toda la explicación es que la RAE admite ambas variantes en idénticos términos. Esto no es del todo así: aunque la variante con v está recogida en el diccionario, la RAE subraya que es “poco usada”, una marca que se pone a aquellas formas que aparecen “raramente después de 1900”. Además, en respuestas por correo electrónico y X (antes Twitter), ha aclarado que chavola “no forma parte del español estándar actual” y que “ha perdido vigencia”, por lo que “desaconseja” su uso. De modo que la RAE recoge chavola, pero no la admite “en idénticos términos” que “chabola”, sino que prefiere esta última forma.
“La RAE no dice que lo admite, sino que la recoge en el diccionario”, matiza Antonio Martín Fernández, lingüista y fundador de la Unión de Correctores UniCo, autor del informe con el que los opositores sostienen su recurso. Martín insiste en que, en todo caso, ese no es el tema: “En las bases de la convocatoria no se dice que para decidir si la palabra es correcta o incorrecta haya que fijarse si está recogida por el diccionario de la RAE. Ese criterio se lo sacan de la manga”.
'Budú', 'vurlado' o 'refujio', errores a detectar
A falta de norma explícita en las bases, el perito insiste en que hay que estar al conocimiento del lenguaje exigible en un examen de este tipo y la llamada “competencia lingüística”. Lo cierto es que el resto de errores ortográficos del examen se podían detectar con una competencia ortográfica básica. Eran palabras como budú, vurlado, refujio, costipar… De modo que no se puede esperar de estos opositores (ni de nadie) que sepan que chavola está en el diccionario, deduciendo de ello que es correcta, observa el perito.
El lingüista añade que incluso un experto necesitaría de herramientas especializadas para encontrar chavola escrito en algún texto. La variante chavola ya no se registra en el Corpus del Español del Siglo XXI y Google NGram Viewer (la herramienta que localiza las palabras dentro de libros editados en español entre 1900 y 2019) la recoge veinte veces, lo que incluye textos en gallego y leonés (donde es un error) y libros que se remiten a textos de décadas anteriores. No es el caso de otras palabras bígrafas, como cebiche (o ceviche), o albahaca (albaca), que se usan alternativamente según zonas geográficas.
Si chavola sigue en el diccionario es porque la RAE no se rige por un análisis científico del uso actualizado del español, pues hace ya tiempo que hubiese concluido que chavola no lo usa nadie. En condiciones normales, nadie la habrá visto escrita, a no ser que se prepare en las academias como ejemplo de posible “pregunta trampa” destinada a hacer criba.
De hecho, el empeño por mantener la corrección de chavola con el argumento de que la recoge el diccionario contrasta con el hecho de que en el mismo examen sí se recogiese que cuantimás es incorrecta, a pesar de que ésta, como chavola, también aparece en el diccionario.
Un precedente judicial aclara que el diccionario no es determinante
Los suspensos por chavola confían ahora en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, al que dirigirán su recurso. En una sentencia del pasado mes de junio, este tribunal concluyó que “ciberataque”, “LGTBI”, “reditar” y “preminente” eran correctas en unas oposiciones a la Policía, aunque no aparezcan en el volumen de la RAE.
Si los suspendidos ganaran el recurso, serían convocados a las siguientes pruebas. En caso de aprobar podrían exigir una indemnización por los daños y perjuicios por el retraso en su incorporación. “Lo que parece claro es que el hecho de que esté o no en el diccionario no es el criterio determinante, porque no se ha dicho con carácter previo al ejercicio”, explica Ignacio Ucelay (Legal Oposiciones), el abogado que, junto a Cristina Moscoso, ha representado a los candidatos a agentes de la Benemérita.
El perito advierte contra el argumento de autoridad, tan frecuente, del “está en el diccionario de la RAE”, y cuenta que Miguel Delibes, académico y reconocido naturalista, fue incorporando nombres de pájaros al diccionario de la RAE, hasta que un día le pidieron que parara. ¿Por qué hay en el Diccionario unos pájaros y no otros? Simplemente, por esto. “Manuel Seco buscaba, y si aparecía más de 5000 veces con la misma acepción, la incorporaba. Pero la RAE no, a veces depura y a veces no. O acepta cambios o no”, señala el perito, que resume así la situación: “La RAE no es autoridad jurídica”.
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