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Córdoba se echa a las calles para despedir a Julio Anguita

Alfonso Alba

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En el momento exacto en el que los restos mortales de Julio Anguita González abandonaban por última vez la sede del Ayuntamiento de Córdoba, comenzó a llover. Unas tímidas gotas empapaban la bandera comunista que tapaba su féretro mientras alrededor tronaban los aplausos. La calle Capitulares se pobló de amigos, familiares, compañeros, miembros de colectivos sociales y simpatizantes que, solo unos minutos antes, guardaban la distancia de seguridad entre un silencio absoluto.

Pero la salida del féretro, presidida por la Corporación municipal y todos los alcaldes vivos de la democracia, desató un atronador aplauso que no cesó hasta que la comitiva fúnebre no abandonó la calle San Fernando. Puños en alto, gritos de “Julio, Julio, Julio”, algunas banderas del PCE y de la República, y una improvisada Internacional acompañaron el traslado del féretro hasta el final de su tan paseada calle de La Feria.

Poco antes de las 17:00, una inmensidad de coronas de flores iban saliendo poco a poco del Ayuntamiento. Coronas llegadas de todo el país habían inundado la capilla ardiente en la que la familia de Anguita lo ha acompañado. Mientras los trabajadores de la funeraria iban sacando las coronas de flores, el único ruido de la calle Capitulares era el de los truenos que sonaban a lo lejos, sobre la Sierra de Córdoba.

Aunque se había intentado evitar la presencia masiva de personas para despedir al primer alcalde de Córdoba tras la llegada de la democracia, debido a las circunstancias especiales del estado de alarma, fuentes de la Policía Local contabilizaron a cerca de un millar de personas en la calle Capitulares y sus aledaños.

Más allá del homenaje solemne que Julio Anguita ha recibido por parte del Ayuntamiento, con la Corporación al completo, los agentes de la Policía Local con uniforme de gala, con el Ayuntamiento engalanado para la ocasión, el político cordobés, muy querido en su ciudad, ha recibido otro de los ciudadanos. Muchos balcones han lucido crespones rojos en su memoria y ya en la propia calle San Fernando se observaba a muchos ciudadanos aplaudiendo desde sus balcones al paso de la comitiva fúnebre, que iba escoltada por la Policía Local y la Nacional.

El histórico líder de la izquierda española, exalcalde de Córdoba y excoordinador federal de IU, murió este sábado a las 11:00 en el Hospital Reina Sofía de Córdoba, donde había ingresado hacía justo una semana tras haber sufrido una parada cardiorrespiratoria en su propio domicilio.

Anguita ha sido enterrado en la más estricta intimidad familiar en el cementerio de la Fuensanta de Córdoba, donde sus restos ya descansan para siempre.