'Cohousing senior', cooperativas de mayores para la convivencia desde la autogestión
¿A qué edad nos convertimos en mayores? ¿Cuándo los años nos incapacitan para vivir con autonomía propia? ¿Puede la soledad pesar más que la independencia?
Preguntas que nos vamos haciendo a medida que nos acercamos a la senectud cuya frontera parece establecida en torno a los 70 años. Hay quien creyó que era mejor ir preparando un futuro para vivir esta etapa de la vida con plena libertad más allá de cualquier mecanismo oficial.
Nace en los años 70 una ilusión, tal vez visionaria, de la mano de un grupo de amigos que no alcanzaba la cuarentena y que algunos se conocían desde la infancia, una alternativa a los asilos, las residencias públicas o las privadas. Tras años de pequeñas aportaciones, muchas reuniones e incluso debates sobre el proyecto común, la cooperativa malagueña 'Los milagros' queda definitivamente fundada en 1991. Es en el año 2000 cuando oficialmente logran inaugurar la 'Residencia Santa Clara'.
Un modelo de buenas prácticas que ofrece a los cooperativistas un centro donde están atendidas de manera global todas sus necesidades de manera autogestionada. Es una experiencia de atención integral pionera en Europa y que ahora se ha dado en denominar 'Cohousing senior'.
Más allá de 76 apartamentos de 50 m2 y terraza para cada uno, 6 habitaciones para enfermos que requieren asistencia continuada, capilla, gimnasio, biblioteca, peluquería, comedor, huerto, piscina, zonas ajardinadas, salas comunes y espacios recreativos… Decíamos, más allá de las infraestructuras está la ilusión de compaginar la convivencia en grupo con la intimidad personal, una continuidad del propio hogar, la necesidad de compartir la última etapa de la vida con personas con los mismos sueños e intereses.
Aurora Moreno González es una de las impulsoras de esta forma de vivir. Ahora, con 80 años y maestra jubilosa, que no jubilada como ella misma se define, recuerda que como parte de su formación visitó los antiguos asilos y de las circunstancias que allí observó ya germinó la idea de autogestionar su propio futuro.
Juan Ariza Morales, de 83 años, cuya imagen encabeza esta información y que es vecino del barrio de la Victoria de Málaga como muchos de los cooperativistas originales, recuerda la primera tertulia a la que asistió junto a su mujer, la primera vez que Aurora les contó el proyecto y decidieron apostar por la innovación y la convivencia con los amigos de siempre en la última etapa de la vida.
Para María Dolores Andreu García, 68 años, no fue tan sencilla la decisión. En 2006 conoce la 'Residencia Santa Clara' a través de unos amigos y le convence. No así a sus hijos que se oponían inicialmente a este cambio, como ha sucedido en numerosos casos de nuevos cooperativistas. Para ella la experiencia ha sido y es fabulosa.
Al fin y al cabo, en cualquier etapa de nuestras vidas buscamos el apoyo, la compañía, la diversión junto a nuestros amigos para sentirnos integrados en un grupo afín a nuestros pensamientos… ¿por qué no hacerlo cuando disponemos de más tiempo para compartir?