El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, se ha referido a la muestra 'Maculadas sin remedio', que se exhibe en la Diputación y a la obra 'Con flores a María', que fue retirada tras sufrir un atentado, y sin nombrarlas ha afirmado que se ha “vivido en nuestra ciudad en los días pasados un rebrote de la lucha dramática entre la Mujer y Satanás”, añadiendo que, “a pesar de todo, de la mano de María y en el mes de mayo, seguiremos ofreciendo nuestras 'flores a María', sin imponer nada a nadie”.
En este sentido y en su carta semanal, recogida por Europa Press, Demetrio Fernández ha recordado que “la historia humana lleva en su interior un drama, una lucha continua entre el poder de las tinieblas, Satanás, y el poder de Dios, que se ha manifestado en Cristo resucitado, vencedor de la muerte”, y “en este combate la mujer tiene un papel fundamental”, pues “la mujer vencería a la serpiente”, que simboliza a Satanás, y “en los cuadros de la Inmaculada aparece expresado bellamente: María aplasta con su talón la cabeza de la serpiente”.
En este contexto, el obispo señala en su carta que “hemos vivido en nuestra ciudad en los días pasados un rebrote de esta lucha dramática entre la Mujer y Satanás, para recordarnos a todos que el combate no ha terminado, sino que está latente en la historia y de vez en cuando se hace visible”.
Demetrio Fernández ha indicado que, respecto a la exposición y al cuadro en cuestión, “ha habido opiniones para todo. Opiniones históricas, artísticas, jurídicas, políticas, etcétera” y, ante ello y “desde el servicio pastoral que el Señor” le ha confiado, el obispo ha invitado a los católicos a situarse “en esa dimensión sobrenatural de la fe, desde la cual aparecen algunas lecciones”.
Así, el obispo ha subrayado que, “en primer lugar, María es imbatible”, ya que “el poder del mal no ha podido tocarla”, puesto que “es purísima e inmaculada”.
De igual forma, el obispo ha explicado que “ella nos promete que en este combate vencerá, que venceremos con ella, y la lucha y la victoria no es contra los poderes de este mundo, sino contra los espíritus del mal, contra Satanás y toda su corte, aunque a veces en esa corte satánica podemos estar implicados los humanos de una u otra manera. De los humanos esperamos la conversión, de Satanás no hay posibilidad”.
El obispo concluye señalando que “la propuesta creyente puede resultar grotesca para quienes no tengan fe, y puede incluso resultar ingenua para quienes quieren atacar la fe cristiana”, pero, “a pesar de todo, de la mano de María y en el mes de mayo, seguiremos ofreciendo nuestras 'flores a María', sin imponer nada a nadie, y ofreciendo a todos la posibilidad de que admiren una belleza que el pincel humano no puede producir, la belleza de una mujer, la belleza de la Inmaculada, la belleza de la gracia, esa belleza que salvará al mundo”.