Veinte mujeres han sido asesinadas por sus parejas o ex parejas en España en lo que va de año. Cuando uno de estos crímenes se produce, los medios informan sobre los hechos. Es en este punto donde, como dice la decana del Colegio de Periodistas de Andalucía, Eva Navarrete, “como periodistas ejercemos una función social fundamental”. Por eso el CAA (Consejo Audiovisual de Andalucía) ha elaborado una Guía para el tratamiento informativo de la violencia de género, para “compaginar el derecho a la información con (...) la sensibilización hacia la sociedad de un problema de una magnitud social muy alta”, ha explicado Emelina Fernández, presidenta del CAA, durante su presentación en Sevilla.
Esta guía, elaborada a partir del análisis y actualización de los códigos deontológicos sobre la materia, servirá para ayudar a los medios de comunicación en el cumplimiento del art. 14 de la Ley Integral L.O. 1/2004 por el que que exige a los mismos “fomentar la protección y salvaguarda de la igualdad entre hombre y mujer, así como la difusión objetiva de informaciones y la defensa de derechos y libertades de la mujer e hijos”. “Iniciativas como esta, que dispongan a los profesionales de guías que informen sobre el correcto tratamiento pedagógico de la violencia machista, son de vital importancia”, apunta Navarrete.
El CAA ha contado para su elaboración con la colaboración de la Fiscalía de Violencia contra la Mujer de Andalucía, la Comisión de Igualdad del Parlamento andaluz y el Instituto Andaluz de la Mujer, así como miembros de la RTVA, RTVE-Andalucía, ACUTEL (Asociación de Operadores Locales de Andalucía o la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, entre otros.
Estas, de forma resumida, son las principales recomendaciones que, según esta guía, los periodistas deberían tener en cuenta a la hora de enfrentarse a una información relacionada con la violencia machista.
1. No infravalorar la agresión, asesinato u homicidio de una mujer. Este caso no debe tratarse como un suceso o hecho aislado, se debe contextualizar en un problema grave que afecta a toda la sociedad.
2. “Las víctimas no mueren, las matan”; con este tipo de frase se puede insensibilizar al lector. Estas mujeres nunca pueden aparecer como las culpables de los hechos.
3. Echar mano de fuentes autorizadas y personas expertas en la materia, evitando a los rumores, elucubraciones u opiniones personales.
4. Huir del sensacionalismo informativo: no es necesario mostrar la sangre, las armas o imágenes de carácter íntimo o escabroso.
5. Un maltratador no puede aparecer como una figura neutra. Las entrevistas o testimonios que favorezcan la imagen del maltratador no deberían aparecer en los medios.
6. El seguimiento judicial de la noticia es importante para que únicamente no se quede en el hecho en sí. Resulta interesante “informar sobre los juicios, la sentencia y condenas aplicadas”.
7. Los datos estadísticos deshumanizan a la víctima. En este sentido, se recomienda realzar la figura de los menores como víctimas directas de la violencia machista.
8. El derecho al honor, a la imagen y a la intimidad es elemental, por lo que no podrán utilizarse imágenes de la víctima ni de su vida privada, con independencia del medio en el que se difundan. Las víctimas no son personajes públicos.
9. Está prohibida la difusión del nombre e imagen de los menores a excepción de que estos hayan fallecido y exista un consentimiento de sus representantes legales.
10. “La presunción de inocencia es un derecho constitucional que debe prevalecer mientras no exista sentencia firme o confirmación de la culpabilidad”
Puedes consultar la guía completa en el siguiente enlace.