Andalucía admite un “déficit” de jeringas adecuadas para “aprovechar” un “culillo” del 20% de las vacunas de Pfizer
El pleno extraordinario en el Parlamento andaluz convocado a petición de los grupos de la oposición para que el Gobierno de Juan Manuel Moreno Bonilla rinda cuentas sobre la gestión de la pandemia ha dado un giro brusco después de que se hiciera público que Andalucía -entre otras comunidades- desperdició alrededor del 20% de las dosis de los primeros cargamentos de la vacuna de Pfizer. La oposición al Gobierno andaluz lo atribuye al uso de jeringuillas que “no eran adecuadas” para aprovechar el máximo de los viales recibidos, mientras la Junta resta importancia a las jeringas, y aclara que se debió a un cambio en la instrucción para administrar la vacuna -por parte de Pfizer y de la Agencia Europea del Medicamento (EMA)-, que además “ha afectado a todo el país, no sólo a Andalucía”.
La vacuna contra la Covid-19, al contrario de lo que ocurre con la de la gripe, no llega “en jeringuillas precargadas”, sino en viales de cinco o diez dosis. El vial de Pfizer es de 3 ml y el de Moderna de 5 ml. El consejero de Salud, Jesús Aguirre, ha explicado en el Parlamento que la Junta de Andalucía adquirió hace “tres o cuatro meses” 25 millones de jeringuillas, preparándose para cuando llegaran los primeros lotes de vacunas Pfizer y Moderna, “porque sabíamos que habría un problema de desabastecimiento”. Hay jeringuillas de 1 ml y de 2 ml. Las primeras facilitan la extracción de seis dosis del vial de Pfizer, pero el consejero ha reconocido que “hay un déficit” de este tipo que garantiza un mayor aprovechamiento de la vacuna. “Ya hemos comprado y pedido que nos abastezcan con esa jeringa de 1 ml para esa sexta dosis que aprobó la semana pasada la EMA”, dice Aguirre. El Servicio Andaluz de Salud (SAS) tiene material de esta tipología, pero necesita muchas más jeringas para afrontar la demanda de vacunación y la nueva forma de administrar la sexta dosis de cada vial, explican fuentes de Salud.
Cada vial de Pfizer permite administrar seis dosis, según la farmacéutica, pero la mayoría de jeringuillas que venía usando la Junta sólo permitían inyectar fácilmente cinco. “Se podía sacar hasta cinco dosis y quedaba un culillo” que no se aprovechaba. “Ahora lo que estamos consiguiendo es aprovechar ese poquito que es esa sexta dosis, que supone un 20% más de vacunación”, ha explicado el consejero.
La Consejería de Salud ha explicado que, en realidad, el problema principal no es el tipo de jeringas, sino que hasta el pasado 8 de enero, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) no autorizó el cambio en el prospecto de la vacuna de Pfizer para aclarar que se podían administrar seis dosis de 0,3 ml en cada vial, en lugar de las cinco que se inyectaban hasta el momento, aunque puntualizó que para ello había que contar con el material adecuado. “Antes del 8 de enero, ni Andalucía ni ninguna otra comunidad administraba seis dosis, porque la instrucción de Pfizer era de cinco dosis. Después de que la EMA lo autorizase, en Andalucía empezamos a extraer las seis dosis a partir del cargamento de vacunas recibido el 11 de enero. A finales de diciembre ya se hizo una compra de nuevas jeringuillas”, explican desde el departamento de Aguirre.
El nuevo prospecto de Pfizer aclara que para extraer el máximo de la vacuna se debían utilizar unas jeringas apropiadas -“de volumen muerto bajo”-, esto es, con un espacio entre la aguja y el émbolo. Si el tamaño de ese espacio es mayor de lo recomendado, se pierde una mínima parte de cada dosis, que es lo que ha ocurrido en algunas comunidades como Andalucía, Madrid y Cataluña, según ha adelantado la Cadena Ser. Aguirre ha explicado en la Cámara que, tras conocer este aviso, su departamento empezó a adquirir nuevas jeringuillas de 1 ml -las que usan los diabéticos para la insulina-, pero graduadas a 0,1 ml. Desde el Ministerio de Sanidad recuerdan que ya el pasado junio, antes de conocerse las nuevas instrucciones de Pfizer, se pidió a las comunidades que preparasen acopio de jeringuillas “con volumen muerto bajo”, para aprovechar al máximo las dosis.
Fuentes de la Consejería de Salud explican a este periódico que Andalucía tenía dos tipos de jeringas, una de 1 ml y otra de 2 ml, “y en la segunda era más difícil apurar ese resto para lograr la sexta dosis”. En los primeros lotes que recibió Andalucía, desde el 27 de diciembre, se perdió ese 20% de vacunación que habría supuesto apurar la sexta dosis. Desde el 8 de enero, cuando la EMA autoriza la administración de seis dosis de un mismo vial, la Junta ya ha corregido la vacunación y está logrando ese 20% más de margen. Entre el primer envío y el 8 de enero, Andalucía recibió tres cargamentos de vacunas (la partida semanal que le corresponde es de alrededor 69.200 viales).
David Moreno, director del Plan Estratégico de Vacunación en Andalucía, ha confirmado que la jeringa de 1 ml es “la que más sensibilidad tiene, la que menos margen de error tiene” y la que mejor se adapta para poder aprovechar las seis dosis de Pfizer de un mismo vial, pero admite que “hay mucha demanda en el mercado internacional de estas jeringuillas y son las que estamos buscando ahora”. La mayor parte del almacenado del SAS son jeringas de 2 ml, “son las que estamos usando ahora”, aunque “cuesta más” sacar la sexta dosis. Al ser preguntado si se está tirando esa mínima porción de cada vial -“unas gotitas”-, Moreno responde: “Hay que tener en cuenta que esto está pasando en todo el mundo. Obtener seis dosis de un vial no es obligatorio, Pfizer dice que se pueden extraer hasta seis dosis, pero en algunos casos se puede y en otros no”.
El lío en torno a la vacunación tras la comparecencia de Aguirre en la Cámara elevó el tono de la oposición al Gobierno andaluz, amplificado con un vídeo del consejero en las redes sociales. Desde la oficina del presidente andaluz se envió a los medios de comunicación algunos mensajes de aclaración. “Sacar seis dosis de un vial es una tarea ardua y difícil, que requiere de la pericia del farmacéutico que lo haga. Las dosis no las saca un robot con precisión, sino miles y miles de enfermeros en todo el mundo, cada uno con su pulso, con su ojo y habilidades. A poco que haya un margen de error y en vez de sacar 0,3 ml, saque 0,31, a lo mejor ya no hay cinco dosis. Para evitar eso, viene un excedente”, explican fuentes próximas al presidente de la Junta.
Al comprobar que se podían extraer seis dosis, actuando con mucha precisión, se pidió a la EMA autorización para sacarlas y ésta lo aprobó. “Pero eso no quiere decir que en todos los viales haya una dosis extra, en algunos se puede y en otros no. No es exacto decir que se desperdicia un 20% de la vacuna. Sería un 20% si en todos los viales se pudiera sacar esa sexta dosis, pero a poco que saques un poquito más de la primera dosis, otro poquito de la segunda, etc... la sexta dosis ya no la puedes utilizar”, advierten estas fuentes.
Andalucía es de las comunidades más avanzadas en la administración de las dosis que recibe del Gobierno central, vacuna a un ritmo que le permite incluso agotar su cargamento antes de que llegue el siguiente (cada lunes se reparten los nuevos lotes entre las comunidades).
La Junta reserva un 20% sin usar para garantizar la segunda dosis que deben recibir los primeros vacunados a los 21 días de la primera inyección, para prevenir cualquier tipo de fallo en el suministro de Pfizer. Esta estrategia ha sido cuestionada por el PSOE y por la delegada del Gobierno en Andalucía, Sandra García, pero Aguirre ha sacado pecho en el Parlamento porque esta misma semana la farmacéutica ha anunciado que debe reducir temporalmente los envíos para ajustar la cadena de producción de sus fábricas y poder incrementar a largo plazo la distribución de las vacunas.
Los grupos de la oposición, el PSOE, Adelante Andalucía y Vox -socio del Gobierno de Moreno Bonilla- han cargado duramente contra el consejero Aguirre, al que han reprochado que la pandemia en esta comunidad esté “descontrolada”. El consejero de Salud ha reconocido que la tercera ola en Andalucía adquiere ya la dimensión de un “tsunami”, y ha pedido a los andaluces que no salgan de sus casas después de las 20.00 horas de la tarde, que hagan un autoconfinamiento domiciliario “voluntario y solidario”, después de que el Ministerio de Sanidad haya rechazado la petición de nueve comunidades para que se apruebe un estado de alarma duro, que permita a las autonomías ampliar el toque de queda y ordenar el confinamiento domiciliario de sus ciudadanos.
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