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El Colectivo de prostitutas de Sevilla se presenta en sociedad abogando por la “legalización”

Las prostitutas sevillanas quieren derechos sanitarios, cotizar a la seguridad social, que los asesinatos a prostitutas sean contabilizados como violencia de género en las estadísticas oficiales, que se legalicen los prostíbulos para que las puedan contratar legalmente, dejar de ser falsas huéspedes de hoteles que en realidad son clubes de alterne, que acaben las redadas contra los hombres que pagan por sexo, el fin de las pruebas obligatorias de VIH, dejar de estar estigmatizadas, tener voz en los espacios institucionales donde se tratan los problemas de las prostitutas, que el movimiento feminista no hable en su nombre a favor de abolir la prostitución y que cesen las ordenanzas municipales del Ayuntamiento de Sevilla, pioneras y referentes en España, que persiguen la compra y venta de mujeres en la vía pública y lanzan un mensaje nítido contra los puteros.

Es lo que piden las integrantes del Colectivo de Prostitutas de Sevilla, asociación recién creada que se ha presentado en sociedad en la Universidad Pablo de Olavide en medio de una fuerte polémica, debido a que la organizadora del acto ha sido Rocío Medina, profesora de Pensamiento Político Feminista en la UPO y responsable de Feminismos de Podemos Andalucía, formación política que “no tiene aún un posicionamiento político decidido sobre la prostitución”, según la dirección andaluza del partido morado.

El acto, titulado ‘Respeto y derechos para las trabajadoras del sexo’, que ha tenido formato de conferencia pronunciada por María José Barrera, que se reivindica como exprostituta, fundadora del Colectivo de Prostitutas de Sevilla y “de Podemos, aunque cada vez soy un poquito menos y soy más anarquista”, ha provocado la división en el interior del movimiento feminista hispalense, unificado en la Asamblea Feminista Unitaria de Sevilla y donde hay entidades y activistas que consideran que la prostitución es “explotación sexual” y no “trabajo sexual”, ya que “hablar de libre elección es una trampa tendida por el neoliberalismo”, apostilla la presidenta de una asociación feminista integrada en la plataforma que agrupa a todo el movimiento feminista hispalense.

“El trabajo sexual es un intercambio libre y negociado entre dos personas adultas y todo lo que salga de ahí es trata, explotación y todo lo demás y hay leyes para poderlo denunciar”, incide  María José Barrera delante de un centenar de personas, entre estudiantes de la UPO y “aliados” de las demandas de la líder del Colectivo de Prostitutas de Sevilla, quien lanzó varios recados al PSOE por las ordenanzas antiprostitución de la capital andaluza: “Las putas seguimos aquí, los clientes siguen yendo donde estamos y no se ha disminuido la prostitución”.

Barrera, que actualmente no ejerce la prostitución, se quejó también de la “hipocresía” y de la “incongruencia” de la situación de la prostitución en España, donde “las putas no tenemos ningún reconocimiento legal pero contribuimos al PIB de este país”. La conferenciante, a la que la responsable de Feminismos de Podemos presentó como “una de las personas que más saben de las prostitutas y de los derechos que demandan”, envió sus críticas más duras contra lo que define como “feminismo institucional”: “No hay movimiento feminista que nos apoye, no nos encontramos aliadas por ningún lado, sólo nos hemos encontrado aliados: del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), estudiantes de Derecho y dos compañeras de la Asociación Pro-Derechos Humanos de Andalucía (APDH-A)”, dijo ante un foro que aplaudió y agradeció la “valentía” de la fundadora del Colectivo de Prostitutas de Sevilla, quien anunció que en junio tendrá lugar en la capital andaluza “un encuentro de putas de toda España” para organizar un colectivo a nivel estatal “a favor de nuestros derechos”.

“Mientras haya pobreza, habrá prostitución”, apostilló la exprostituta Barrera, que apela a la libertad individual de las mujeres para dedicarse al “trabajo sexual”, reclama “unidad a las putas” y asegura que “en los clubes no hay proxenetismo”: “Los empresarios no se quedan con dinero nuestro, nosotras pagamos hospedaje, por eso los empresarios no tienen problemas y nosotras sí. Las únicas que no estamos incluidas en las leyes somos las putas”, subraya, ante el aplauso de los asistentes a su discurso “pro-sex” y a favor de la regulación “a la neozelandesa”, en referencia a la Ley de Reforma de la Prostitución en Nueva Zelanda, aprobada en 2003 y que despenalizó la venta de sexo a la par que aboga por programas de apoyo para que las prostitutas puedan abandonar la prostitución e incorporarse al mercado laboral, que es el modelo defendido por Amnistía Internacional en una polémica decisión bajo el “principio de reducción de daños” que provocó reacciones contrarias del movimiento feminista abolicionista por considerar que esta postura avala la regulación de la explotación sexual y fomenta la trata.

Polémica en la UPO

El acto organizado por Rocío Medina, profesora de Pensamiento Político Feminista en la Universidad Pablo de Olavide a la vez que responsable de Feminismos de Podemos Andalucía, ha creado revuelo dentro del ámbito universitario, “porque debería haber sido en formato de debate para dar voz también a la otra parte del debate de la prostitución”. Si bien, “no se ha querido censurar el acto públicamente y todo se ha quedado en comentarios off the record para no dividir al movimiento feminista justo en este momento donde la unidad está permitiendo avanzar como nunca a las mujeres en la lucha por nuestros derechos”, confirma a eldiario.es/andalucia una profesora de la UPO que prefiere mantener su anonimato. En el turno de palabra abierto tras la conferencia de María José Barrera, eldiario.es/andalucia no pudo hacer preguntas ni a Rocío Medina ni a María José Barrera: “El Colectivo de Prostitutas de Sevilla me ha pedido que sólo haga preguntas la comunidad universitaria, así que le pido a la prensa que respete su decisión”, espetó Medina antes de abrir el turno de palabras al auditorio.