“Mi nombre es Cynthia Uceda y soy estudiante en la Facultad de Bellas Artes de Sevilla. Debido a la situación económica de mis padres, no puedo hacer frente a la matrícula de mi Universidad, ya que el Gobierno no me concede la beca que necesito para continuar mis estudios. (…) Por ello, os propongo ser mis mecenas”.
Como una náufraga, Cynthia mandaba ese mensaje de socorro al mar de las redes sociales en la tarde del pasado lunes. Lo que no se esperaba era lo que iban a devolverle las 'olas': más de 7.000 retweets, un mensaje compartido 2.000 veces por Facebook y 300 encargos artísticos en la bandeja de su correo electrónico… en menos de 24 horas. Entre ellos, un trabajo como ilustradora de un libro, el diseño del cartel de un corto, poemas personalizados, tatuajes… y hasta trabajo de caricaturista para una boda en tierras catalanas para este otoño.
Sentada en un popular café de la sevillana Alameda de Hércules, esta estudiante de primero sueña despierta y se muestra abrumada por el éxito. Aún no ha sido capaz de asimilarlo. “Estoy emocionadísima, no me esperaba que la gente se fuera a implicar tanto… me veía ya fuera de la carrera”, reconoce esta artista con casi 4.000 seguidores en Twitter.
Cuenta Uceda que, entre materiales y matrícula, el coste de sus estudios se eleva hasta los 3.000 euros anuales. Eso sin contar con el pago del alquiler ni con los gastos diarios que supone vivir a cientos de kilómetros del hogar familiar. “Como en Estados Unidos, mis padres han tenido que pedir un préstamo para pagarme la carrera. El próximo año no me dan la beca, a pesar de que mi padre es vigilante de seguridad y mi madre apenas gana 100 euros al mes como limpiadora”, explica.
Sus padres la avisaron este cuatrimestre de que, sin beca, no podían seguir sufragándole los estudios. Después de buscar trabajo sin éxito, “me había hecho a la idea de tener que dejar la carrera y a mi pareja. Ante la desesperación de no saber qué hacer, una amiga me propuso que hiciera un proyecto de crowdfunding”.
Y así fue como, el lunes a las ocho y media de la tarde, se lanzó a pedir “ayuda para poder continuar estudiando la carrera con la que tantos años llevo soñando” a sus amigos, conocidos y seguidores de Facebook y Twitter. ¿Qué ofrecía a cambio de poder cumplir sus sueños? Poemas a 1,5 euros “escritos de mi puño y letra”, acuarelas por 5-10 euros y “retratos a lápiz con precio a convenir”.
Empatía y boca a boca, claves del éxito
Piensa que la clave del éxito ha sido “la empatía y el boca a boca de las redes sociales. Hay muchos casos de padres hipotecados o estudiantes que no pueden acudir a determinadas asignaturas porque tienen que trabajar”.
Como artista, cree que Twitter, donde alberga una cuenta desde hace tres años, tiene un enorme potencial para “contactar con gente de todas las edades y clases sociales”. Goza de cierta popularidad en las redes sociales gracias a su activismo feminista y la originalidad de sus propuestas a la hora de crear poemas colectivos por Twitter, donde pide a sus seguidores que le envíen palabras, para, con cinco de ellas, crear sus propios versos.
Cynthia tiene examen al día siguiente, pero ya no afronta sus estudios con la incertidumbre y desesperanza de los últimos meses. Su verano, piensa, va a ser muy diferente: se ve muy ocupada pintando y escribiendo poesía. Cree que, sólo con los encargos recibidos durante estas primeras 24 horas, se podrá financiar el segundo curso de esa carrera con la que lleva tantos años soñando.