La decisión final sobre la conformación del próximo gobierno municipal de Córdoba estaba en manos de Ganemos Córdoba y su asamblea frenó la conformación de un tripartito de esta formación junto a PSOE e IU. Por sólo una diferencia de 15 votos (126 votaron no a entrar en el gobierno local por 111 que sí), la agrupación de electores decidió apoyar la investidura de la candidata del PSOE, Isabel Ambrosio, como próxima alcaldesa pero no entrar a tener responsabilidades de gobierno sino quedarse en la oposición.
Esta decisión deja el futuro ejecutivo local de Córdoba en manos de PSOE e Izquierda Unida, que sí han dado el visto bueno a conformar un gobierno común. La asamblea de IU también votaba a la misma hora su futuro y decidía dar el sí a apoyar a Ambrosio como alcaldesa con un 96% de los votos y a conformar gobierno en común con el 87%.
Quedaba reflejado así el apoyo que desde el principio se ha visto con buenos ojos en IU a formar parte del gobierno, mientras que en Ganemos esa cuestión no se había visto clara ni por apoyar al PSOE –una de las fuerzas del bipartidismo al que se oponen-, ni por el reparto de responsabilidades en el gobierno que no satisfacían a la mayoría de su asamblea. Su paso atrás para quedarse en la oposición se argumenta también en que creen que sus votos serán decisivos para que el futuro gobierno saque adelante sus políticas y aspiran, en ese sentido, a “gobernar desde la oposición” y a fiscalizar así al equipo de gobierno.
La cuestión ahora es cómo fraguará ese gobierno de dos (PSOE + IU) que se había pensado hasta el momento de tres junto a Ganemos. Porque las negociaciones en estas tres semanas tras el 24M se habían llevado a tres bandas hasta llegar a un acuerdo de programa y de reparto de concejalías que era lo que se sometía a votación tanto en la asamblea de Ganemos Córdoba como en la de IU.
Renegociar el pacto de gobierno
Ese acuerdo que hasta este miércoles era la propuesta que estaba en pie para las tres formaciones se presentaba bajo un programa de 48 medidas que ponían el foco de su prioridad en el rescate ciudadano, las políticas sociales, la participación ciudadana, el fomento del empleo y los mecanismos de control y transparencia. Y, de otro lado, se había llegado a perfilar el reparto de áreas y empresas municipales entre las tres fuerzas políticas y la composición incluso de la Junta de Gobierno.
Sin embargo, ahora le tocará a PSOE e IU renegociar todo eso si efectivamente siguen adelante con sus planes para conformar gobierno municipal a partir del próximo 13 de junio. El PSOE tenía claro que no iba a arrojarse a un gobierno en solitario con sus 7 concejales y, al menos, quería a su lado a una de las otras dos fuerzas progresistas, papel en el que desde el principio de las negociaciones se veía IU pero no tanto, como al final ha quedado demostrado, Ganemos Córdoba.
No obstante, la conformación de un gobierno entre socialistas e IU no deja un escenario cómodo para la gobernabilidad, ya que ambas formaciones sumarían 11 concejales frente a una bancada de la oposición compuesta por 18 ediles: 11 de PP, 4 de Ganemos, 2 de Ciudadanos y 1 de Unión Cordobesa.