El teniente Luis Gonzalo Segura, que el pasado martes era ingresado por sorpresa en una prisión militar para cumplir un mes de arresto, intenta agotar todos los resquicios legales para salir en libertad, al menos de forma provisional, pero no parece que lo vaya a tener fácil.
Fuentes de la familia de Gonzalo Segura han lamentado que la justicia militar le haya privado de poder acceder al procedimiento del “habeas corpus”, que le garantizaría, al menos, poder acceder a un juez para que le explique los motivos de la detención, y de paso acogerse a una defensa en vivo para intentar salir en libertad.
Las razones de la denegación no están claras, sobre todo cuando se trata de una figura jurídica a la que se acogen casi el cien por cien de los presos preventivos, normalmente en las primeras 72 horas de detención.
Fuentes jurídicas consultadas por eldiarioandalucia han recordado que en España el habeas corpus está regulado por una Ley Orgánica 6/1984, de 24 de mayo, específica para esta figura jurídica, que establece que “toda persona que crea estar ilegalmente privada de su libertad, podrá acogerse. Ejercerá este derecho por sí o por interpuesta persona, sin necesidad de mandato escrito”.
Las mismas fuentes señalan, apoyándose precisamente en el decreto de 1984, que no hay razones lógicas para que la Justicia Militar deniegue la presentación del detenido o arrestado ante el juez. Porque en su punto tercero, la Ley establece que “el procedimiento establecido por esta ley se caracteriza por la generalidad que implica, por un lado, que ningún particular o agente de la autoridad pueda sustraerse al control judicial de la legalidad de la detención de las personas sin que quepa en este sentido excepción de ningún género, ni siquiera en lo referente a la Autoridad Militar”.
“Supone, por otro lado, la legitimación de una pluralidad de personas para instar el procedimiento, siendo destacable a este respecto la legitimación conferida al Ministerio Fiscal y al Defensor del Pueblo como garantes, respectivamente, de la legalidad y de la defensa de los derechos de los ciudadanos”. Lo dice textualmente la Ley, pero al teniente Gonzalo Segura no se le ha permitido usarla.
Se le imputan dos incomparecencias
Al menos, este miércoles Gonzalo Segura pudo conocer “oficialmente” de qué se le acusa para privarle de libertad durante 30 días. Se le ha aplicado una falta grave por dos presuntas incomparecencias a la hora de presentarse en el cuartel a declarar por las causas que tiene abiertas.
Fuentes cercanas al militar aseguran que ambas ausencias fueron justificadas mediante un fax. En la primera de ellas aportó un justificante médico que explicaba que un episodio de fiebre le impedía salir de casa con normalidad. Tres días después fue visto en un acto público, y el Ejército tomó nota.
En la segunda ocasión fue citado a las 22:00 horas para presentarse en Madrid al día siguiente a las 10:00. En ese momento estaba en Ceuta, lo que justificó igualmente. No llegó a tiempo, y fue anotado igualmente en su expediente.
“No le tratan como a una persona normal y usan toda la artillería contra él”, lamenta su familia, que no se explica cómo ni siquiera se le ha permitido comparecer ante un juez para defenderse.
“Han inventado una excusa”
Entre los apoyos recibidos por el teniente, el Observatorio contra la Corrupción en España ha asegurado que en su jurisdicción militar “han usado un artículo del reglamento disciplinario de las fuerzas armadas inventando que no acudió a dos citaciones anteriores”, además de que “si esto no fuera suficiente, se contempla en el régimen disciplinario de las fuerzas armadas que se puede dar por cumplido el trámite cuando hay incomparecencia, siendo las dos antes referidas las únicas a las que ha faltado de las casi 40 que ha recibido”.
El Observatorio entiende que al militar se le ha cobrado la publicación en su blog de hace cinco días de un artículo titulado “los soldados no son perros ni los tenientes coroneles, marqueses” en el que muestra fotografías del estado de las latas de comida, con moho y gusanos, que reciben los soldados en maniobras “y por las que les descuentan 22€/día, además de otras raciones por las que les cobran 6€, a la vez que denuncia la inversión en mejoras de regadío de campos de golf de los mandos militares”.
“Explica también que la razón de esa comida podrida, corrupta, como la conciencia de los que la suministran a los soldados, es porque cuando está próxima su caducidad la canjean a coste cero, aunque a los soldados le siguen descontando los 22€. Muestra también en esa publicación en su blog maquinaria militar trabajando en mejoras de viviendas de los mandos militares”, recuerda el Observatorio, que lamenta el pago por este artículo que ahora ha recibido el teniente.