2016 cultural en Andalucía: de viejos rockeros al futuro del arte contemporáneo

Se cuentan por centenas todos aquellos que se encontraron el pasado día de Reyes debajo del árbol, o a los pies del Belén, quizás metido dentro de un calcetín, un sobre-regalo tan delgado como para ocultar un contenido de tan alto voltaje: un par de entradas para el concierto de AC/DC el 10 de mayo en el Estadio de la Cartuja. El anuncio a final de año (las entradas salieron a la venta el pasado 22 de diciembre) de la mítica banda australiana, que ha incluido Sevilla en su gira de conciertos 'Rock or Bust World Tour', como única plaza española entre una docena de ciudades europeas, fue el pistoletazo de salida para un año que nace cargado de citas y promesas, proyectos y, en el peor de los casos, buenas intenciones, que pretenden hacer de Andalucía un paisaje de marcado carácter cultural en este 2016 prácticamente sin estrenar.

Así las cosas, si el Rock or Bust World Tour de AC/DC se constituye como la única cita musical internacional de gran formato que pasará por Andalucía en este 2016 (plagado, eso sí, de una amplia oferta nacional, desde Malú a Alejandro Sanz, con doble fecha en la provincia de Málaga), el resto de proyectos culturales que se otean en el horizonte de 2016 tendrán un marcado acento museístico y, cómo no, una decidida apuesta por el cine.

Cine: de estrenos y ley regional

Si el año pasado, 2015 se inauguró en el mes de enero con una gala de los Goya en la que el sevillano Alberto Rodríguez -y su productor Gervasio Iglesias- hicieron que el cine andaluz volviera a hacer historia 15 años después del fenómeno 'Solas', este 2016 vuelve a tener sus ojos puestos en ellos. Después del triunfo de La Isla Mínima, Rodríguez, producido de nuevo por Gervasio Iglesias y apoyado por el mismo equipo andaluz donde sobresalen nombres como los de Rafael Cobos y Manuela D'Ocón, volverá a los cines con El hombre de las mil caras, aproximación al personaje del agente secreto Francisco Paesa que se ha rodado entre Madrid, París, Ginebra y Singapur (esta vez los paisajes andaluces quedaron fuera).

Otro sevillano que tiene película para 2016 es Paco León, que le ha cogido el gusto a colocarse tras las cámaras y, después de sus dos entregas de Carmina, estrenará Kiki, el amor se hace. En su tercera película como director, León vuelve al humor en una comedia de episodios por donde desfilan actores como Candela Peña, Natalia de Molina, Álex García, MariPaz Sayago y él mismo.

La contundencia con la que el cine andaluz se presenta en el panorama nacional -y en el internacional, con triunfo en grandes festivales- espera tener su correspondencia institucional con la archiprometida Ley Andaluza del Cine, que -según aseguró varias veces en el Parlamento de Andalucía la consejera de Cultura, Rosa Aguilar, en los pasados meses de julio y septiembre-, debería haberse aprobado ya en el pasado periodo de sesiones.

La Ley Andaluza del Cine, que cuenta con la aprobación y el visto bueno del sector, contempla en su anteproyecto de Ley un método de financiación pública cinematográfica pionero en España que permitirá la recuperación de la ayuda cuando la obra tenga un éxito en taquilla. Es una prioridad del Gobierno autonómico que, aún sin fecha, debe debatir en el Parlamento y convertirse en una realidad en el primer trimestre de 2016.

Málaga: un nuevo museo, una nueva ambición

Málaga: un nuevo museo, una nueva ambición

Pero si 2016 va a dar que hablar en materia de Cultura, lo hará, sin duda, por el reguero de proyectos museísticos diseminados por Andalucía que tienen comprometida fecha de apertura, la mayoría de ellos de tan altísima ambición que deben ir acompañados de unas exigencias presupuestarias que hacen temblar a los funcionarios de la Consejería liderada por Aguilar, que miran de reojo los presupuestos propios de Cultura para 2016.

El Museo de Málaga, ubicado en el antiguo Palacio de la Aduana y que albergará el Museo de Bellas Artes y el Arqueológico, es, sin duda, la estrella que viene a coronar el completo circuito museístico y expositivo de la capital malagueña y que la ha convertido ya en un referente nacional e internacional en contenedores culturales de gran formato, donde sus líderes políticos municipales han encontrado la combinación perfecta entre el turismo de calidad y el ocio cultural como complemento de prestigio al obsoleto concepto 'Sol y playa'.

De este modo, la Aduana -en su acepción popular- continúa sus pasos para su cada vez más cercana apertura. Pero, por el momento, se desconoce aún la fecha de 2016 cuando, finalmente, abrirá sus puertas. La última escenificación pública de buenas voluntades se produjo en diciembre, durante la firma del protocolo rubricado por el Ministerio de Cultura y la Junta de Andalucía, por el que ambas administraciones se comprometían a desarrollar todas las gestiones necesarias para que el edificio se ponga a disposición del Gobierno andaluz a partir del 1 de marzo de 2016, fecha desde la que la Junta desarrollará el resto de tareas de su competencia -climatización, seguridad, discurso expositivo, etc- que culminarán con la apertura al público del museo.

Sevilla: entre las Atarazanas, el año Murillo y Cervantes

Sevilla: entre las Atarazanas, el año Murillo y CervantesNo se cansa de repetir el nuevo Gobierno municipal de Sevilla que Málaga, en su vertiente cultural, no es su modelo a seguir. Y eso, a pesar de que el alcalde de la capital hispalense, Juan Espadas, haya impulsado -dentro de una elogiable filosofía de cooperación interterritorial- un eje Sevilla-Málaga que, además de la movilidad, las relaciones comerciales y empresariales, debería valorar también el trasvase de consumo y consumidores de cultura.

Ahora bien, si es sensato no reproducir modelos vecinos -aunque sean de éxito-, lo es también no sólo desechar la política malagueña de grandes escenografías y colosales necesidades presupuestarias, sino definir con urgencia un modelo propio. Sí ha manifestado el equipo de Espadas su apuesta por una política cultural de pequeños gestos -que transite, así dicen, “las carreteras secundarias” de la cultura- y de construcción de un tejido cultural sólido que no dependa del capricho de las franquicias (en referencia al Pompidou de Málaga) ni de la fragilidad con que los presupuestos municipales afrontan las crisis. Pero poco más hasta la fecha del rumbo de la cultura sevillana.

Por delante le quedan retos como hacer de Sevilla la gran ciudad cervantina que es en este IV Centenario de la muerte del escritor que se celebra en 2016; y la finalización y apertura de las Atarazanas. El Ayuntamiento concedió hace apenas un mes y en un tiempo récord la licencia de obras para la rehabilitación de los antiguos astilleros medievales de Sevilla donde la Junta, con fondos aportados por La Caixa, construirá un centro cultural dedicado al diálogo con América. Un signo de la velocidad que se le imprimen a los proyectos cuando hay voluntad política.

Sevilla debe afrontar también en 2016, aunque huya de una cultura de fuegos artificiales y grandes fastos, los preparativos para el año Murillo 2017. Lo que se trabaje, se negocie y se defina en este año será lo que reluzca -o no- al año siguiente. Ya existen evidentes retrasos en un acontecimiento de esta magnitud para los que, como ha sucedido con Cervantes -o como ocurrió con El Greco hace un par de años-, debe constituirse una Comisión Nacional, involucrar a la sociedad civil y diseñar un programa de actividades sociales que requieren de años de trabajo.

Córdoba: una oportunidad para su centro contemporáneo

“El C4 de Córdoba abrirá, sin duda, este año”. Lo ha dicho este viernes la consejera de Cultura, Rosa Aguilar, durante una comparecencia en Córdoba. Se trata del desencuentro cultural más largo y peor resuelto de cuantos se desgranan por Andalucía. En tiempos de la consejera Rosa Torres y, por tanto, de vacas gordas presupuestarias, se diseñó un Centro de Creación Contemporánea, denominado C4 que luce majestuoso en la península de Miraflores de Córdoba tres años después de haberse terminado sus obras, pero que carece de contenido, de dirección ni de proyecto.

La nueva consejera Rosa Aguilar, a su llegada, reunió a un comité de expertos para decidir cómo tiene que ser el modelo de gestión y explotación de este gigantesco espacio cultural. La llegada de la ex alcaldesa de la ciudad a Cultura parece que ha desbloqueado el total desencuentro entre la administración y los colectivos de artistas. Estos habían criticado duramente la forma en la que la Junta pretendía gestionar el edificio sin contar con la participación de los creadores y llegando a planear la designación de un director a dedo y sin la convocatoria de un concurso guiado por el manual de buenas prácticas.

Jaén: ¿Vía libre para el Museo íbero?

Jaén: ¿Vía libre para el Museo íbero?Otro rosario de retrasos y desencuentros institucionales, de más de una década en esta ocasión, hacen que se tenga la mirada puesta en 2016 para el desenlace final del Museo Íbero de Jaén, un centro que pretende ser un referente mundial en esta cultura peninsular, que reunirá más de 3.500 piezas arqueológicas de importantísimo valor y que se alza sobre la antigua cárcel de la capital jiennense.

La terminación de las obras, paralizadas en varias ocasiones durante los últimos diez años y responsabilidad del Ministerio de Cultura, parecen tener ya fecha definitiva antes del próximo verano. Lo que no está claro, y en lo que se reserva la Junta de Andalucía tanto los plazos como la difusión del contenido, es en las obras de musealización, las que darán contenido al centro y de las que dependen su apertura al público.

La cultura andaluza es polifórmica y multidisciplinar y, desde este punto de vista, nos dejamos en el tintero cuestiones tan importantes como difusas y espinosas, como el futuro de las orquestas andaluzas, el apoyo y protección a las artes escénicas y el teatro a través de una ley autonómica también prometida para este nuevo año; el flamenco como buque insignia de las políticas culturales andaluzas... No hay que olvidar que 2016 es año Bienal de Flamenco. Y aunque tradicionalmente se celebra en el mes de septiembre, tanto los aficionados como los programadores ytouroperadores de los cinco continentes esperan que en enero se dé a conocer el grueso de la programación.

Y por lo demás, tener la vista puesta en el mes de marzo como fecha en la que el Comité de Expertos de la UNESCO decidirá si Andalucía ha hecho bien los deberes y somos merecedores de incluir un bien más en la selecta lista de monumentos Patrimonio de la Humanidad: en este caso, el conjunto arqueológico de los Dólmenes de Antequera.