El Ayuntamiento de Córdoba ha aprobado este martes los presupuestos municipales para este año 2017 y se ha convertido así en la primera capital de provincia de Andalucía en sacarlos adelante. Aun así, el consistorio cordobés no se escapa de la complicada aritmética que se vive en los ayuntamientos de las capitales andaluzas, con difíciles equilibrios de fuerzas entre los distintos grupos políticos, tanto en el gobierno como en la oposición, que han provocado que hasta el momento ninguna otra capital de Andalucía cuente con un documento de cuentas aprobado para el año vigente.
Y todo ello se complica si, además de las cuitas locales de cada partido, de fondo se marcan líneas estratégicas por las formaciones políticas a nivel regional o nacional. En un extremo de este panorama se encuentra Cádiz, donde Por Cádiz Sí Se Puede ostenta la alcaldía y hasta el momento no cuenta con el respaldo de PSOE ni PP para aprobar los presupuestos. El equilibrio de fuerzas y la necesidad de acuerdos para sacar adelante las cuentas municipales se repite en capitales como Granada –donde gobierna el PSOE con el apoyo de Ciudadanos-, en Málaga –donde el PP necesita a Ciudadanos para aprobar los presupuestos-, o en Almería, donde se repite esta simbiosis. En Sevilla, el gobierno municipal del PSOE se sostiene con los votos de IU y Participa Sevilla, mientras que en Jaén gobierna el PP con la necesaria abstención de Ciudadanos y en Huelva, donde el PSOE también gobierna con mayoría simple y necesita de votos de otros grupos.
El ejemplo de Córdoba, pese a ser la única capital de Andalucía que cuenta con presupuestos para 2017, es reflejo también de la situación que se vive en otras ciudades, donde el camino hacia acuerdos para probar el documento de las cuentas municipales está sembrado de obstáculos entre partidos.
De hecho, el gobierno de PSOE e IU en el consistorio cordobés llegó a programar para diciembre pasado la aprobación en Pleno de los presupuestos, pero tuvo que dejar fuera del orden del día ese punto ante la falta de acuerdo con Ganemos Córdoba, la fuerza que con sus votos posibilitó el actual gobierno de coalición en minoría y con quien firmaron un pacto de investidura con 51 medidas. La asamblea de esta formación donde convergen Podemos, Equo y movimientos sociales dijo 'no' entonces a la aprobación de los presupuestos tal y como los presentaban PSOE e IU. Y cogobierno y Ganemos tuvieron que “darse un tiempo” para reconducir las negociaciones hasta el acuerdo final.
Ese margen de tiempo ha tenido su fin en este martes 17 d enero con la aprobación de las cuentas, pero hasta el último momento -in extremis-, no se ha producido el pacto final. De hecho, la propia alcaldesa quiso presentar el acuerdo en rueda de prensa el lunes por la mañana -24 horas antes del pleno de aprobación- y tuvo que anular la convocatoria ante la falta de acuerdo con Ganemos a esas alturas aún. Horas más tarde, ya por la tarde y a contrarreloj, las tres formaciones políticas ratificaban el acuerdo alcanzado con la rúbrica de un documento de nueve páginas y unas cuarenta medidas -concretas y con fecha de ejecución- con el que Ganemos Córdoba ha querido asegurarse el desarrollo de las políticas que firmó con su apoyo en el acuerdo de investidura.
Hasta aquí, el peregrinaje de negociaciones, reuniones, acuerdos y desacuerdos producido en estos últimos meses en Córdoba, que sirve de ejemplo para ilustrar la realidad a la que se enfrentan los grupos políticos en los ayuntamientos de las capitales andaluzas, donde quedaron atrás las mayorías absolutas y sólo con acuerdos entre distintas formaciones se podrán aprobar las cuentas de las que depende cada ciudad y los servicios a sus vecinos.