Muy pocas horas después de la publicación del decreto que retira provisionalmente a la Consejería de Fomento y Vivienda las políticas de adjudiciación de vivienda pública al permitir el realojo de las familias de la Corrala Utopía de Sevilla, las vecinas han querido hacer llegar a los medios un comunicado a los medios de comunicación en el que, sin entrar en el debate político que haya podido generar, consideran su movimiento “un símbolo que hemos levantado con nuestra lucha y que muestra que trabajando en colectivo, podemos cambiar y remover muchas cosas, aportando esperanza a otras luchas sociales.
Recuerdan que en casi dos años “han sido continuos los ataques hacia nosotras y nuestro proyecto” porque “los grandes poderes políticos, económicos y mediáticos no podían tolerar que un grupo de mujeres les sacara los colores y cuestionara su sistema, un sistema que legitima que se enriquezcan unos pocos frente a que vivamos todos”.
La corrala alude a “corte de luz, de agua, amenaza de retirada de custodia de nuestros hijos, negación de ayudas sociales por vivir en la corrala, el boicot a las negociaciones, etc.”, incluso una “estrategia de agresión y descalificación de varias de nuestras compañeras, en concreto y con la mayor fuerza, contra la vecina y compañera Irma Blanco”, con “constantes ataques y mentiras que se han ido vertiendo sobre ella con el objetivo de intentar dinamitar uno de los pilares de la corrala”.
La corrala muestra su “apoyo incondicional y absoluto” a esta compañera, que se expresaba en este vídeo minutos después de anunciarse el realojo el pasado miércoles, ha comunicado en la asamblea de vecinas, para no poner en peligro los logros conseguidos con el realojo del resto de las familias, la renuncia al suyo propio. Desde la corrala precisan que “Irma Blanco tiene una situación más que precaria, concretamente un contrato temporal de 6 meses, que expirará en tres. Y todo esto, tras más de tres años desempleada, de los cuales 19 meses no percibió ingreso alguno y sin derecho a prestaciones posteriores”. “¿Por trabajar 6 meses en tres años y medio no tiene el mismo derecho que todas nosotras? ¿A caso no es esta una situación de riesgo de exclusión social, como acreditan los informes sociales realizados?”, se preguntan.
“La lucha por nuestras casas es la lucha por el derecho universal a la vivienda, a una vivienda digna, derecho que se ha convertido en un privilegio”, indican. Esta “injusticia se está produciendo cuando además existen miles de viviendas vacías, cientos de ellas del ayuntamiento” y que, por tanto, seguirán “gritando, con la victoria de la Corrala recién conseguida, y cada vez más alto que ni gente sin casas ni casas sin gente”.