Para entender la importancia de la idea que han tenido en la Asociación de Padres y Madres de Alumnos (AMPA) del colegio Oria Castañeda de la localidad onubense de Lepe hay que buscar el dato de su padrón municipal, que cita que supera los 28.000 habitantes, que su población inmigrante está en torno al 20 por ciento del total, y que en sus calles viven personas de hasta 63 países distintos.
Con esta premisa, las aulas de sus nueve centros educativos son verdaderas torres de babel, que en ocasiones tienen detalles que llaman la atención, como la que ha tenido esta AMPA, que preside Manuel Reyes Pascasio, que ha decidido que la Navidad no excluya a ningún alumno del centro, sin importar su edad, su idioma e incluso sus creencias religiosas.
Por eso, este año, cuando comenzó a acercarse el frío, empezaron a plantear las felicitaciones navideñas, con un clásico “Feliz Navidad y próspero año nuevo” para entregar a los niños, aunque la idea fue más allá. En un colegio con 636 niños de muchos países distintos, lógicamente, tiene que haber de todo en términos de religión, por lo que la felicitación navideña no solo es católica, sino que se desea lo mejor a los niños para el nuevo año o se adapta a la celebración de cada uno en su hogar. “No queremos que nadie se sienta excluido jamás, todo lo contrario. Si los niños aprenden desde pequeños lo importante que es la integración y lo que se puede aprender de cada cultura que tenemos cerca, sin duda estaremos construyendo algo muy importante”.
Lo exlica Pascasio a eldiario.es/andalucia, mientras muestra la felicitación en árabe, y hace balance de las cosas que ha hecho su junta directiva desde que hace un año llegaron al cargo. Junto a él, se sienta siempre que pueden en una amplia mesa de trabajo Manuel Antonio Ramiro, Patrocinio Barriga, Pepi Isabel Pérez, Chari Núñez, Setefilla García, Mario Suárez, Bella González, Manoli Camacho y Tamara Franco.
“Se ha intentando colaborar y trabajar con la dirección del centro para que mejoremos, además de las infraestructuras, la educación y valores junto a los padres y madres, sin los cuales habría sido imposible; se ha trabajado en la dotación de libros a la biblioteca, se ha colaborado con el Ayuntamiento en la dotación de placas solares y aumento de la presión del colegio, restaurado el tejado, puesto en marcha el ascensor, etc..., con el matiz de que ”se han anulado las cuotas de los padres, de forma que cualquier padre puede ser socio de la AMPA sin que la crisis económica se lo impida“.
Ayuda a los que menos tienen
Con ese detalle, cuesta trabajo seguir la estela de actividades que se realizan, como refuerzo pedagógico, clases de zumba, sport dance, o la apertura de un punto de recogida de juguetes en buen estado. Manuel Reyes Pascasio parece tenerlo claro: “lo que queremos es un AMPA activa, adaptada a los actuales tiempos, y en un Lepe diverso como este teníamos dos opciones en Navidad: felicitar solo a los católicos o entender que los mensajes de paz de estos días tienen que ser para todos, porque todos queremos lo mejor para nuestro vecino, sea de donde sea y hable el idioma que hable”.
Eso en lo referente a las felicitaciones navideñas, aunque en pleno calor, esta AMPA sufragó los gastos que precisaron los niños de familias sin recursos económicos, con el fin de que todos los alumnos del colegio acudan a clases en igualdad de condiciones, incluido el material.
“Se intentó que la igualdad en las clases sea total, porque no podemos consentir que un niño tenga aptitudes para tener un buen expediente escolar y no lo consiga por falta de material”.
Por estas y otras actividades, la AMPA de este centro escolar ha recibido una distinción especial de la confederación que las une, la CODAPA, y su presidente tiene que organizar su agenda para dar charlas allá donde le reclaman para explicar su particular forma de trabajar, y para terminar con idea de que los padres y las AMPAS son cosas distintas y tienen que ir cada una por su lado.