El personal laboral de la Junta: 17 años con el mismo convenio colectivo y una plantilla envejecida

Continúa la renovación de los representantes de los empleados públicos y este 18 de junio es el turno del personal laboral de la administración general de la Junta de Andalucía. Unos 23.000 laborales están llamados a elegir a los representantes que luego serán su voz en la Mesa General de Negociación de la Junta de Andalucía, donde actualmente el CSIF es la principal fuerza, con 180 de los 800 delegados. Este sindicato aspira a reforzar su posición consiguiendo como mínimo un 25% de la representación, si bien esta vez, como consecuencia de la reestructuración de la Junta de Andalucía se elegirán unos 600 delegados.

La convocatoria llega en un momento de cambio en la Junta de Andalucía, que su personal laboral mira con especial atención porque son decisiones que repercuten directamente en sus condiciones de trabajo. Es por ello quizá que uno de los retos más importantes que hay por delante para el nuevo mandato es la negociación del nuevo convenio colectivo, el séptimo, porque llevan desde 2002 con el sexto. Pero también la nueva Ley de Función Pública, como marcos que el Gobierno de Andalucía lleva años prometiendo y no terminan de llegar.

“El principal objetivo en las elecciones sindicales es obtener peso y poder de decisión para defender los derechos de los trabajadores públicos con mayor representatividad en la Mesa General de Negociación de la Junta de Andalucía”, explica Enrique Álvarez de Toledo, presidente del Sector de la Administración General de la Junta de Andalucía en el CSIF. En este sentido, llama la atención sobre el envejecimiento de esta plantilla como uno de los principales problemas para los próximos años.

Edad media elevada

“La edad media es bastante elevada y esto no solo es preocupante de cara a las jubilaciones o jubilaciones parciales que puedan producirse sino también porque hay personas que deben pasar a una segunda actividad y ser sustituidas en estas tareas más duras por otras para prestar un servicio en condiciones óptimas”, agrega. Estamos hablando por ejemplo de laborales en centros de atención a mayores o dependientes y que por tanto realizan tareas que exigen mucho físicamente.

La edad media de los laborales es muy elevada en todos los ámbitos. Sirva como ejemplo que en las mesas electorales, cuando se forman con la persona de mayor edad y la de menos, esta última suele tener más de 40 años. “Como no ha habido oferta continua de empleo público, sino que se ha demorado por obstáculos judiciales y también por cierta dejadez a la hora de sacar las plazas, se ha producido un salto importante. Ha habido generaciones que no han podido acceder los puestos de la administración pública y eso se nota”, expone.

Enrique Álvarez de Toledo incide en que este personal laboral “se encarga de servicios esenciales, no solo los referidos de atención a la tercera edad o dependientes, sino también en la educación y la sanidad”. Por ello cree que es importante la participación en estas elecciones sindicales. Normalmente, ocurre como en política y oscila entre el 50% y el 60%, pero confía en que los llamados a este proceso se impliquen en una convocatoria clave para su futuro.

Otros 10 retos para el nuevo mandato

Y es aquí donde toca mencionar los retos, porque aparte de los referidos de negociar el séptimo convenio colectivo, para dejar de poner solo parches como hasta el momento, y la nueva Ley de Función Pública, hay sobre la mesa una serie de reivindicaciones cuyo logro dependerá de la fuerza de los representantes de los trabajadores.

En primer lugar, la adaptación de las relaciones de puestos de trabajo para las necesidades de los centros de trabajo.

Igualmente, el CSIF insiste en la necesidad de ofertas públicas de empleo anuales. Tampoco se olvidan de la necesidad de llevar a cabo la oferta de empleo público extraordinaria que se ha negociado para la consolidación y de estabilización de los puestos de trabajo.

Dentro del capítulo de mejoras en retribuciones, prometen luchar por la recuperación del 5% del salario perdido en 2010 como consecuencia de los recortes. También, la equiparación salarial con otras administraciones públicas. Igualmente, completar la negociación de la recuperación de la paga adicional 2013-2014, un objetivo todavía pendiente.

El sindicato también incide en la necesidad de pelear por la igualdad de género efectiva y también por la igualdad de oportunidades, dentro de lo que entran cuestiones como la regulación efectiva del plus de penosidad, peligrosidad y toxicidad.

La conciliación de la vida personal, familiar y profesional es una tarea siempre presente en los compromisos, dado que cada mandato se apuesta por avanzar en nuevos logros. Igualmente, se exige profundizar en la adaptación de las jornadas laborales y horarios.

Desde el sindicato también apuesta por mejorar en la lucha contra el acoso sexual y el acoso laboral.

El cumplimiento estricto de la normativa vigente en materia de prevención de riesgos laborales y su implementación es otra de las patas de su programa.

La jubilación anticipada sin pérdidas económicas es otro de los frentes.

También el reconocimiento de enfermedades profesionales.

Y para terminar, la implementación bolsa única, pendiente todavía.

Una docena de los logros de estos cuatro años

Como carta de presentación, desde el CSIF apuntan los logros del mandato que termina, que se pueden resumir en la siguiente docena como los más destacados.

Continúa la renovación de los representantes de los empleados públicos y este 18 de junio es el turno del personal laboral de la administración general de la Junta de Andalucía. Unos 23.000 laborales están llamados a elegir a los representantes que luego serán su voz en la Mesa General de Negociación de la Junta de Andalucía, donde actualmente el CSIF es la principal fuerza, con 180 de los 800 delegados. Este sindicato aspira a reforzar su posición consiguiendo como mínimo un 25% de la representación, si bien esta vez, como consecuencia de la reestructuración de la Junta de Andalucía se elegirán unos 600 delegados.

La convocatoria llega en un momento de cambio en la Junta de Andalucía, que su personal laboral mira con especial atención porque son decisiones que repercuten directamente en sus condiciones de trabajo. Es por ello quizá que uno de los retos más importantes que hay por delante para el nuevo mandato es la negociación del nuevo convenio colectivo, el séptimo, porque llevan desde 2002 con el sexto. Pero también la nueva Ley de Función Pública, como marcos que el Gobierno de Andalucía lleva años prometiendo y no terminan de llegar.